La startup suiza EcoRobotix, fundada en el año 2011 por Aurélien Demaurex y Steve Tanner, nació con la idea de asociar el espíritu empresarial con la ecología, utilizando la tecnología para minimizar el impacto de la agricultura en el medio ambiente y, al mismo tiempo, mejorar la calidad de vida.
La empresa ecológica realiza actualmente pruebas con sus robots agrícolas, con el fin de mejorar los algoritmos para que puedan detectar con más precisión las malas hierbas. Si los resultados son concluyentes, los EcoRobotix empezarán a venderse el próximo año.
Se trata de un robot inteligente que trabaja de forma autónoma desplazándose sobre sus cuatro ruedas entre los cultivos, sin dañarlos. Traza su propio recorrido gracias a una cámara y al GPS.
Por medio de unos sensores identifica las malas hierbas, y sus dos «brazos robóticos» aplican con exactitud sobre ellas micro dosis de herbicida.
Sus ruedas están diseñadas para avanzar sobre todos los terrenos y funciona con dos motores eléctricos, alimentados por los paneles solares que tiene en su parte superior. El EcoRobotix puede estar activo durante 12 horas al día, incluso cuando está nublado, y no es necesario recargarlo durante la noche.
Cuenta con un tanque de 30 litros de herbicida, suficiente para un día de trabajo. Su funcionamiento se puede configurar y controlar a través de un smartphone, en el que hay que instalar una aplicación muy sencilla de utilizar.
Las oportunidades que ofrece la robótica suelen orientarse al entretenimiento, al confort, a la logística y a los objetivos militares, pero los hechos ponen de manifiesto que su enfoque en beneficio, por ejemplo, del medio ambiente y de la medicina, es mucho más rentable para la especie y para el planeta que aparcar sin tocar el volante.
Aurélien Demaurex, uno de los fundadores de EcoRobotix, afirma que el objetivo final es la eliminación de los herbicidas y pesticidas, aunque queda mucho trabajo por delante. Ya están pensando en alternativas para destruir las malas hierbas aplicando microondas, calor o electricidad.
Referencias: