Toda persona se rige por un sistema de valores, unas referencias éticas que le permiten orientarse y ser capaz de tomar decisiones responsables sobre sí misma, sobre los demás y sobre su entorno. La educación en valores es un proceso sistémico que se desarrolla como objetivo final de la enseñanza. Es un proceso integrado que garantiza el desarrollo de la personalidad consciente a través de la formación en valores.
Creencias limitantes:
Guía completa para entenderlas, identificarlas y erradicarlas
Educando en valores se consigue implementar la moral en la educación, lo que favorece la creación de una sociedad con valores y con empatía. Educar en valores es educar basándose en la importancia de los valores en la sociedad y en cada individuo.
Sigue leyendo para descubrir qué es la educación en valores, así como diversas actividades, cuentos y herramientas para formar buenos valores escolares desde casa.
La educación en valores despierta una gran motivación en el ámbito social y educativo que se hace evidente en la nueva orientación formativa de los distintos niveles académicos.
La definición de valores puede resumirse como referentes que orientan el comportamiento humano hacia la transformación social y la realización de la persona. La Universidad Internacional de Valencia (VIU), desde el año 2015, mantiene un grupo de investigación para determinar los tipos de valores y su significado, así como el objetivo de los valores.
Educar en valores significa hacer accesible el poder liberador de la educación no limitándose a la memorización o aprendizaje a través de materias o temarios, sino dando significado y luz a las acciones individuales. ¿Cómo? Trazando metas vinculadas con el aspecto ético y la educación familiar y ciudadana, con objetivo final de formar personas libres en responsabilidad y civismo.
Esta definición de la VIU visualiza la importancia de la educación en valores en la sociedad y que desde la primer nivel escolar se debe dar a conocer qué son los valores y para qué sirven.
La formación en valores tiene su importancia en la educación de niños y adultos porque su objetivo principal es formar personas que asuman la libertad para emprender su responsabilidad individual ante la sociedad, de forma tal que tengan las herramientas para enfrentar las nuevas dinámicas históricas o dificultades, en un compromiso activo y eficaz para la formación de una sociedad más solidaria y empática, con las mismas posibilidades de crecimiento y bienestar para todos, sin importar las diferencias culturales. Todos los valores que existen entran en el concepto de valores humanos, pues es una actitud inherente y única de las personas.
¿Cómo desarrollar educación en valores? La educación en valores no es simplemente una asignatura para enseñarse en los centros educativos; sino que tiene un carácter transversal, pues esa es la naturaleza de su metodología, y afectar a la manera de hacer no solo de todo el profesorado en su conjunto, sino a toda la comunidad donde se desarrolle Al ser algo que se vive en la actividad cotidiana no hay división o frontera entre las aulas de clases y la sociedad externa de los centros educativos.
La educación con valores ha de ser una tarea de toda la comunidad escolar, para llegar al consenso de una base ética común desde la que plantear y orientar toda acción educativa tanto en lo que se refiere a la vida escolar como al desarrollo de las diferentes áreas curriculares. Estos diseños programáticos se construyen a través de la comprensión de los valores y definiciones conductuales.
¿Qué son los valores morales? Los valores morales son algo dinámico, ligado al desarrollo de la personalidad, que están influidos por lo interiorizado a través de los procesos de socialización. La interrelación humana necesita asirse de los procesos pedagógicos y son estos quienes presentan a la educación como valor desde su propia naturaleza conceptual. Las principales características de los valores se resumen en tres aspectos: son inherentes a la persona humana, son necesarios para crear sociedad y son dinámicos, no estáticos.
Estos valores con significados están íntimamente unidos con el civismo y la ética. Entre los valores más importantes podemos mencionar los que propone la UNESCO:
La empatía es el valor que nos da apertura cognitiva para comprender los sentimientos y emociones que siente otra persona, de forma objetiva y racional. La palabra empatía proviene griego antiguo “empátheia” que significa “sentir con el otro” o “emocionado”. Es un valor positivo que permite la interrelación entre las personas promoviendo una buena comunicación, y agrado, acción necesaria para lograr la salud emocional.
La empatía permite a una persona comprender mejor a otra persona que está pasando por un problema, o una grave necesidad, logrando una mayor colaboración y entendimiento dentro de una misma sociedad. Algunos ejemplos cotidianos de empatía pueden ser:
La igualdad de oportunidades es un valor basado en la idea de que una sociedad es justa mientras todas las personas que la conforman puedan acceder a los mismo niveles de bienestar social y sus derechos no son inferiores a los de otros grupos. Para ello, se establecen normativas que prohíben la discriminación por motivos de raza, sexo, etnia, edad, religión o identidad sexual.
La igualdad de oportunidades cada vez más es un valor presente en el marco legal de los países del mundo. Por ejemplo, el artículo 21 de la Carta de Derechos Fundamentales de la UE hace referencia a la prohibición de toda discriminación tanto en sus derechos humanos como culturales.
La prohibición de la discriminación va unida a la defensa de la protección de los derechos humanos, que son elementos fundamentales del ordenamiento jurídico de la UE, como la do otros muchos Estados de gobierno. A pesar de ello, en todo el planeta aún persiste la discriminación contra determinadas personas.
El respeto al medio ambiente se refiere a la valoración de todos los seres vivos y a todo el sistema que sustenta la posibilidad de la vida en nuestro planeta, incluyendo los minerales. Asimismo se refiere también al mantenimiento del planeta como casa común a la que debemos cuidar para reguardar la vida de todos los seres vivos.
El respeto por la naturaleza es un postulado de toda lógica humana. Es notorio que estamos exterminando la naturaleza, es decir, el único hogar de toda la vida conocida. Está en juego la vida de millones de especies, incluida la nuestra. Por tanto, cuidar la naturaleza es cuidar nuestra propia vida.
El mundo contemporáneo se abstrae fácilmente de los problemas cotidianos. El descuido y daño directo al medio ambiente, a pesar de su visibilidad y consecuencias, no dinamiza un cambio en nuestros hábitos. La pérdida del valor del respeto al medio ambiente a causado verdaderos genocidios naturales perpetrados por el hombre. A pesar de ellos son cada vez más los medios de comunicación, universidades y organizaciones que reconocen la gravedad de la situación y luchan por un cambio.
Si queremos respetar la naturaleza como valor debemos encontrar otra forma de vivir. Un cambio de los hábitos de vida, en especial ante el consumo desproporcionado y en crear acciones concretas, por ejemplo el reciclaje.. Es necesario una llamada de conciencia permanente sobre nuestros hábitos frente al cuidado del medio ambiente y nuestra casa común.
El valor del cuidado de la salud es un principio ético y una competencia humana fundamental para la sobrevivencia humana y de las sociedades. El ser humano está proyectado fuera de sí al mundo desde el momento en que nace. Esa proyección es un lanzarse hacia adelante, en una dinámica evolutiva, que le va brindando herramientas para poder ser independiente.
Es un proceso que no tiene fin hasta la hora de su muerte. Es por ello que mientras estamos vivos es un valor sumamente importante el de cuidar de nuestra salud, para disminuir las amenazas a nuestro cuerpo sano y mente sana. Esto se logra ejercitando los hábitos adecuados e ir comprometiéndonos en una formación sanitaria no sólo personal sino también colectiva.
Tener un buen estado de salud o no, depende de muchos elementos y hábitos de vida. En ocasiones existen pueden ser factores genéticos o hereditarios, que no son modificables, pero no son la mayoría. Los factores de riesgos más frecuentes se pueden prevenir asumiendo un comportamiento de vida saludable. Mantener el valor de cuidar la salud es fácil si seguimos los siguientes consejos:
El valor del pensamiento crítico es aquel que nos ayuda a discernir entre argumentos falsos y verdaderos, entre una idea mediocre y brillante, a distinguir la información de que realmente es valiosa, a desmontar prejuicios, a hallar conclusiones bien fundamentadas, a generar alternativas, a mejorar la comunicación y, en definitiva, a ser dueños de nuestro pensamiento y actuar en consecuencia.
El valor del pensamiento crítico es la capacidad expresada por la persona para distinguir y estudiar la información existente respecto a un tema, intentando visualizar la verdad y alcanzar una conclusión objetiva.
El pensamiento crítico es un proceso cognitivo que las ciencias humanas la colocan dentro de la lógica dubitativa de Descartes. El pensamiento crítico desde su base cartesiana, duda de todos los axiomas absolutos que continuamente nos llegan en el entorno, hasta que nosotros mismos las ignoramos o le damos veracidad.
Con ello buscamos no repetir falsos presupuestos que siempre terminan creando confusión. Al dudar le damos significado a aquello en que creemos. Pues lo significativo se transforma en los hechos más importantes para nosotros mismos en un proceso motivador y de voluntad.
El valor del pensamiento crítico se desarrolla a través de las siguientes destrezas:
La educación en valores es un proceso formativo que se fundamenta en los aspectos morales para crear comunidades sociales cívicas y participativas. Su objetivo principal es promover la empatía y una actitud respetuosa a todo pensamiento e idea, con el objetivo de proteger los derechos humanos y promover la libertad en cada persona, sin importar su cultura o herencia racial.
Las características más definitorias según el pedagogo español Fernando González Lucini son tres:
La UNESCO establece que las características de la educación en valores son:
Estas características se desprenden del fundamento filosófico que sostiene la teoría de la escala de valores. El fundamento filosófico está basado en las obras de Max Scheler (1941) con su clasificación dual en valores sensibles y espirituales:
Los valores sensibles son:
Los valores espirituales son:
Pero desde un punto de vista didáctico, por su proyección sobre el currículum escolar de las instituciones educativas son los esquemas de valores que nos ofrecen Quintana Cabañas y R. Marín Ibáñez., los que se utilizan para establecer el tipo de valores y su significado. La clasificación y estudio parten desde los valores de un estudiante de secundaria y la ética y valores morales para niños. Aún cuando bien es cierto que el significado de valores humanos, no se establece por medida cronológica sino pedagógica. Los principales valores, Cabañas y Marín, los clasifican en:
Valores personales: La felicidad como fuente de motivaciones para salir airoso ante las tareas y los problemas. El fin último de ser feliz es el resumen de los valores. En la felicidad, entendida desde la visión aristotélica, se sustenta el ensayo sobre los valores en la educación.
Ya desde la filosofía de Aristóteles, la felicidad es lo que libera al hombre de su destino, y esa libertad es el esfuerzo de los principios y valores de la educación. Es por ello que la amistad, la política, y la relación con el otro deben ser ejemplos de educación en valores.
Valores morales: La fidelidad y la capacidad de esfuerzo para alcanzar la responsabilidad personal. Estos valores deben estar presentes en la educación en valores para niños.
Valores sociales: El hábito de trabajo, el espíritu familiar y la amistad. De ellos se forma la raíz de una sana sociedad.
Valores trascendentes: El cultivo de la fe y la capacidad de asombro ante aquello que se nos he misterioso. Estos valores los encontramos en la educación en valores en psicología. Por ejemplo en la logoterapia.
Cabañas e Ibáñez no sólo clasifican los valores sino que establecen las siguientes categorías de valores a partir de las dimensiones del ser humano, que vincula a las diferentes áreas curriculares:
La educación en valores mantiene una metodología de base curricular que se adapta a la normativa europea según el proceso de Bolonia desde 1999, para los países de la Comunidad Europea y a las normativas de la UNESCO a raíz del programa educacional con Living Values, desarrollado en París durante el mes de noviembre del año 2000.
Esta metodología se resume en que la educación en valores ha de trabajarse a lo largo de la escolaridad, desde su etapa inicial. Sus estrategias pedagógicas o competencias educativas son llamadas “temas transversales”, las cuales, tienen como principal objetivo: promover el desarrollo del pensamiento crítico para crear nuevas conductas reflexivas en los centros estudiantiles.
La transversalidad se desprende de las reformas educativas según el marco legal de cada país, en un factor dinamizador en la educación.
Las estrategias transversales se sostienen en tres acciones pilares: El rechazo a la discriminación, la denuncia de actitudes dañinas para el conjunto de la sociedad, e incidir en la idea de que todos podemos cambiar y somos merecedores de una segunda oportunidad.
Algunas acciones para educar en valores son:
Con el fin de propiciar la consecución de un aprendizaje integral, la transversalidad, por otra parte, apunta a una educación global, en la que, además de confluir en plano de igualdad en la vertiente afectiva e intelectual, se otorga un tratamiento interdisciplinar a los contenidos de enseñanza.
Sobre la naturaleza de los valores los temas transversales la dividen en dos teorías distintas. El aprendizaje objetivo que establece la norma ética como propia de la educación tradicional afirmando que los valores tienen una dimensión universal y dogmática. En cambio, una visión más progresiva afirma que la moral no es objetiva y que depende de cada persona, por lo que no es posible enseñar desde un temario pedagógico.
La educación en valores tiene su fundamentación teórica desde una visión interdisciplinaria donde el proceso de aprendizaje sirve de punto de encuentro de las distintas dimensiones humanas, por ejemplo la social, la económica, la política, la cultural, entre otras…, cada dimensión posee una original experiencia con los valores y una dinámica académica particular. Este proceso hace posible su cognición.
En la actualidad los presupuestos teóricos se agrupan en dos enfoques, uno tradicionalista o de valores objetivos y otro la educación en valores (o enfoque innovador).
Las principales diferencias entre la educación tradicional y la educación en valores son:
Para educar en valores a los niños se pueden utilizar diversas actividades para trabajar los valores como las que te proponemos a continuación:
Los cuentos infantiles con valores son herramientas poderosas para fomentar la imaginación creativa en los niños, mientras se encaminan en el aprendizaje lector y en la expresión verbal y corporal. Una manera divertida de conocer los valores. Te presentamos los cinco cuentos con valores para niños más idóneos:
Autor: Santi Balmes
Martina tiene miedo por las noches. Cree que el subsuelo de su habitación se esconden varios monstruos que habitan en un mundo peculiar. Se trata de un libro que genera interés que sin negar la existencia del sentimiento de temor da habilidades a los niños para hacerles frente. Es un cuento que destaca el valor de la valentía.
Autor: Antonio Sandoval
Es un libro perfecto para resaltar la importancia del valor del cuidado del medio ambiente y el respeto hacia todo lo que nos rodea. La historia trata de una amistad que crece entre un niño llamado Pedro y un árbol que tiene la característica de que es el único plantado en su centro escolar. Gracias a los cuidados y los valores puestos en práctica por Pedro, el árbol comienza a sanar de su delgadez, empieza a ser frondoso y tener mayor tamaño.
Autor: Helen Cooper
Se trata de un libro que narra la historia de una serie de personajes que vivían en una cabaña en el bosque: un pato, una ardilla y un gato. Cada día, el pato, la ardilla y el gato se distribuían los deberes para preparar una deliciosa sopa pero un día el pato decidió modificar las cosas… Este cuento permite al lector trabajar y superar los problemas interpersonales y aprender a respetar la forma de actuar de los demás. Un cuento ideal para inculcar el valor del respeto para niños.
Autor: Anna Llenas
El cuento trata de la vida de Lolo, un insecto con la facilidad de transformarse en bola con una personalidad rígida, de coraza dura y una visión práctica de la vida.. y Rita, una luciérnaga de personalidad sensible, de ideas chispeantes y alegres con una gran imaginación. Las diferencias de los dos personajes son muy acentuadas y pero siempre buscan la mejor forma para relacionarse, practicando el amor al otro junto a sus diferencias. Una herramienta útil para la educación intercultural.
Autor: Isabelle Carrier
Es un cuento narrado con términos sencillos, acompañado de ilustraciones muy originales, la escritora Isabelle relata la vida de un niño distinto a los demás: sus logros, sus problemas, sus metas… La vida de Lorenzo se maneja en situaciones que mueve las emociones del lector sin importar su edad. Se trata de una historia perfecta para enseñarles a los niños a respetar las diferencias y aprender a trabajar con las dificultades y los obstáculos en la vida. Un cuento que nos da herramientas para aplicar los valores en el trabajo.
A lo largo de este artículo hemos podido evidenciar el valor educativo de la pedagogía desde el inicio de la edad escolar. Un proceso formativo que a medida que se dinamiza va tejiendo las normativas de relación interpersonal a través de los valores sociales. ¿Y cuáles son valores sociales? Todos aquellos que se desprenden de la lectura reflexiva sobre los valores que acabamos de hacer: el respeto, el amor, la libertad, la justicia, la equidad, entre otros. Todos necesarios para construir una sociedad con educación moral y educación ciudadana.
Podemos resumir que la educación en valores nos orienta a la educación ambiental, y a la inclusión educativa, como defensa al derecho a la educación para todos. La UNESCO ha dado sobradas muestras de saber cuál es la importancia de los valores en la educación, de ahí que dirija sus esfuerzos a cimentar la educación en valores en infantil y la educación en valores en primaria como la manera más eficaz de que la humanidad pueda saber cómo desarrollar la educación en valores.
La educación en valores ha de ser una tarea de toda la comunidad escolar para llegar al consenso de una base ética común desde la que plantear y orientar toda acción educativa, tanto en lo que se refiere a la vida escolar, como al desarrollo de las diferentes áreas curriculares. Así aseguramos el objetivo de contribuir a desarrollar en los alumnos y alumnas aquellas capacidades que se consideran necesarias para desenvolverse como ciudadanos con plenos derechos y deberes en la sociedad en que viven.
La educación en valores dota de los conocimientos necesarios para entender la realidad y poder actuar sobre ella, educándoles en ciertas actitudes y hábitos. Las conductas deben ser interiorizadas individualmente para que se puedan tomar acciones positivas ante los problemas sociales de la comunidad. La educación ética conjuga los elementos científicos con aquellos de valor, asegurando la formación integral y ordenada de los estudiantes.
Actualmente se ha llegado a trascender el aprendizaje centrado en contenidos conceptuales para quedar reconocida la importancia de la formación en valores en la estructura educativa de los centros a nivel global. La educación en valores desarrolla la capacidad crítica, así como la capacidad transformadora y participativa, siempre de forma positiva, hacia el resto de la sociedad.