A pesar de la poca inversión prevista para este año, el mundo podría tener un crecimiento económico del 2,7% en el año 2017, según estimaciones de los expertos del Banco Mundial.
Los análisis realizados vaticinan que los productos básicos tendrán mayor flexibilidad en los mercados emergentes y en las economías en desarrollo, como consecuencia de la demanda interna de estos productos.
En el informe Perspectivas Económicas Mundiales de este organismo para este año, se espera un crecimiento por las políticas fiscales en las principales economías, especialmente en Estados Unidos, aunque una creciente protección comercial podría tener resultados nefastos.
Se espera que los mercados emergentes, en conjunto, podrían generar un crecimiento de 4,2%, en comparación al 3,4% obtenido por las mismas economías durante 2016.
Aprovechar las circunstancia
Jim Yong Kim, presidente del Banco Mundial, dijo que llegó el momento de aprovechar las mejorías en las perspectivas que se observan hacia el futuro para incrementar las inversiones en infraestructura y en las personas, como un paso para acelerar el crecimiento económico sostenido e inclusivo, necesario para poner fin a la pobreza extrema.
Sin embargo, el informe presenta preocupación por el debilitamiento que ha experimentado la inversión en los países emergentes y en las economías en desarrollo, las cuales se calculan en un tercio del producto interno bruto a escala mundial y en tres cuartos de la población mundial, incluyendo los sectores más pobres.
Más apoyo para los gobierno de países en desarrollo
Considera el informe que el Banco Mundial podría prestar mayor colaboración a los gobiernos con el fin de que éstos ofrezcan al sector privado mayores incentivos para las inversiones y con ello se puedan interconectar a la infraestructura y conectividad mundial.
Estos mercados emergentes y economías en desarrollo podrían alcanzar un crecimiento de 5,6%, acompañados de un crecimiento en el orden del 2,2% para Estados Unidos, y que China tenga una desaceleración del 6,5%.
