Cultura

El caso Glenn Miller: ¿Accidente aéreo, conspiración militar o una noche de excesos?

En una tarde de diciembre de 1944, un pequeño Norseman despegó del aeródromo de Twin Wood, en Bedforshire. El avión nunca llegó a su destino parisino. Simplemente, desapareció en la tormenta. Desde entonces, se especula con lo que le pudo pasar al piloto y a los dos ocupantes norteamericanos en aquella aciaga jornada.

No en vano, en ese pequeño aparato volaba Glenn Miller, autor de grandes composiciones como In The Mood, Pennsylvania 6500 y Moonligh Serenade. El genio que fue capaz de ponerle la banda sonora a aquellos turbulentos tiempos.  Sin embargo, el misterio de su extraña desaparición está a punto de ser desvelado.

La oferta

Glen Miller ganaba más de 25.000 dólares a la semana. Estaba casado y tenía hijos. A pesar de su cómoda vida, no dudó ni un instante cuando el General Eissenhower le ofreció unirse al esfuerzo bélico. La idea era que la Big Band de Miller tocase para las fuerzas aliadas en Europa. De esta forma, pensaba el Comandante en Jefe de las Fuerzas Aliadas, subiría la moral de la tropa. La renuncia a su vida de confort por patriotismo le terminaría costando la vida.

Fotografía de Glenn Miller tocando el trombón (Jazz People)

Miller llegó a Gran Bretaña en junio de 1944, y, desde el primer día, comenzó sus conciertos para el ejército. Siembre acompañado, claro está, de su genial banda.

Hacia finales de año, las tropas aliadas han liberado Paris y, a pesar de los múltiples obstáculos y peligros -los alemanes continúan luchando con fiereza-, el bueno de Glenn decide seguir adelante con el concierto programado en Paris.

La orquesta arribó a la “Ville Lumiére” dos días antes del último vuelo del compositor. Empero, cuando llegó el día, el músico parecía haberse esfumado.

Sorprendentemente, la noticia de su desaparición tardó mucho en hacerse pública. Ni siquiera la familia fue informada al respecto. La explicación más lógica y racional es que el Norseman UC-64A tuvo un accidente en el Canal de la Mancha. No obstante, sus fans se negaron a aceptar la versión oficial, y comenzaron los rumores de una muerte mucho menos gloriosa. Muerte que las autoridades no tuvieron más remedio que silenciar.

Glenn Miller vestido con el uniforme de la Armada de los Estados Unidos (Getty Images)

Supuesto complot

Desde el principio se barajaron tres posibles escenarios que explicaban su muerte. El primero relataba como un avión de la RAF había derribado el Norseman por error. El segundo era que Miller fue asesinado en una operación para derrocar a Hitler. El tercero, que el músico halló la muerte en un prostíbulo de la ciudad de las luces. Concretamente, en la zona de Pigalle. Para este último, se llegó a afirmar que un doctor del ejército americano había firmado su certificado de muerte. Sin embargo, las fuerzas armadas, que se sentían en deuda con el artista, decidieron acallar los rumores que hacían mucho daño a la familia y, muy especialmente, a su esposa.

El misterio Miller estaría, casi desde el principio, envuelto en un sudario de silencio. Por ello, sus familiares estuvieron muchos años buscando a Miller sin aceptar la verdad oficial. La actitud de sus parientes puede ser explicada por la pena y la falta de evidencias tangibles sobre su desaparición. Creo que ha llegado el momento de arrojar luz a este enigmático enigma.

La desaparición

La tarde del 14 de diciembre, recibió una llamada de su manager para comunicarle que al día siguiente volaría a Paris para el concierto dedicado a las tropas que volvían de Normandía. El tiempo era todavía malo. Miller se acercó a la pista donde estaba su avión. Habló con el piloto y, con toda seguridad, protestó por volar bajo esas condiciones meteorológicas. Le dijo al piloto John Morgan que, incluso hoy, los pájaros se quedarían en tierra. A pesar de todo, montó en el avión con un tiempo terrible.

Glenn Miller y su orquesta dando un concierto para las tropas americanas (Pics We)

Los tres hombres salieron en dirección al Canal de la Mancha. Nadie volvió a verlos. Analizando la teoría del fuego amigo que supuestamente le derribó, encuentro un problema esencial que la desautoriza. Todo indica que un navegador de la RAF vio como un Norseman era alcanzado por el fuego de sus aviones para luego precipitarse sobre las frías aguas del canal. Sin embargo, algo no cuadra con las declaraciones de Fred Shaw, el navegador de la RAF. Roy Nesvit, otro miembro de la RAF, recuerda que sus superiores iniciaron una investigación alertados de la posibilidad de que ellos hubiesen sido los autores de la muerte de Miller.

El avión, que supuestamente mató a Miller, era un Lancaster que volvía de una misión fallida de bombardeo en Alemania. El mal tiempo les hizo volver antes de lo previsto. Esa es la razón por la que tuvieron que arrojar las bombas explosivas al canal ya que no podían aterrizar con ellas. Una de esas bombas habría matado al artista.

Pero las horas no coinciden, porque los Lancaster sobrevolaban la zona donde arrojaron las bombas a las 14:42 horas. El avión de Miller salió del aeródromo a las 13:55 horas a una velocidad de 155 millas por hora. Eso coloca a su avión en la zona cuando los Lancaster ya la estaban abandonando. Además, resulta muy extraño que nadie reportara el incidente hasta muchos años después.

Avión Norseman UC-64A, modelo en el que viajaba Glenn Miller rumbo a Paris (Pics We)

Teniendo en cuenta el hecho de que solo había un Norsemen en el aire en el sureste de Inglaterra aquel fatídico día, la siguiente revelación se me antoja crucial. Un joven británico de 17 años llamado Richard Anderton apuntaba todos los avistamientos de aviones mientras trabajaba en un aeródromo en Woodley, Reading. El ahora difunto tenía dos pequeños blocs de notas donde apuntó la localización, la altura estimada y el tipo de avión. El 15 de diciembre de 1944 escribió también que un UC-64A volaba en el horizonte al este, navegando bajo en la niebla en dirección sureste. Era, sin duda, el avión de Miller. Lo que inhabilitaría la versión anterior y su supuesto asesinato en un prostíbulo parisino.

Habiendo quedada clara su ruta, solo quedaría establecer la causa de la muerte. Sin embargo, hay algunos enigmas que todavía deben ser desvelados. En primer lugar, la causa por la que se tardó en dar la noticia de la desaparición. En segundo lugar, las actividades del propio Miller en Gran Bretaña, que han dado pie a las diferentes ideas conspirativas.

Richard Anderton y su sobrino mostrando los blocs con las anotaciones sobre el vuelo de Miller (Devon Live)

Investigación definitiva

Comencé a seguir la cronología oficial de los conciertos de Glenn Miller y su banda en tierras británicas. El seguimiento me llevó a un sensacional descubrimiento: David Niven, el famoso actor inglés, que se había unido al esfuerzo bélico de su país, era amigo de Miller y, de hecho, aparece como el presentador del primer concierto del americano en Bedford. Además, Niven fue miembro del grupo secreto The Phantom, un comando especializado en operaciones secretas en la retaguardia de los países ocupados por los nazis. Tras el desembarco de Normandía, al actor se le asignó la misión de colaborar con los americanos, trabajando bajo las órdenes del General Raymond Barker.

La pregunta es obligada: ¿estuvo Glenn Miller involucrado en operaciones secretas como Niven? La respuesta podría ser afirmativa, teniendo en cuenta el segundo descubrimiento: grabaciones hechas por Miller, pero no para los aliados, sino para la Wehrmacht. Una es realmente críptica e intrigante. En ella, después de saludar en alemán, dice en el mismo idioma “dejemos que las flores hablen por sí solas”. Entonces, una mujer replica “habrás querido decir, dejemos que la música hable por sí sola”.

Estas extrañas grabaciones solo vieron la luz en 1995, y solo nos llevan a especular si Miller, al igual que Josephine Baker en el norte de África, había llevado comunicados secretos tras las líneas enemigas.

Fotografía del actor británico David Niven (The Guardian)

Niven era, en definitiva, el enlace entre la BBC, la banda de Miller y los militares. Puede afirmarse que el actor era el jefe de Miller. Incluso le salvó a él y a sus músicos de morir en un bombardeo a Londres. Ocurrió a mediados de junio, cuando los V1 de Hitler comenzaron a caer sobre la capital inglesa. Niven movió los hilos para sacarlos de allí.

La evacuación de la orquesta tuvo lugar un domingo. La banda de Miller llegó a Bedford sin problema alguno. Al día siguiente, una de esas bombas alcanzó el edificio donde Glenn y los suyos residían, matando a veinticinco militares estadounidenses y a cincuenta civiles. Curiosamente David Niven no menciona ni Bedford ni a Miller en su autobiografía lo que, obviamente, deja muchas preguntas sin respuesta.

Es muy importante resaltar que Bedford se encuentra a 72 Km al noroeste de Londres. En aquel bello lugar se hallaban los estudios de la BBC y el centro de operaciones encubiertas de franceses, polacos, americanos, británicos y americanos.  Operaciones que incluían la preparación de sabotajes, asesinatos y propaganda. El lugar tenía una pista de aterrizaje, a pesar de que, a apenas 2 km, los aliados tenían un aeródromo.

Busto y placa conmemorativa en recuerdo de Glenn Miller en el Bedford Corn Exchange (Patricia Finch, 1994)

Abrazar la teoría que afirma que Miller realizó operaciones encubiertas es fácil. Tal vez sea cierta. Sin embargo, los testigos y la propia lógica apuntan claramente a que el artista halló la muerte en aquella pequeña avioneta por un fallo en el carburador del avión. Algo que se producía con demasiada frecuencia en esos aparatos. Especialmente, bajo condiciones meteorológicas desfavorables. Los informes de la RAF no dejan lugar a dudas. Un problema que los pilotos conocían por los informes de sus superiores.

Entonces, por qué despegó el avión con ese terrible tiempo. La respuesta se encuentra en los archivos de Glenn Miller. John Morgan, piloto del avión, presentó su plan de vuelo por la mañana del 15 de diciembre de 1944, pero fue rechazado por sus superiores en Paris a causa de la niebla que cubría el canal de la Mancha. Empero, el Teniente Coronel Norman Baesell, que necesitaba ir a Paris desesperadamente para continuar en el esfuerzo bélico, le ordenó volar a Paris y el piloto no pudo desobedecer la orden.

Miller estaba aterrorizado, pero también requería estar en Paris para preparar el concierto. La verdad es que siempre tuvo miedo a volar. Es más, preguntó por los paracaídas nada más entrar a la avioneta, y la respuesta que le da Norman Baesell debe pasar a la historia:

Miller: ¿no querrás vivir siempre?”

La avioneta despegó, por última vez, ese 15 de diciembre. Un vuelo que no fue autorizado y del que nadie, salvo los tripulantes de ese Norseman UC-64A y los técnicos de pista, sabía nada. Solo cuando su banda llegó a Paris el 18 de diciembre se pudo dar la alarma de su ausencia.

Además, hay otra razón que explica el retraso en dar la noticia de la desaparición de Glenn Miller. El 16 de diciembre de 1944, un día después del accidente del artista, Hitler lanzó una ofensiva que a punto estuvo de cambiar el curso de la guerra: la batalla de las Ardenas. Solo cuando el tiempo mejoró, el 23 de diciembre, los aviones americanos pudieron lanzar una contraofensiva aérea que destrozó a los alemanes. La guerra, obviamente, era mucho más importante que el mismísimo Miller. Su búsqueda podía esperar. Por eso nunca se encontraron los restos del avión.

Tanque M18 Hellcat del ejército americano tras la ofensiva alemana en las Ardenas (WW2 en Imágenes)

Conclusión

Glenn Miller pereció en un accidente de avión por el mal funcionamiento del carburador de un aparato de fabricación canadiense. El retraso en el anuncio de la desaparición se debe a aspectos que nada tienen que ver con las conspiraciones.

Tal vez nunca sepamos si Miller realizó alguna operación encubierta, más allá de la propaganda que tenían sus conciertos. Lo que sí sabemos, una vez resuelto el enigma de su desaparición, es que la magia de su swing sigue tan viva como en aquel lejano día de 1944 en la que su avioneta volaba bajo unas nubes que, aunque pérfidas, no iban cargadas con las aguas del olvido.

Sergio Calle Llorens es licenciado en Filología Inglesa. Guionista y escritor de novela negra. Misterio en Maro, El Guardián del Cementerio y El Liberalismo Contado a los Jóvenes y no tan Jóvenes son sus últimos trabajos. Amante de los enigmas, el cine, la literatura, la criminología, la historia y el mediterráneo. | Twitter | Web

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