No hay que confiarse con la telefonía móvil. Sus efectos sobre el cuerpo humano han generado ya una alerta de salud en la comunidad médica, pues su consumo masivo e incorporación en la vida cotidiana han sido tales, que podríamos no darnos cuenta a tiempo de lo que le hacen a nuestro esqueleto.
Numerosas campañas se han hecho eco de las denuncias médicas y científicas al respecto: el uso excesivo y constante de los llamados smartphones está teniendo un impacto directo en nuestra postura corporal, en nuestra forma de andar y de mirar alrededor, lo cual a su vez repercute en nuestros reflejos. ¿Estaremos gestando generaciones venideras de jorobados autistas?
El problema está en lo hondo que ha calado en nosotros la cultura de las redes sociales y la hiperconexión constante. Con el término iPosture (iPostura) se intenta desde numerosas fuentes crear conciencia de los efectos en la columna después de un período largo de uso del smartphone: un importante encorvamiento que es responsable, según informa Medical Daily, de más del 80% de los casos de lumbalgia y malestares de espalda.
Algo que, sin embargo, no se limita a la telefonía móvil, sino que ocurre también con la mayoría de los gadgets tecnológicos, que exigen al usuario una postura semejante, ya sea de pie o sentado. Y si consideramos el volumen masivo de trabajadores que adquieren este tipo de tecnologías, el problema está aquí para quedarse.
Los efectos de esta iPosture, sin embargo, son mucho más serios de lo pensado. Numerosos quiroprácticos y especialistas del área acusan el daño que una columna desalineada es capaz de infligir al sistema nervioso que está destinada a proteger.
Así, más allá de dolores crónicos y deformaciones posturales, nos referimos a compresión de los órganos internos, fatiga crónica por disminución del volumen respiratorio y enfermedades derivadas que, si bien podrían no presentarse de manera inmediata, son un riesgo para los usuarios prolongados, como niños cuya vida está acompañada desde temprano por estos aparatos de la nueva era.
¿Estabas al tanto de los riesgos que corre tu columna vertebral al someterla a estos excesos tecnológicos? ¿Estaremos dispuestos a pagar el precio por mantenernos hiperestimulados con estos aparatos? ¿Y qué pasa con las nuevas generaciones que aún no pueden decidir al respecto?
Comparte estas reflexiones en tus redes sociales y ayuda a crear conciencia sobre esto.
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Es un alivio encontrar a alguien que realmente sabe lo que están hablando en blogoesfera . Obviamente, que sabes cómo llevar un blog a la luz y que sea interesante. Más personas tiene que leer esto.
Gracias por el comentario Juanra!
Intentamos hacerlo lo mejor posible :)
La verdad es que las nuevas tecnologías están afectando a la evolución del ser humano enormemente, no solo a nivel postural, sino mental, social... Buen artículo. :)