La regia personalidad del Papa Luna –Benedicto XIII–, su rectitud, sus convicciones y su personalidad incorruptible interferían con los intereses y propósitos de los poderosos de la época. Este ser indomable e independiente luchó durante toda su vida por sus ideales y por lo que consideró justo.
Tomás de Torquemada:
Vida y perversiones del inquisidor más sanguinario de la historia
Tomó nombre de Benedicto a pesar de la fama de otros precedentes, como del papa Benedicto III (quien, según parece, resultó ser la encubierta Papisa Juana). El Papa Luna Fue amado y odiado a partes iguales y se impuso como un ejemplo de tenacidad y voluntad a los ojos del mundo entero.
A continuación repasamos todos los detalles de su larga y apasionante vida como militar, estudiante, profesor, cardenal, pontífice y, finalmente, hereje y antipapa.
Biografía del Papa Luna
Benedicto XIII también fue llamado el último papa de Aviñon y fue considerado el más perseverante de la historia del catolicismo. Tan terco que dio origen a la frase «mantenerse en sus trece», también conocida como “seguir en sus trece”. Era un hombre humanista e inteligente, fiel a sus convicciones hasta el final de su existencia.
Los orígenes del Papa Luna
Pedro Martínez de Luna y Pérez de Gotor, quien posteriormente sería conocido como el Papa Luna, nació el 25 de noviembre de 1328, en el castillo familiar que dominaba la villa de Zaragoza en Illueca (provincia de Zaragoza en la actualidad) en el Reino de Aragón.
Fue el segundo hijo de doña María Pérez de Gotor y don Juan Martínez de Luna, ambos provenientes de las familias más importantes de Aragón, señores feudales emparentados con personajes ilustres de todos los ámbitos influyentes de la época: clero, ejército y nobleza.
Educación y formación
Pedro Martínez de Luna en su juventud fue militar, como era costumbre en las familias de linaje. Era un joven de reconocida inteligencia que se destacó en filosofía, gramática y derecho. Estudió en la Universidad de Montpellier donde se licenció y doctoró en derecho canónigo y posteriormente ejerció como profesor.
Fue un gran humanista con mucho talento y formación. Muy temprano adquiere reputación de gran intelectual y se convierte en defensor de la iglesia, luchando contra la indiferencia religiosa, la corrupción en los altos cargos eclesiásticos y a favor de la supremacía de la iglesia sobre el estado.
Sus inicios en la Iglesia
Después de dedicarse a la docencia por algún tiempo, toma la carrera eclesiástica donde ocupará varios cargos. Por sus amplios conocimientos, vasta formación y rígidas costumbres apegadas a la moral y a la honestidad, se gana la admiración y confianza del papa Gregorio XI que lo nombra titular de la diócesis de Palermo cuando cumple 41 años. Allí se destacará y desarrollará una gran actividad.
Es nombrado Cardenal
En diciembre de 1375, el papa Gregorio XI nombra a Pedro de Luna cardenal diácono de Santa María in Cosmendi y lo convierte en su hombre de confianza. Por ese tiempo Francia controla el Sacro Colegio Cardenalicio. Este monopolio es causa de gran disgusto por parte de otros religiosos de Europa quienes demandan más independencia frente a Aviñón. El papa Gregorio XI le encomienda importantes tareas a Pedro de Luna:
- Preparar el regreso de la corte papal a Roma. En ese entonces la corte estaba en Aviñón, lejos del caos de Roma, una de las ciudades más peligrosas de occidente.
- Mediar entre la oposición francesa e italiana.
- Vigilar la forma en que la situación política puede afectar a la iglesia.
- Luchar contra la desorganización y corrupción del clero.
En 1377 Pedro de Luna acompaña a la corte pontificia de Aviñón en su regreso a Roma donde consiguen un ambiente de gran violencia y agitación política. Al siguiente año muere Gregorio XI y la iglesia entra en conflicto entre el pueblo, que quiere un pontífice italiano, y el cardenalato francés, que desea regresar a tierras galas.
Una elección forzada por las circunstancias
Pedro de Luna prepara el cónclave que se inaugura el 7 de abril de 1378, en medio del caos, la intriga de los cardenales y la conspiración de intelectuales y nobles. La violencia gana terreno y un grupo asalta la mansión donde se celebra la nominación. Se corre el rumor de la designación de un cardenal francés llamado Juan de Barre, lo que empeora la situación ya que el pueblo exige un papa italiano.
En medio de la violencia y con gran aplomo, Pedro de Luna logra dominar la situación y bajo la promesa de una nueva elección calma a los insurrectos. En ausencia de muchos cardenales franceses que no llegaron a tiempo, a los tres días, los doce cardenales presentes eligen al italiano Bartolomeo de Prignano que toma el trono el día 18 de abril de 1378 con el nombre de Urbano VI.
El nuevo papa muestra un carácter despótico y poco diplomático, mientras beneficia abiertamente a los cardenales italianos y ataca a los franceses. Todo esto origina mucho descontento y se crea una corriente opositora a Roma, encabezada por Pedro de Arlés, que se reúne en la población de Anagni y es apoyada por Francia y Nápoles, mientras que Inglaterra apoya a Urbano VI.
Pedro de Luna se muestra firme en su apoyo al papa Urbano VI argumentando que había sido elegido con plena libertad de decisión por parte de los cardenales. Posteriormente entiende el miedo y la presión bajo la que habían actuado los cardenales franceses y las circunstancias violentas que condujeron a la forzosa elección de Urbano VI.
El clérigo rebelde. Se inicia la división
Pedro de Luna se vuelve firme defensor de la causa rebelde. El 9 de agosto de 1378 los cardenales redactan un documento declarando la nulidad de la elección del papa Urbano VI. El 20 de septiembre de 1378 se elige a Roberto de Ginebra como el nuevo pontífice con el nombre de Clemente VII.
La elección se realiza en Fondi Nápoles. El nuevo papa vuelve a Aviñón con el respaldo de Pedro de Luna y los cardenales rebeldes. Así nace el Cisma de Occidente y comienza la división religiosa de Europa donde los intereses políticos también toman partido y juegan un papel fundamental en el desarrollo de los acontecimientos.
Clemente VII nombra a Pedro de Luna su legado, cargo que ocupa por 16 años. Su misión es conseguir el apoyo y reconocimiento para Clemente VII (y el desconocimiento del papa de Roma) entre los reinos cristianos.
Su arduo trabajo rinde frutos y en 1381 gana la obediencia de Castilla, en 1387 consigue el apoyo de Aragón, posteriormente el de Navarra y en 1993 el de Brabante, Francia, Escocia, Irlanda e Inglaterra. Europa vuelve a la paz gracias a la diplomacia y la genialidad del aragonés quien trabaja sin descanso por la causa.
Papa Luna: de rebelde a pontífice
El 16 septiembre 1394 muere Clemente VII. Las pugnas por la abdicación de los dos papas reviven. En Roma ahora el papa es Bonifacio IX. Se hace necesaria y urgente la elección de un nuevo pontífice en Aviñón antes que el conflicto se acentúe.
Conflictos, intereses y manipulaciones rondan en torno a esa elección. Francia quiere postergar el cónclave hasta la llegada de su embajador ya que no ve con buenos ojos que un aragonés pueda ser nombrado papa (por el poder que esto otorgaría a la península ibérica), además sigue en guerra con Inglaterra. Aragón también manda un mensaje solicitando a Pedro de Luna que acabe con el Cisma.
Todo tipo de demoras y componendas se tejen para frenar la elección. El partido galo, que es fiel a su rey, también se enfrenta a Pedro de Luna. A pesar de todas las presiones, él actúa de acuerdo a su conciencia, es importante celebrar el cónclave antes que Roma considere a su papa como el único de occidente, así que dispone la elección antes que llegue ninguna delegación extranjera.
Justo antes de dar inicio, llega un mensaje de Carlos VI de Francia, nombrando a un cardenal italiano partidario suyo, sin embargo, Pedro de Luna no permite que se lea la carta. Sus fuertes convicciones y la indoblegable defensa a la autonomía de la Iglesia frente a los poderes temporales son notados y apreciados por los presentes y casi por unanimidad es elegido nuevo pontífice con el apoyo de los cardenales de Aviñón. Su nombre es Benedicto XIII, también conocido como Papa Luna.
Estos hechos marcan la historia de la Europa del siglo XIV. Ese desaire a Francia, el hecho de ser Aragonés y su firme defensa al derecho canónico pesarían mucho sobre el Papa Luna el resto de su vida.
Los conflictos de Papa Luna
El Papa Luna permanecerá 28 años como pontífice pero serán su calvario. Francia siempre estará en su contra debido a su temperamento autónomo y a su independencia sobre el poder temporal. Por otra parte Aragón, tierra natal del Papa Luna, es históricamente rival de los galos desde el reinado de Pedro el Grande. El objetivo de Francia, que para ese momento es la nación más fuerte de Europa, siempre es la renuncia de Benedicto 13, para colocar en su lugar a un títere de su agrado.
Mecanismos de Francia contra Papa Luna
Los mecanismos de Francia para el logro de sus objetivos son varios, algunos menos sutiles que otros:
- Trata de convencer a Europa que la única solución para la iglesia es la unidad y que para lograr eso lo más conveniente es la destitución del Papa Luna.
- Planea el despojo de su Sacro Colegio.
- En 1398 retira los fondos destinados a mantener la Corte Papal de Aviñón.
- Lo desprestigia.
- Le declara la guerra.
Cuando Francia comienza a ejercer su poder, los cardenales manipulados y presionados lo acusan de impostor. El terco Papa Luna siempre tiene la misma respuesta: no le va a rendir cuentas al rey de Francia. El asedio cada vez más fuerte solo parece reforzar su determinación y su voluntad de resistir todas las presiones. En respuesta a la agresión, en vez de ceder, decide ser papa hasta su muerte. Fortalece el bastión de Aviñón previniendo un eventual ataque y en secreto hace alianzas con el duque de Orleans.
En junio de 1397 Francia, Castilla e Inglaterra le exigen la renuncia, el Papa Luna no responde. Después de una larga espera, la delegación va a ver al papa de Roma con la misma propuesta, sin embargo, Papa Luna se les adelanta en la jugada y le manda una misiva al papa de Roma Bonifacio para quedar de acuerdo en no ceder ante las presiones de Francia y del Imperio germano ya que el Cisma solo tiene que ver con la iglesia y nadie más puede decidir sobre eso, Bonifacio accede. Con esta jugada Benedicto XIII anula las pretensiones del poder político.
Francia le declara la guerra
Francia le quita la obediencia y le declara la guerra el 1 de septiembre de 1398. Después de 5 años de asedio en el palacio real de Aviñón, el Papa Luna logra huir a Marsella el 11 de mayo de 1403 con ayuda de Castilla y Aragón. En ese entonces Papa Luna solo es reconocido por Sicilia, Aragón y Castilla, pero su inquebrantable genio no decae y planea ir a Roma para convencer a Bonifacio de acabar con el Cisma y terminar con el control de Francia, pero Bonifacio muere en 1404 y acusan a sus enviados de haberlo matado.
Con la muerte de Bonifacio la violencia regresa. En Roma se realiza un nuevo cónclave eligiendo esta vez a un hombre de paz: el italiano Inocencio VII quien muere poco tiempo después y es sustituido por Gregorio XII (11 diciembre 1406). Papa Luna, entre tanto, trabajaba intensamente para convencer a Europa que la unión es posible. El nuevo papa Gregorio XII también quiere llegar a una solución, pero el poder y las presiones de Francia no permiten que el encuentro se realice. Papa Luna llega a Perpiñán el 24 julio 1408 asediado, pero sin renunciar jamás a su papado.
El tercer papa
En 1408 a raíz de una crisis en Roma con el papa Gregorio XII, Francia propone acabar con el Cisma a través de un Concilio general y al margen de los pontífices. Este acuerdo se llama el concilio de Pisa. Se realiza en Pisa el 25 de marzo de 1408 y el propósito es hacer renunciar a ambos pontífices para elegir un único papa. En este concilio se elige un tercer papa: Alejandro V, italiano, coronado el 7 de julio de 1409. Debido a esto se logra dividir y hundir aún más a la iglesia, ahora hay tres papas.
Alejandro V muere pronto y es sustituido por Juan XXIII quien inicia una campaña de asedio contra Aviñón aún en poder de Aragón. Entre tanto Papa Luna sigue haciendo su trabajo, en Tortosa reúne a cristianos y judíos para acercar posturas, logrando la conversión de muchos.
Papa Luna, antipapa y hereje
En 1414, el emperador Germano, Segismundo, ante a decadencia y desmoronamiento de la iglesia decide realizar un nuevo concilio (el concilio de Constanza) donde, entre otras cosas, se desconocerían a los papas (ahora tres) y se elegiría un nuevo pontífice.
El 5 de noviembre de 1414 se inician las reuniones en Constanza (Alemania). Gregorio XII y Juan XXIII renuncian. Benedicto XIII no cediendo jamás a las presiones impuestas por el poder se niega. Las embajadas usan la diplomacia y la intimidación en vano, Benedicto XIII no cede y en 1415 es declarado Antipapa y hereje. El concilio designa a Martín V como único pontífice.
Traición y muerte del Papa Luna
El 1 de diciembre de 1415, Papa Luna escapa a Peñíscola (Castellón) en barco, en una dura travesía azotada por tormentas. Traicionado por todos, allí vive ocho años más junto a cuatro cardenales y algunas tropas de Aragón. Se recluye en su “arca de Noé”, como el mismo llegó a decir, hasta el fin de sus días. Es aquí, en su habitación desde donde mira al mar, que el Papa Luna se dedica a escribir. También en este lugar se populariza la receta medieval que solía preparar, surgida de la antigua tradición mediterránea, que queda hasta el día de hoy con el nombre de la tisana del Papa Luna.
En Peñíscola continúa soportando las presiones, esta vez no son extranjeras, sino de su propio Rey de Aragón Fernando I y luego de su hijo Alfonso, para que reconozca su ilegitimidad, a lo que siempre da la misma respuesta: no. Murió el 3 de mayo de 1423 a los 95 años sin haber renunciado.
A su muerte, el papa Martín V hizo sonar las campanas en Roma para anunciar al mundo que Benet XIII había muerto en Peñíscola y que ya no existían obstáculos para la unión de la Iglesia.
Inicialmente la tumba del Papa Luna estuvo en la capilla del castillo de Peñíscola. Luego lo llevaron a su pueblo natal Illueca, y posteriormente, durante la Guerra de Sucesión, sus restos fueron arrojados a un barranco pudiéndose recuperar solo el cráneo que hoy reposa en el castillo de Illueca.
Obras del Papa Luna
Es en Peñíscola, en el recinto desde donde puede ver el mar, que este formidable personaje se dedica a escribir. Aquí nace su obra principal el “Libro de las Consolaciones de la Vida Humana”. También se le atribuye “Tractatus contra iudaeos” y otros como el sermón pronunciado en 1390 durante la coronación de Carlos III el Noble en Pamplona. En muchos de sus escritos no se conoce con exactitud la fecha de creación.
Libro de las Consolaciones de la Vida Humana
Esta sin duda es su obra principal. Es un libro inspirado en el filósofo romano Boecio y trata sobre la posibilidad de la superación por parte del individuo a las circunstancias adversas de la vida. Se considera una obra muy importante e influyente del cristianismo medieval de occidente.
Libros sobre el Papa Luna
Muchos autores se han interesado y escrito sobre este importante personaje de la historia de la Europa medieval. Algunas de las obras más conocidas son las mencionadas a continuación.
El Papa del mar (libro)
Esta magnífica novela de Vicente Blasco Ibanez narra dos historias distintas pero relacionadas: el Papa Luna y los Borgia. La primera es la del Papa Luna como protagonista del Cisma de Occidente. La otra sobre Claudio, un descendiente de este papa testarudo, que desea conocer la historia de su célebre antepasado.
El Papa Luna. Benedicto XIII y el Cisma de Occidente (libro)
Jesús Maeso de la Torre presenta algunos aspectos poco conocidos del Papa Luna, mostrando su lado más humano, sus conflictos internos y sus enfrentamientos a los poderes de la época.
El papa de Peñíscola. Un siglo de Europa (libro)
En este libro Adro Xavier, su autor, narra la vida de Benedicto XIII en el contexto histórico de la época: su vida, su trayectoria en la iglesia, el Cisma de Occidente, su persecución, etc.
Ruta turística por la vida del Papa Luna
El Papa Luna fue un personaje que marcó la historia de la Europa medieval. Para rememorarlo se han construido monumentos, museos, hoteles, restaurantes y se la ha dado su nombre a calles y avenidas: avenida Papa Luna de Benicarló en Castejón, calle Papa Luna en Salamanca, el monumento al Papa Luna en Peñíscola, etc. Aquí se muestran algunos sitios turísticos e históricos que visitar en la ruta por la vida del Papa Luna.
Lugares de interés turístico en Avignon, Francia
Aviñón es una importante y significativa ciudad, protagonista y testigo de grandes acontecimientos que marcaron la historia de la humanidad. En ella fue nombrado Pedro de Luna como papa Benedicto XIII de Aviñón. Se considera la capital del cristianismo de la Edad Media.
El Palacio de los Papas
En Aviñón se encuentra el Palacio de los papas, declarado Patrimonio Mundial por la UNESCO. Existen más de veinte lugares para recorrer, entre los que están las habitaciones privadas del papa además de los maravillosos frescos de Matteo Giovannetti. Desde este lugar también se tienen las mejores vistas de la región.
El puente de Aviñón
Es un puente medieval muy famoso que comunicaba a la ciudad de Aviñón con Villeneuve-lès-Avignon. Atraviesa el río Ródano. En la actualidad está en ruinas y queda como representación de la historia de la ciudad. En el año 1995 fue declarado Patrimonio de la Humanidad.
Lugares de interés turístico en Zaragoza, España
En Zaragoza se encuentran muchos sitios de gran interés, con su rica historia y muchos lugares turísticos para visitar, con sus calles emblemáticas como: Puente de Hierro, Calle Alfonso I, Garrapinillos, El Canal Imperial de Aragón, etc.
En esta región es donde nace Papa Luna. Otro evento histórico para rememorar fue la visita de Juan XXIII en Zaragoza, que ocurrió en 1954 cuando regresaba de la peregrinación por Santiago de Compostela.
Castillo Palacio del Papa Luna
El majestuoso castillo Papa Luna en Zaragoza se eleva sobre la ciudad mostrando unas vistas espectaculares. En su interior se pueden ver las salas del mausoleo y de la corona de Aragón, la alcoba privada de Papa Luna, la sala dorada y muchos otros espacios que nos transportan a este momento histórico marcado por los grandes conflictos de la iglesia católica.
Hospedería del castillo Papa Luna
La hospedería Papa Luna en Illueca es una gran elección para el descanso. Además tiene un ambiente encantador y se puede disfrutar del esparcimiento, la historia y la cultura, todo en el mismo sitio ya que el establecimiento se encuentra en una parte del castillo del Papa Luna en Illueca. El cliente del hotel Papa Luna puede visitar las salas más emblemáticas del palacio, como la Sala del Mausoleo, entre otras.
El conclave de Zaragoza
Se encuentra al lado de la Plaza de San Miguel, en el centro de Zaragoza. Es un espacio que ofrece la posibilidad de realizar diferentes eventos: reuniones corporativas y de recreación, fiestas, ruedas de prensa, sesiones de trabajo, etc. Cuenta con tecnología y diseños de primera.
Lugares de interés turístico en Castellón, España
Castellón es un hermoso tesoro de la costa mediterránea. Tiene muchos sitios de interés. La torre-campanario de El Fadrí, su Museo de Bellas Artes, sus celebraciones y fabulosas playas lo convierten en un destino perfecto para el turismo.
Castillo del Papa Luna en Peñíscola
La historia del castillo de Peñíscola se remonta al año 1294 cuando comenzó su construcción que fue terminada en 1307. Esta impresionante fortaleza fue construida por los caballeros Templarios, la orden militar cristiana de la edad media más poderosa. Se encuentra en una zona bastante elevada y ofrece grandes vistas de la ciudad y la playa.
La historia de Peñíscola está llena de importantes eventos, anécdotas y leyendas sobre personajes inolvidables como el Papa Luna quien pasa sus últimos años ese lugar.
Escultura de Papa Luna en Peñíscola
Esta famosa estatua se encuentra a los pies de la muralla del castillo de Peñíscola. Es una obra de bronce realizada por Sergio Blanco, pesa 700 kilos y mide 2 metros de altura. Se encuentra en este lugar desde noviembre de 2007.
Hotel en Peñíscola para niños
En Peñíscola existen cinco hoteles con muchas actividades dirigidas especialmente a los niños. Estos hoteles, además de sus estupendas piscinas y playas, ofrecen un montón de actividades en contacto directo con la naturaleza. Estar en Peñíscola también brinda la oportunidad de ponerle un toque cultural a las vacaciones y un acercamiento al pasado: la historia del Papa Luna en Peñíscola, el monumento, los museos, etc.
Preguntas frecuentes (FAQ)
A continuación repasamos algunas preguntas clave sobre los aspectos más relevantes relacionados con el Papa Luna.
» ¿Quién fue el Papa Luna?
El Papa Luna fue un humanista, un hombre que luchó toda la vida por su verdad enfrentándose al dominio político y eclesiástico de la época. Fue nombrado papa y tomó el nombre de Benedicto XIII. Posteriormente fue declarado antipapa y hereje por no doblegar su voluntad a los intereses de los poderes imperantes.
» ¿Qué hizo el Papa Luna?
El Papa Luna estudió derecho canónigo, se licenció y luego hizo un doctorado. También estuvo dedicado a las armas cuando era muy joven. Posteriormente se consagró a la iglesia donde llega a ocupar el rango más alto: pontífice, cargo al que no renunció jamás y por el que libró duras batallas hasta el día de su muerte.
» ¿Quién construyó el Castillo de Peñíscola?
El Castillo de Peñíscola fue construido por la orden cristiana-militar de los caballeros templarios de la edad media. Una antigua y poderosa orden cuyo nombre verdadero era “Orden de los Pobres Compañeros de Cristo y del Templo de Salomón”.
» ¿Cuántos años tiene el castillo de Peñíscola?
El Castillo de Peñíscola es una fortaleza totalmente amurallada que comenzó a construirse en 1294 y se finalizó en 1307. Desde que se terminó hasta hoy han pasado 713 años.
» ¿Cómo murió el Papa Luna?
El Papa Luna murió el 3 de mayo de 1423 en el castillo de Peñíscola, a los 95 años, después de ser traicionado, perseguido e incluso declarado hereje y antipapa. Murió firme a sus convicciones sin haber renunciado jamás.
» ¿Dónde está enterrado el Papa Luna?
En un principio el cuerpo sin vida del Papa Luna estuvo en la capilla del castillo de Peñíscola. Luego fue llevado a su pueblo natal, Illueca, donde fue momificado y expuesto en una urna en 1423. Posteriormente, durante la Guerra de Sucesión, sus restos fueron arrojados a un barranco pudiéndose recuperar solo el cráneo. Hoy reposa en el castillo de Illueca.
El Papa Luna fue un humanista que luchó incansable y firmemente hasta el final de sus días por la legitimidad de su papado y por las causas que consideraba justas. El oficialmente nombrado Benedicto XIII fue un hombre recto y de personalidad inquebrantable ante los chantajes, amenazas o presiones de los poderes establecidos de la época. Fue, sin duda, un ser valiente y luchador, protagonista y testigo de la historia de la Europa medieval.
No puedo darle mas de dos votos,porque para ser un articulo donde hay bastante bibliografia, podia haber sido mas cuidadoso en fechas y datos Un saludo