En ocasionas, las personas se arrepienten de sus acciones poco después de haberlas cometido. Algunos psicólogos advierten que esto se debe a que reaccionan a la situación, en lugar de responder a ella. Para muchos, reaccionar y responder son sinónimos, pero en psicología, hay una gran diferencia entre ambos.
Las reacciones van de la mano de la intuición. Son impulsivas. Se realizan de forma casi automática y suelen ser guiadas por el estrés, la molestia o la emoción que predomine en el momento en cuestión. Esto sucede porque es la forma en la que el cerebro está programado: para determinar cuándo hay peligro, y cómo sobrevivir a él.
Aunque está función fue muy útil en la antigüedad, hoy representa un obstáculo. Tanto para la comunicación, como para el alcance de objetivos. La alternativa a ello es empezar a responder a las situaciones, en lugar de reaccionar a ellas.
Responder implica razonamiento y calma. Tomar el tiempo necesario para analizar el entorno y el contexto. Son acciones que se toman basadas en datos y en información. Las probabilidades de arrepentirse de ellas son mucho más bajas.
El cerebro puede ser entrenado para evitar esos impulsos automáticos, pero es necesario poner en práctica ejercicios durante situaciones que pueden resultar estresantes o difíciles de afrontar. En primer lugar, es necesario entender cuándo se está a punto de reaccionar y cuáles son esas situaciones que desencadenan la sensación de peligro.
También se recomienda hacer pequeñas pausas y entender que la mayor parte de las situaciones que parecen requerir de una respuesta urgente, pueden esperar un poco. De esa forma, se puede llegar a un mejor resultado.
Ir a dar un paseo, respirar profundo y escribir las emociones son otras acciones que permiten que el cerebro haga una pequeña pausa para analizar el entorno y todas las variables que forman parte de él. Estas acciones pueden realizarse incluso cuando la persona no se encuentra en un estado de estrés, lo que le permitirá entrenar su mente para lidiar mejor con escenarios complicados.
Referencias: