En 2023, España experimentó una disminución en su tasa de nacimientos, alcanzando un nuevo mínimo histórico, con una reducción del 2,02% respecto al año anterior, lo que representa una media de 882 nacimientos diarios.
Según datos provisionales del Instituto Nacional de Estadística (INE), el país registró 322.075 nacimientos, marcando una tendencia decreciente que ha prevalecido durante la última década, salvo por una excepción en 2014.
Este descenso acumulado desde 2013 alcanza el 24,12%. Un fenómeno notable es el incremento de la edad en la maternidad, destacando el aumento del 19,3% en nacimientos de madres de 40 o más años en los últimos diez años, elevando el porcentaje de estos nacimientos del 6,8% en 2013 al 10,7% en 2023.
En la última década, España ha visto un descenso acumulado en el número de nacimientos de un 24,12%, evidenciando una profunda transformación demográfica.
En contraste, solo Madrid y Extremadura experimentaron aumentos en el número de nacimientos, con incrementos del 2,66% y 0,65% respectivamente, mientras que Castilla-La Mancha, Melilla, y Ceuta vieron los descensos más significativos.
Paralelamente, las cifras de defunciones en 2023 muestran una disminución del 5,8% en comparación con el año anterior, con un total de 435.331 fallecimientos, siendo las personas de 85 a 89 años las que registraron mayores descensos tanto en hombres como en mujeres.
Este desbalance entre nacimientos y defunciones resultó en un crecimiento vegetativo negativo en casi todas las comunidades autónomas, excepto en Madrid, Murcia, Baleares, Melilla, y Ceuta, que mostraron saldos positivos. Galicia, Castilla y León, y Andalucía presentaron los saldos vegetativos más negativos, destacando la preocupante tendencia demográfica en España.