El análisis de la Encuesta de Condiciones de Vida 2024, presentado por la Plataforma de Infancia en una conferencia de prensa este lunes, revela que España ha alcanzado en 2023 su récord histórico en carencia material severa en hogares con niños y adolescentes.
Esta situación, según la Plataforma, se refleja en un 10,8% de menores que carecen de recursos materiales básicos para una vida digna, lo que representa un aumento de 4,8 puntos porcentuales con respecto a los datos prepandemia de 2019.
El informe detalla que el año pasado, 867.000 niños y adolescentes se vieron afectados por esta carencia material severa.
Según la edad, la incidencia varía, alcanzando al 9,8% de menores de 3 años, al 10,4% de 4 a 12 años, y al 11,9% de 13 a 17 años. Estas cifras muestran un preocupante incremento comparado con años anteriores: en 2022, la tasa era del 10,1%, en 2015 del 9,1%, y en 2008 del 5,5%.
Este análisis revela que más de uno de cada diez niños y adolescentes vive en hogares con carencias materiales severas.
Específicamente, el 22,7% de los hogares con menores en riesgo de pobreza enfrentan estas carencias, en contraste con el 6,3% de los que no están en riesgo.
El estudio también señala diferencias regionales significativas en la incidencia de la carencia material severa.
Por ejemplo, Canarias registra las tasas más altas, con un 23,1% de hogares afectados, así como una alta incidencia de baja intensidad de empleo en la infancia (18,7%), en comparación con otras regiones del país.
Además, la tasa de riesgo de pobreza o exclusión social AROPE en la infancia ha aumentado en 1,7 puntos, llegando al 33,9% en 2023, mientras que para el conjunto de la población este incremento ha sido de 0,7 puntos, situándose en el 26,9%.
El informe destaca que pertenecer a familias numerosas, monoparentales o con bajo nivel educativo aumenta el riesgo de pobreza.
Por ejemplo, entre los 13 y 17 años, la tasa de pobreza y/o exclusión social es del 37,1%, mientras que entre los 0 y 3 años es del 31,8%.
Otro aspecto preocupante es el aumento de la pobreza energética y alimentaria en la infancia en España. El 19,9% de los hogares con niños y adolescentes no pueden mantener una temperatura adecuada en sus viviendas, siendo las familias monoparentales las más afectadas, con un 33,9% de incidencia.
Además, el 6,9% de los menores de 18 años no pueden permitirse comer proteínas al menos cada dos días.
En este caso, los hogares monoparentales también presentan el mayor porcentaje de carencia, con un 11,5%.
Ante esta situación, la Plataforma de Infancia sugiere medidas para abordar la crisis. Entre ellas, proponen una ayuda a la crianza de carácter universal a través de deducciones fiscales reembolsables, que según el director de la Plataforma, Rodrigo Ibarra, no solo reduciría la pobreza, sino que también apoyaría a las familias con niños en situación de pobreza.
También hacen hincapié en la necesidad de que la Ley de Familia incluya el compromiso con la directiva de conciliación europea, que obliga a remunerar cuatro meses el permiso parental.
Por otro lado, denuncian que el Complemento de Ayuda a la Infancia (CAPI) no está llegando a quienes lo necesitan y piden una mejora en su acceso y procesos burocráticos, así como mejoras en el Ingreso Mínimo Vital (IMV) y las Rentas Mínimas de Inserción.
En cuanto a educación, abogan por avanzar en la universalización de la educación 0-3 de calidad y la creación de políticas específicas para prevenir el abandono y el fracaso escolar en adolescentes.