Una variedad de chocolate que estuvo al borde de la extinción a finales del siglo XIX en Ecuador, hoy ostenta el título del chocolate más caro del mundo, con un valor de 300 euros por cada tableta.
El chocolate To’ak encierra todo un complejo proceso de producción. Este tipo de cacao tiene al menos 5.300 años de antigüedad y se cultiva en la comunidad del Valle de la Plata, después de un difícil trabajo de recuperación que incluyó mezclas con plantas de cacao originarias, en su mayoría, de Venezuela.
La hazaña del To’ak incluye la salvación de su desaparición tras dos fuertes plagas (llamadas la Monilla y Escoba de la Bruja), una delicada fabricación artesanal y una elaboración añeja en la que el manjar se coloca durante 3 años en barricas de coñac.
Más aromático que el vino
Es tan delicado que no se debe morder: hay que tomarlo con pinzas de madera y colocarlo en la boca para que se derrita, mientras emanan sabores y olores diversos, entre jazmín, miel y aromas afrutados.
Contiene 750 moléculas aromáticas, más del doble que el vino, por lo que los más prestigiosos chef, foodies, y hasta personalidades de la realeza, se cuentan entre sus clientes más asiduos.
Al año únicamente se producen 500 tabletas de este chocolate. Solo está disponible en los almacenes Harrods de Londres, en Pekín y en contadas partes de Estados Unidos.