En un evento celebrado el día de hoy, el Ministro de Derechos Sociales, Consumo y Agenda 2030, Pablo Bustinduy, anunció la puesta en marcha de una Estrategia Nacional contra la Soledad. Esta iniciativa surge como respuesta a la creciente preocupación por el impacto de la soledad en el bienestar y la salud de la población, especialmente entre las personas mayores.
El Gobierno Central se compromete a aumentar progresivamente la financiación de la dependencia hasta alcanzar el 50% del total en cada región.
El anuncio se produjo durante la presentación del informe «SOLiEDAD», un estudio elaborado por el Centro Internacional sobre el Envejecimiento (CENIE) y la Universidad de Salamanca. El objetivo principal de este informe es brindar pautas y recomendaciones para prevenir y abordar la soledad y el aislamiento en la población de edad avanzada.
Según las declaraciones del ministro Bustinduy, la Estrategia Nacional contra la Soledad se enmarca en lo que denominó «la revolución de los cuidados», un cambio de paradigma que abandona el asistencialismo y sitúa los derechos sociales como un pilar fundamental para construir una sociedad más digna. Esta estrategia promoverá cuidados de mayor cercanía, abordando la soledad desde una perspectiva comunitaria y de responsabilidad institucional.
El ministro subrayó la importancia de garantizar una cooperación activa con las comunidades autónomas en la atención a la dependencia. En este sentido, destacó el compromiso del Gobierno central de aumentar progresivamente la financiación de la dependencia, con el objetivo de que la aportación estatal alcance el 50% del total en cada región.
Otra medida clave anunciada por Bustinduy fue la Estrategia Estatal de Desinstitucionalización, descrita como una «acción fundamental» para acompañar a las comunidades autónomas en la transición hacia un modelo de cuidados más comunitario y cercano.
Durante el evento, se presentó el decálogo de acciones propuesto por el informe «SOLiEDAD», que incluye recomendaciones centradas en la reciprocidad, el proceso comunitario, la infraestructura social, la prevención, la sensibilización y el respeto por la intimidad de las personas mayores.
La investigación involucró activamente a la población mediante la Investigación Acción Participativa (IAP).
Elisa Sala Mozos, investigadora de CENIE y directora del estudio, destacó la importancia de continuar trabajando a partir de los aprendizajes y activos generados por esta investigación empírica. El enfoque metodológico utilizado, conocido como Investigación Acción Participativa (IAP), involucró activamente a la población en todas las fases del proyecto, con el objetivo de abordar la soledad de forma directa y específica desde una perspectiva de políticas públicas.
La intervención comunitaria se llevó a cabo en Zamora y contó con una participación superior a lo previsto inicialmente, alcanzando a 60 personas con edades comprendidas entre los 60 y los 93 años. Los datos revelaron una mayor prevalencia de la soledad entre mujeres mayores, viudas, divorciadas y personas que viven solas, coincidiendo con hallazgos de otras investigaciones.