Para comprender las etapas del adulto a plenitud, se detallan diferentes etapas del desarrollo humano en la adultez, sus características y su influencia en el ámbito psicológico, la toma de responsabilidades, las relaciones interpersonales y el desarrollo laboral. Comprender las etapas de la adultez en su totalidad permite una comprensión más profunda del proceso de envejecimiento.
Envejecimiento biológico:
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Para empezar, es importante aclarar el significado de adultez. La adultez es la etapa de la vida que sigue a la adolescencia, un momento de madurez integral.
La etapa adulta en psicología se refiere al momento en que un individuo alcanza la madurez integral de su desarrollo físico y mental, que propicia su independencia, solidez en su sistema de valores y creencias, y a su vez la búsqueda de estabilidad social y económica.
Cuando culmina la etapa de la juventud o adolescencia se pueden identificar básicamente algunas características de la edad adulta: Físicamente, se llega al punto máximo de crecimiento. Estabilidad mental o psicológica. Capacidad de asumir responsabilidades y mayor compromiso. Independencia que aumenta al pasar de los años.
La edad en la que pueden comenzar a presentarse características de la adultez es variable, dependiendo intrínsecamente del individuo y las características de la sociedad y la cultura en la que vive.
Es complejo resumir el desarrollo del adulto en etapas definidas o tipos de adultez, siendo muchas las variables que intervienen en ello. Sin embargo, los expertos en psicología del desarrollo han creado teorías que facilitan el entendimiento del desarrollo intelectual y cognitivo que comprenden el proceso evolutivo de la adultez.
Estos cambios se pueden dividir en 3 estadios del desarrollo llamados “etapas de la adultez y vejez” o “etapas de la edad adulta”.
La edad adulta comienza alrededor de los 19 y los 21 años y se puede dividir en tres etapas de la adultez o etapas de la vida adulta distintas de acuerdo a algunos teóricos: Adultez temprana, media y tardía. Sin embargo, también es posible incorporar una etapa abordada recientemente, la adultez emergente.
La adultez emergente es propuesta para definir la etapa de transición entre la adolescencia y la adultez joven, el comienzo de la adultez que abarca aproximadamente entre los 18 y los 21 años. Este concepto surge para tomar en cuenta aspectos que se encuentran definidos y no se adaptan a las etapas de adultez temprana y tardía.
En este estadio es común desde el punto de vista psicológico sentirse entre la adolescencia y la adultez. Estar enfocado en explorar y descubrir la identidad. Pensar de forma egocéntrica e ir descubriendo la independencia sin la seguridad del núcleo familiar, lo que puede promover la inestabilidad emocional, miedo e incertidumbre ante los cambios necesarios para alcanzar el futuro que se desea.
Al ser considerado un adulto, las responsabilidades aumentan: responsabilidad sobre los actos, la sociedad, se espera que se tengan las competencias para desarrollar habilidades sociales y económicas más estables y responsables que en las etapas anteriores del desarrollo.
Esta etapa es caracterizada por el afianzamiento de la confianza y la identidad del individuo, por lo que es común que se explore en el ámbito de las relaciones y se utilicen como medio para descubrir o conocer mejor la vocación, la sexualidad, y los intereses.
Se inicia para muchas personas la independencia económica, siendo necesaria la búsqueda de un empleo o estrategias para generar ingresos que muchas veces va de la mano con el estudio de algunas habilidades específicas.
La adultez temprana comprende aproximadamente entre los 21 y los 40 años. Las principales características de adultez son el pleno desarrollo psicológico y cognitivo que va más allá de la mayoría de edad establecida socialmente y que viene de la mano con asumir mayores responsabilidades, culminar estudios, tratar de aprovechar las oportunidades laborales para tener mayor estabilidad y cumplir distintos roles en las relaciones interpersonales.
Es la etapa de mayor crecimiento y desarrollo en donde el ser humano frecuentemente llega a su máximo potencial físico, e intelectual, logra ser independiente y estable económicamente, consigue pareja y crea una familia, buscando tener las mejores condiciones para envejecer de forma feliz y saludable hasta darle la bienvenida al final de su vida.
Física y mentalmente, se está en el punto final del crecimiento, lleno de entusiasmo y energía. El Desarrollo cognitivo ha llegado a su punto más alto y se desarrolla potencialmente de acuerdo a los conocimientos que se adquieren. Suele desarrollarse la independencia del núcleo familiar y se amplían los círculos sociales.
Es una etapa de descubrimiento de sí mismo en relación con el entorno y las experiencias. También es una etapa de mucha presión social para “lograr algo en la vida” (terminar una carrera, casarse, ser exitoso, etc.) lo cual forja al individuo y lo mueve a avanzar y ser cada vez más independiente.
Como consecuencia de la búsqueda de crecimiento, es común que se comiencen relaciones de pareja más responsables y comprometidas en búsqueda de estabilidad emocional y de vínculos duraderos. Algunas personas pueden optar por iniciar la vida en pareja o inclusive una familia, o perseguir el éxito profesional. Descubriéndose a sí mismos en situaciones sociales diferentes que exigen mayor responsabilidad afectiva y compromiso moral. Cambia la forma de ser percibidos socialmente asumiendo el rol de esposos, padres, o cargos profesionales.
En esta etapa las personas se encuentran en formación para el futuro, estudiando o iniciando activamente una vida laboral.
De acuerdo con Erikson un importante teórico del desarrollo humano, el problema fundamental que se encara en la adultez es el de la productividad frente al estancamiento. Se alaba a una persona productiva y se critica a aquellas que se observan como estancadas y poco exitosas.
Entre las etapas del adulto esta se ubica aproximadamente entre los 40 y los 60 años. Es una etapa en donde generalmente las preocupaciones y prejuicios presentes en la Adultez temprana no existen, se cuenta con estabilidad económica y autonomía total en las decisiones, por lo que puede considerarse una etapa de gran disfrute, plenitud intelectual y espiritual.
Es frecuente que se presente la llamada “Crisis de los 40” en donde los individuos comienzan a observar el decaimiento de algunas facultades físicas o mentales, lo que los lleva a centrarse en la búsqueda de placeres, mejoras en la calidad de vida o tranquilidad por encima de satisfacer los compromisos o expectativas sociales.
Se puede presentar decaimiento físico y algunas dolencias o enfermedades, lo cual depende de la genética y del estilo de vida que hayan llevado en las etapas anteriores de su vida, pero se presenta una preocupación importante por acercarse a la vejez, buscar comodidades para ese momento y esforzarse en mantener buenas condiciones de salud mental y física.
Es considerada la etapa más estable desde el punto de vista social, en donde las personas han creado los cimientos del resto de su vida, y se han realizado en diversos aspectos, por lo que las responsabilidades son muy altas y se tiene un gran compromiso social, con la familia y el trabajo.
Durante esta etapa las personas buscan consolidar la estabilidad creada en la adultez temprana, comprendiendo esto las relaciones personales, economía, profesión y control de sus emociones y facultades. La autorrealización es un tema vital siendo un momento de gran productividad intelectual en donde las experiencias vividas y los conocimientos adquiridos en las etapas anteriores sirven para hacer aportes a la sociedad y al mundo.
En esta etapa de la adultez, las personas han consolidado su vida de pareja, su profesión u oficio, y son completamente independientes. Es común tener hijos en la etapa de la niñez o adolescencia y estar enfocados en darles una buena educación con gran preocupación por su futuro.
La adultez tardía corresponde a la llamada adultez madura. Esta abarca desde los 60 años en adelante, una etapa en donde la adultez y la vejez se juntan, por lo que las personas suelen encontrarse cercanas al retiro laboral, jubilación o descanso.
En este momento se comienza a hablar de la vejez, que no es más que el nombre que se le da a la condición física y mental que tiene el ser humano en los últimos años de su vida.
Puede observarse como una de las etapas de mayor estabilidad de la identidad, consolidación del sistema de valores y creencias, estabilidad económica, familiar y de sabiduría. En donde se tiene tiempo libre para actividades de disfrute que enaltezcan el espíritu y la salud, así como disfrutar de la familia y del rol de abuelos según sea el caso.
Dentro de esta etapa cambia nuevamente la forma en la que el adulto es visto por la sociedad, disminuyendo sus responsabilidades, y teniendo beneficios o consideraciones especiales por la vejez.
Es normal que comience el proceso de transición de una vida activa y de grandes responsabilidades a una vida más tranquila de descanso, lo que puede que sea difícil, generando conflictos internos como inseguridad o sentimientos de inutilidad o miedo a las personas que ocupan estas últimas etapas de la adultez.
Dentro de esta etapa madura se puede acotar que el adulto posee particularmente un cúmulo importante de conocimientos científicos, conocimientos empíricos, y experiencias de los años vividos, por lo que brinda gran apoyo, consejo y asesoría a su entorno personal y laboral con su sabiduría. Siendo generalmente limitadas sus relaciones interpersonales a su núcleo social establecido en los años anteriores y su familia.
Es relevante que los adultos mayores mantengan hábitos y condiciones de vida saludables que les permitan mantener sus facultades mentales y físicas en las mejores condiciones posibles.
Al conocer las etapas del desarrollo humano en la adultez, es fácil identificar en cuál de las etapas de la adultez se está y comprender un poco más sobre los cambios y emociones que se viven, y cómo influye esto en el crecimiento cognoscitivo, profesional y las relaciones interpersonales a lo largo del tiempo. Así como también las implicaciones físicas, mentales y sociales que vienen con cada una de estas etapas. Es importante tener conciencia de las etapas del adulto para poder planificar a corto, mediano y largo plazo, procurando así disfrutar y aprovechar al máximo cada una de las etapas de la adultez y lograr una vejez saludable y exitosa.