Es una situación sin precedentes que Siria haya sido expulsada durante más de cinco años del bloque regional de la Liga Árabe para el comité de Asuntos Árabes, quien solicitó ante el Parlamento de Egipto el regreso del país al torneo.
Los pactos de Al Assad
La nación de la costa oriental mediterránea fue apartada de la Liga en el año 2011, por “no haber facilitado una solución política a la crisis”. En este sentido, Bashar Al Assad, presidente de Siria, consideró que la decisión fue ilegal, pues deja al descubierto que el grupo regional sigue las órdenes de las “agendas estadounidenses y occidentales”.
En cuanto a los pactos concertados entre los portavoces del gobierno de Al Assad y de la oposición, el comité se basó, desde Astaná capital de Kazajistán, en la premisa de mantener los entes políticos, y la unidad y soberanía de Siria.
A raíz de los acuerdos estratégicos que comulgan Rusia y El Líbano, quienes están a favor del retorno de Damasco (capital de Siria) al grupo regional, el comité busca intervenir de forma positiva dentro de los conflictos que presenta Siria.
En el parlamento también se destacó que los sirios tienen la responsabilidad y el derecho de optar sobre el futuro de su nación; es decir, formar un gobierno mediante los canales democráticos y elecciones libres.
La guerra que afecta a todos los países árabes
Siria vive sumida en una problemática desde que los grupos armados y terroristas, respaldados por Occidente, desean destronar al gobierno sirio. Dicho conflicto ha cobrado alrededor de 400.000 vidas, según aprecia Staffan de Mistura, enviado especial de la Organización de las Naciones Unidas.
La desintegración del país podría representar una amenaza para toda la región, incluyendo Egipto, que ha evidenciado su apoyo hacia el mandato de Al Assad, lo que ha provocado el descontento de Arabia Saudita y de las naciones árabes que apoyan el terrorismo.