Japón es un país lleno de costumbres y ritos ancestrales que definen su estilo de vida. Su sistema de creencias, el honor, el deber, la lealtad, las ceremonias, toda su cultura y sus tradiciones resultan tan extraños como atrayentes para el mundo occidental. Al mismo tiempo es una nación que ha destacado por su exitoso sistema económico, su desarrollo tecnológico, corporativo y su particular visión de negocio que ha dado origen al nacimiento una cultura empresarial creada a la luz de la modernidad.
En este artículo aprenderás cuáles son las principales filosofías empresariales usadas en Japón, los modelos de organización de trabajo enraizados en su cultura e historia y la influencia occidental de mediados del siglo XX que han convertido a este país en una potencia mundial.
En los comienzos del siglo XX Japón se perfila como una potencia militar y económica que afianza su poder a través del expansionismo y la conquista de los territorios del entorno. Sin embargo, años después, tras la derrota sufrida con la segunda guerra mundial, el país se sumerge en una grave crisis económica.
Las tropas aliadas entran en Japón bajo el mando de Estados Unidos en un momento en que se encuentra devastado por la escasez de alimentos, la paralización de la economía, la inflación, etc. La ocupación norteamericana (1945-1952) se encarga de desmilitarizar el país y de realizar la reorganización política y económica. Muchas de las medidas patrocinadas por Estados Unidos en esta época definen el carácter y posterior desempeño de su economía.
Las principales medidas de transformación tomadas durante los años de ocupación fueron:
Una mezcla de tradición japonesa con influencia del modernismo occidental crea una cultura híbrida que se instaura en la empresa. Las reformas que se emprendieron unidas a la práctica japonesa (ética y amor por el trabajo, deseo ilimitado de aprender, perfeccionismo, lealtad al grupo, etc.) son la causa de la construcción de una sociedad y una economía extraordinariamente dinámica y productiva.
Por otra parte, un aspecto fundamental para su posterior éxito económico y empresarial fue el sistema educativo, que logra una de las tasas de alfabetización más altas del mundo, fomenta la excelencia y la disciplina, preparando así una fuerza de trabajo bien formada y efectiva. Es de esta forma que en un lapso relativamente corto de tiempo, entre 1945 y 1960, Japón se recupera y se convierte en un país industrializado de economía creciente.
Una filosofía de trabajo es el conjunto de normas y principios que sirven como guía para reglamentar la actividad laboral de empresas e instituciones. En la filosofía empresarial a menudo también pueden estar contenidos los valores éticos y culturales de la compañía y de sus trabajadores. A continuación las principales filosofías empresariales y relaciones de trabajo de Japón.
Aunque Ikigai no es una filosofía empresarial propiamente, es una filosofía de vida íntimamente relacionada con el trabajo. Quiere decir “razón para vivir” o “razón de ser”. Inicialmente esta filosofía hacía referencia a las respuestas de las siguientes inquietudes: ¿Qué te gusta hacer?, ¿Qué haces bien?, ¿Qué necesita el mundo de ti? Posteriormente la cultura occidental agregó la pregunta ¿Por cuál actividad me podrían pagar? De esta forma se añade el factor monetario y de trabajo al propósito de vida.
En la cultura japonesa el trabajo es una condición indispensable para la realización personal y por lo general se transforma en un proyecto de vida o Ikigai. Para los japoneses el trabajo hace la diferencia en la vida de una persona. No es solo el sitio donde asisten para ganar dinero, forma parte de lo que son y es probable que dediquen gran parte de su vida al trabajo en la misma empresa.
Los japoneses suelen tener largas jornadas laborales con fines de semana y días festivos incluidos. Se calcula que alrededor del 25% de la población productiva hace 80 horas extras en el mes y en ocasiones los desplazamientos hasta los lugares de trabajo son de más de 4 horas. Todas estas circunstancias dan origen a un fenómeno social llamado Karoshi o muerte por exceso de trabajo, declarado como un problema de salud pública y reconocido oficialmente desde 1987. A pesar de la filosofía del Ikigai todos los años cientos de personas mueren como consecuencia del exceso de trabajo. Las estadísticas oficiales en 2015 indicaban 2.310 víctimas debido a esta causa.
En Japón los contratos laborales pueden no tener especificado el cargo que se va a ejercer, la ubicación del trabajo, las condiciones, ni el número de horas de trabajo por semana. De todas formas aunque vengan especificados, según la normativa laboral, el empleador tiene derecho de modificarlos.
En estas condiciones el trabajador no puede negarse a realizar determinadas tareas, trasladarse a lugares lejanos, cumplir con las horas extras que le pida el patrono o trabajar en días feriados y fines de semana. A cambio de la aceptación de este sistema de trabajo, puede reclamar otro puesto en la empresa (ser reubicado) si el suyo deja de existir (que es la causa más común de despido en occidente). Este sistema se conoce como «sistema de trabajo de por vida» o “empleo basado en la membresía”.
La maquinaria empresarial japonesa es muy exigente en todos los niveles. El «Lean Thinking», pensamiento Lean o Lean Manufacturing es una filosofía de trabajo que nace en los años 50 y es un método que tiene como objetivo conseguir la máxima eficiencia, evitando el despilfarro y reduciendo costos a través de la eliminación de desperdicios y actividades que no aportan ningún valor al proceso.
El pensamiento Lean (Lean Thinking) mantiene total vigencia aun hoy en día y se adapta de forma perfecta a la nueva realidad empresarial. Algunas de las herramientas y técnicas de organización y gestión que incorpora para lograr el máximo rendimiento son: Kaisen, Just in Time, 5S y Kanban.
Esta filosofía de trabajo japonesa es la más conocida mundialmente. Este método es básicamente la mejora continua de los procesos mediante su conocimiento y seguimiento exhaustivo con la participación de todos los trabajadores, desde los trabajadores de la base hasta los directivos. La palabra kaizen está formada por la palabra “kai” que significa “cambio” y “zen” que quiere decir “bueno” o “beneficioso”, el nombre lleva implícito lo que es la filosofía en sí misma.
Este modelo se puede resumir en “hoy trabajamos mejor que ayer y peor que mañana”. Su principio vital es que no puede pasar un día sin que alguna parte del proceso haya sido mejorada y esto puede aplicar para cualquier sector o parte de la maquinaria. Una de las características básicas de la filosofía Kaisen es el espíritu del equipo y los intereses colectivos que deben prevalecer sobre el trabajo individual. Mantener motivado al personal, el desarrollo de la cultura participativa y el sentimiento grupal son aspectos esenciales de este modelo.
Esta herramienta tiene su origen en el Japón ocupado por las fuerzas estadounidenses tras la derrota de la segunda guerra mundial, cuando llegan al país expertos en control de calidad con el objetivo de ofrecer servicios a las industrias relacionadas con la guerra. Este método, asimilado rápidamente por los japoneses, reunió la ancestral filosofía de superación oriental con la inteligencia racional occidental y dio origen a una estrategia que lleva a este país a estar entre las más prósperas economías del mundo, aplicada por marcas tan famosas como Honda, Toyota o Sony.
Existen algunas variantes dentro del mismo método, sin embargo, los pasos esenciales del proceso son los siguientes:
El creador fue Taiichi Ohno, un ingeniero industrial japonés. Este método “justo a tiempo” fue implementado por la Toyota en los años 70 y también se conoce como el “método Toyota” o “JIT” por su siglas en inglés.
Se puede resumir en “solo hacer lo necesario, cuando sea necesario y en la cantidad necesaria» o “tener lo que se necesite, en el momento que se necesite y en las cantidades que se necesiten” y está orientado a reducir costos de producción sobre todo en lo relacionado con la utilización y almacenaje de la materia prima usada en el ensamblaje de los vehículos. La idea es que los suministros lleguen a la fábrica (o el producto al cliente) justo antes de ser utilizados, evitando todos los desperdicios posibles, el tiempo de espera de personas o máquinas, la necesidad de almacenar, trasladar, etc.
En occidente, especialmente en Estados Unidos esta filosofía empresarial fue vista con mucho escepticismo hasta que la Hewlett-Packard lo puso en práctica y demostró que el modelo podía ser usado con éxito por otras culturas. Fue llamado “producción sin existencias”. Posteriormente otras empresas estadounidenses lo adoptaron logrando reducir en un 70% el inventario, 50% de costos laborales y 80% en utilización del espacio.
La filosofía de trabajo de las 5S es hoy en día usada en muchas partes del mundo aunque es originaria del Japón. Es una de las filosofías englobadas en Lean Manufacturing. Su objetivo es tener limpio, depurado y organizado los lugares, maquinarias, información y todo lo concerniente al trabajo, para conseguir un mejor y más eficiente entorno laboral. El nombre “5S” viene dado por las 5 iniciales de cada una de las características del modelo que se basa en estos principios básicos:
Originalmente era un tablero con tres columnas: “Por hacer”, “En proceso” y “Hecho”. Así se visualizaba de forma clara las diferentes etapas del proceso y los cuellos de botella donde se entorpecía el flujo natural del trabajo. A comienzos del siglo XXI las compañías de software se dieron cuenta que este método puede aplicarse a cualquier tipo de industria. En la actualidad cuenta con interesantes aplicaciones que sirven para diversos segmentos del mercado.
Sus principios son básicamente:
Muchas de las filosofías empresariales de Japón en la actualidad son una referencia mundial. La combinación de los valores de la cultura japonesa y la influencia occidental de mediados del siglo XX dieron lugar a un modelo muy eficaz para el perfeccionamiento y la eficiencia de los procesos de las más grandes y representativas industrias de ese país, copiado incluso por empresas del mundo occidental, sin embargo, en algunos casos las duras condiciones laborales y su nivel de exigencia ocasionan un costo social que hoy en día está cuantificado y considerado como un problema de salud pública en ese país.