La historia de cómo Daria Pushkareva terminó convirtiéndose en una cuidadora de animales discapacitados por vocación es verdaderamente ejemplar.
Quien fuese una de las más reconocidas fotógrafas de bodas de Rusia, con experiencia adicional de seis años en cine, se dio cuenta un día que la vida era mucho más que tener extenuantes jornadas de trabajo de 15 horas al día.
Después de aceptar que no se sentía realmente feliz con su estilo de vida y con su carrera, tomó la decisión que lo cambiaría todo: retirarse de la fotografía para tener su propio refugio de animales.
Todo comenzó con un cachorro
Mientras trabajaba aún con las cámaras, Daria hacia donativos y administraba terapias y alojamientos para perros en internet.
Pasado un tiempo, se topó con un cachorro de un refugio sin un ojo que no solo necesitaba dinero para una consulta con un oftalmólogo veterinario, sino que requería de alguien que le llevase a la consulta.
Daria no solo hizo el donativo para la consulta (unos 132€), sino que además llevó al cachorro al veterinario.
Después de esa experiencia, Daria y su marido comenzaron a rescatar un perro tras otro. Todos ellos compartían una misma característica: estaban enfermos o presentaban alguna discapacidad y algunos ya estaban en riesgo de ser sacrificados.
La mudanza a una casa de campo
Tras adoptar a un perro con trauma cráneo-cerebral que actuaba de manera muy agresiva hacia los demás perros de la casa, se vieron frente a una decisión: o lo regalaban o se mudaban a las afueras de la ciudad para darle el espacio que necesitaba al aire libre.
No dudaron en apostar por la segunda opción, así que, después de solicitar dos préstamos, pudieron mudarse a una casa en el campo a 160km de Moscú.
Con la nueva casa y el pasar del tiempo, la familia se iría agrandando. Después de cuatro años, Daria y su esposo tuvieron que ampliar el recinto de los animales y hacer mejoras a la casa para poder adoptar a un total de 100 animales entre perros, zorros árticos y perros mapaches.
Así es un día normal para Daria
Tanto Daria como su marido desarrollaron con el tiempo la experiencia veterinaria necesaria que les ha permitido cuidar muy bien de sus animales.
Para Daria, un día común comienza bien temprano, al amanecer, proporcionando comida y paseo a todos sus animales.
El cuido también incluye la atención médica necesaria con veterinarios, la limpieza de sus espacios y la interacción amorosa con los caninos.
Con el tiempo, Daria cambió las fotos de boda por fotos con sus tiernas mascotas caninas en su Instagram.
Actualmente, ella y su marido cuentan con dos empleados que les ayudan con los quehaceres de los perros. También tienen la valiosa ayuda de algunas personas que voluntariamente les envían donativos para la manutención de las mascotas.
A pesar de que su principal ocupación y prioridad son sus 100 animales, Daria todavía encuentra tiempo para trabajar como freelance para proyectos fotográficos que no requieren tanto tiempo de ella. Actualmente, se dedica exclusivamente a los retoques.
Con tan hermosa labor, Daria desea incentivar una cultura de cuidado y buena actitud hacia los animales, y de manera muy especial, hacia los que presentan alguna discapacidad.