El gobierno francés ha decidido tomar medidas contundentes para frenar el fenómeno de la moda ultra rápida o «fast fashion».
Esta iniciativa legislativa busca poner freno a la acumulación de prendas difícilmente reciclables en vertederos, causada por el consumo desmedido de ropa barata y de baja calidad.
Se aumentarán los impuestos a empresas que fabrican prendas de baja calidad.
El proyecto de ley aprobado recientemente contempla un aumento en los impuestos dirigidos a las empresas que fabrican este tipo de productos. Además, se regulará de manera estricta la publicidad de estas prendas, la cual se difunde principalmente a través de las redes sociales, aprovechando las tendencias efímeras y la cultura de lo «desechable».
La medida no solo apunta a reducir el impacto ambiental de la industria textil, sino también a favorecer la producción europea frente a la asiática. Esto se traduce en un esfuerzo por promover prácticas más sostenibles y condiciones laborales dignas en el sector.
Se regulará la publicidad de estos productos, difundida principalmente en redes sociales.
En un contexto en el que la conciencia ambiental y la preocupación por el cambio climático están en auge, esta iniciativa francesa representa un paso firme hacia una industria de la moda más responsable y respetuosa con el medio ambiente.
«La moda desechable es una amenaza para nuestro planeta y debemos actuar de manera decisiva para frenar esta tendencia insostenible»,
Declaró la ministra de Transición Ecológica, Barbara Pompili, en una rueda de prensa.
«Estas medidas buscan incentivar a las empresas a adoptar prácticas más ecológicas y a los consumidores a replantearse sus hábitos de consumo».
Por su parte, los expertos en moda sostienen que esta ley podría marcar un antes y un después en la industria, sentando un precedente para que otros países sigan los pasos de Francia en la lucha contra la moda desechable.