Una investigación realizada por la compañía estadounidense de oxígeno Inogen revela que alrededor del 70% de las mujeres consideran a los fumadores no atractivos, mientras que el 56% asevera que no saldrían con un fumador o vapeador.
Entre los hombres las cifras, variaron significativamente. Un 46% afirmó que no saldría con una persona que fuma y un 65% dijo que no les atraen las fumadoras. En el estudio participaron 1006 solteros de entre 18 y 76 años, que fueron analizados para entender su relación con el acto de fumar cigarrillos tradicionales o cigarrillos electrónicos.
Este tipo de fetiche, que lo pueden padecer tanto los hombres como las mujeres, es conocido como capnolagnia, que significa atracción sexual por ver a alguien fumar.
Los hombres que la padecen ven a las mujeres como inocentes criaturas que se han corrompido por el cigarrillo. En cuanto a las mujeres, éstas ven a los hombres con una mayor masculinidad por el hecho de fumar, lo que los convierte en ejemplares idóneos con los emparentarse.
En el estudio de Inogen, el 57% de los encuestados eran no fumadores, el 24.3% fumaba y el 18.4% eran vapeadores.
Cuando se les pidió a los participantes que explicaran las razones por las que no saldrían con un fumador, el 91% señaló al olor a humo como la principal causa. Un 75% alegó preocupaciones por el hecho de inhalar humo como fumador pasivo.
La empresa explica que un 54% de los encuestados también dio la espalda a los cigarros electrónicos, a los que tampoco consideran atractivos.
Las personas están al tanto de que el cigarrillo es malo para la salud, sin embargo, en el mundo existen millones de fumadores que, a pesar de las advertencias médicas, continúan fumando.
Fumar es la causa número 1 de muerte prevenible en decenas de países. De hecho, acaba con la vida de más personas que la obesidad, las drogas o los accidentes de tráfico.
De acuerdo a la Organización Mundial de la Salud (OMS), el cigarrillo es un “asesino gradual”, ya que poco a poco va dañando la salud de las personas sin que ellas lo noten. Cuando ya se dan cuenta de los efectos que les ha dejado en el cuerpo, ya son adictos a él.
Sherry McKee, directora del Laboratorio de farmacología conductual de Yale, explica que, por lo general, los fumadores comienzan con el hábito siendo muy jóvenes en medio de reuniones o eventos sociales.
“La mayoría piensa que lo pueden abandonar con facilidad y que no serán fumadores a largo plazo”.
Los expertos aseguran que llega un momento en el que los jóvenes pierden su capacidad para elegir libremente dejar de fumar.