Los expertos coinciden en la importancia de ayudar a la infancia para un sano desarrollo en la vida adulta. En un individuo, la infancia puede determinar la calidad de vida en el futuro, pero ¿qué ocurre cuando se trata de la infancia de miles o millones de niños?
Si la etapa infantil es clave para la vida adulta, ¿hablar de millones de niños no sería cifra suficiente para referirnos al futuro de todo un país? De acuerdo a la organización internacional Aldeas Infantiles SOS, 220 millones de niños, aproximadamente, viven desprotegidos y abandonados en todo el mundo. Razón suficiente para sumar fuerza en ayudar a la infancia.
Se trata de un número alarmante, e incluso en España la cifra asciende a un aproximado de 300.000 o más menores en riesgo de crecer separados de sus padres. Esto sin incluir la cantidad de niños que ya han perdido el cuidado de sus familias y se ven obligados a depender de instituciones del estado.
El capital humano es el principal recurso de cualquier nación, por lo cual, invertir en la infancia es una manera de promover la calidad de este capital a largo plazo. Independientemente de la posición socioeconómica del niño, garantizar su desarrollo es vital por asuntos éticos y morales.
No solo la economía se beneficia de una infancia sana, sino también el ámbito cultural y social. Se sabe que el aprendizaje en la niñez genera un mejor aprendizaje en las etapas posteriores. Y aún más, incentivar habilidades de socialización y convivencia incrementa las posibilidades de mejores ciudadanos.
La clave parece estar en la familia. Por esta razón hay organizaciones cuyo trabajo comienza en dar herramientas indispensables a familias en riesgo de perder a sus niños por diversos motivos.
Aldeas Infantiles SOS ha llevado a cabo un importante trabajo en ayuda a los niños desde hace más de cincuenta años en España. Uno de sus principales trabajos ha sido reforzar la educación y los valores en familias con problemas. Para esta ONG la pobreza infantil en España es un asunto que amerita atención y acciones que promuevan el cambio.
Una pequeña donación o hacerse socio puede contribuir con una larga lista de beneficios:
Donar o colaborar con alguna ONG de infancia es una forma eficaz de ayudar a quienes más lo necesitan. Además, la calidad de vida de los niños en cualquier estrato social es un índice significativo para el futuro económico, social y cultural de la nación. El futuro permanece en riesgo mientras aún haya niños en situaciones vulnerables alrededor del mundo.