Estos coloridos accesorios de fiesta una vez que son desechados, en muchos casos, van a parar a los mares y océanos, sumándose a la gran cantidad de escombros flotantes que amenazan la vida una gran cantidad de especies.
Las aves marinas de todo el mundo se ven cada vez más afectadas por la sorprendente cantidad de plástico que hay en mares y océanos. Al encontrarse con estos escombros flotantes en la superficie del agua, las aves marinas los confunden con alimento y los ingieren, sufriendo así daños gastrointestinales.
Este lamentable hecho quedó demostrado en una encuesta reciente en la que se analizaron más de 1,600 aves marinas muertas y se descubrió que, en más de una cuarta parte del total, las muertes estaban relacionadas con el consumo de plástico. Más específicamente aún, de cada 10 aves, 4 murieron a causa de escombros blandos, como los globos.
Si bien el consumo de plástico es dañino para las aves, un nuevo estudio ha demostrado que los globos incrementan hasta 32 veces la posibilidad de muerte en comparación con plásticos duros.
El estudio demostró que el consumo de estos desechos produce un bloqueo en el tracto gastrointestinal de las aves, llevando a infecciones y otras complicaciones.
En muchos casos, estas aves mueren de hambre al encontrarse bloqueado su intestino y no poder ingerir ningún tipo de alimento.
Las cifras arrojadas por este estudio son realmente devastadoras, al estimar que la cantidad de desechos marinos flotantes a nivel mundial llega a superar las 250,000 toneladas.
Sin embargo, este tipo de estudios permite despertar consciencia en la población. Al conocer el terrible impacto que los aparentemente inofensivos globos tienen sobre estas especies, puede comenzar un proceso de transformación que busque iniciativas para reducir este tipo de desechos.