(Shahariar Lenin / Pixabay CC0)
Seguramente habrás escuchado hablar sobre el Mindfulness y los múltiples beneficios que su práctica aporta. En cualquier librería encontrarás una gran cantidad de libros disponibles sobre el tema, que los profesionales del coaching recomiendan para cualquier tipo de persona y que se ha comenzado a implementar en grandes empresas, con el fin de mejorar la calidad de vida de sus empleados y de paso garantizar buenos resultados empresariales. Pero ¿qué es y por qué está tan de moda? Aquí te daremos la respuesta.
Mind-full-ness
También conocido como atención plena, es una práctica que te devuelve al presente, uniendo cuerpo, mente y espíritu en un solo cometido. Así, te permite tomar conciencia del ahora y desarrollar tu atención, utilizando la respiración como punto de partida. Se lo asocia con la meditación budista, pues se trata de hacer mini meditaciones; y su fundador moderno, Jon Kabat-Zinn, asegura que su finalidad es cuidar la salud emocional y vivir con atención plena.
¿Te ha pasado que estás caminando a algún lugar y de pronto te das cuenta de que has avanzado un trayecto largo del que no recuerdas nada? Esto sucede porque nos perdemos en nuestros pensamientos, desconectándonos con el ahora y distrayéndonos del presente. La práctica del Mindfulness ayuda justamente a prestar atención consciente a lo que está ocurriendo en cada momento, con aceptación, interés y curiosidad, alejándonos así de las divagaciones respecto a lo que ya sucedió o no acontece. Es una forma comprobada de reducir el estrés y la angustia emocional.
3 ejercicios hacia el Mindfulness
Comienza a integrar esta técnica en tu vida con tres sencillos ejercicios, que podrás realizar a cualquier hora del día y en donde estés:
Un minuto enfocado en tu respiración
Haz este ejercicio en cualquier momento y varias veces al día: con tus ojos abiertos, concéntrate en tu respiración y olvida el resto. Trata de aspirar por la nariz y soltar por la boca, repetidamente, prestando mucha atención al sonido y ritmo del aire.
Esfuérzate por mantener en ello tu atención, devolviendo tu mente al presente cuantas veces sea necesario, apenas notes que has empezado a divagar. Al cabo de un minuto te sentirás más relajado y consciente para continuar con tu día.
Observación consciente
Para realizar este ejercicio debes elegir un objeto que tengas alrededor durante cualquier momento del día. Pon toda tu atención en él hasta que tu mente logre olvidarse del resto.
Fíjate en sus características, su peso, su color, sus más pequeños detalles. Dale importancia a cada uno. Ese objeto específico será tu presente durante los siguientes cinco minutos.
Piensa positivamente
Suena trillado, pero debes comenzar a entrenar tu mente para que deje los pensamientos negativos. Cada vez que alguno te invada, respira profundamente y deja que se marche mientras le haces lugar a uno positivo.
Haz la prueba: comienza tu día con pensamientos positivos (que no es lo mismo que irreales) y date cuenta de cómo tu ánimo mejora significativamente, ahorrando energía y permitiéndote enfocar. Piensa que suele ser mucho peor lo que imaginamos que va a ocurrir, que lo que sucede en realidad, así que no te adelantes trágicamente al futuro.
Con esta sencilla guía hacia el Mindfulness y los beneficios que te traerá su práctica, no tienes excusa para seguir viviendo estresado. Prueba con estos sencillos ejercicios y compártelos con tus amigos, ¡quienes seguro te lo agradecerán!
