A partir de los años de 1990 muchas empresas adoptaron nuevos enfoques organizacionales que se basan en el liderazgo. Pero el término habilidades blandas, y por oposición el concepto de habilidades duras, tiene origen en 1972 y su creación proviene de un manual de entrenamiento de las Fuerzas Armadas de Estados Unidos. En el mismo se reconoce la necesidad de motivar a la tropa mediante un liderazgo efectivo, más allá del conocimiento técnico y la preparación física, y se empiezan a desarrollar las competencias blandas en el personal del ejército.
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Qué son las habilidades blandas
Las habilidades blandas son capacidades no medibles, aunque sí verificables, las cuales se basan en cualidades personales relacionadas con el liderazgo y la relación con otras personas, así como en las actitudes ante situaciones complejas. Las competencias duras y blandas son iguales de importantes, pero las segundas están cobrando mayor relevancia debido a que son más difíciles de conseguir y hacen una gran diferencia en los ambientes laborales.
Excelentes pruebas acerca de por qué son importantes las habilidades blandas son diversos estudios encuestando a los responsables de recursos humanos de las empresas. Uno de ellos fue realizado por LinkedIn, donde el 92% de los participantes afirmó que sus compañías le daban peso similar a las competencias duras y blandas. Simultáneamente, el 89% consideraba que los errores en cuanto a contrataciones de personal no adecuado se habían cometido por causa de las habilidades sociales de los nuevos empleados.
Como ejemplos de habilidades duras y blandas se podría mencionar el caso de un gerente que es un genio en todas las áreas de finanzas, mercadeo, ventas, estrategias de negocios y planificación, pero que no sabe cómo motivar al personal y se comporta como un jefe que manda y no como un líder que dirige. Seguramente marchará mejor otra empresa con un directivo no tan brillante, pero con cualidades humanas más desarrolladas, porque al final de cuentas los que producen son los trabajadores.
Para entender mejor qué son las competencias blandas es importante conocer sobre qué rasgos se fundamentan. Estos rasgos suelen tener un importante componente innato, ya que pesan factores biológicos sobre ellos y en gran parte corresponden a la personalidad, pero también se pueden desarrollar mediante el aprendizaje y la práctica. Las siguientes cualidades son una buena guía para comprender qué son habilidades blandas.
Inteligencia emocional
Las personas inteligentes emocionalmente son muy valiosas por las características que ello implica. No se dejan llevar por las emociones y saben gestionar las situaciones difíciles. Mantienen fría la cabeza y por lo tanto pueden tomar decisiones acertadas y racionales en los momentos de mayor presión sin estresarse. Son autocríticas y aprenden de los errores sin sentirse derrotados, porque entienden que tanto los aciertos como las fallas son parte de la dinámica de la vida, por lo tanto se mantienen motivados y orientados hacia las metas.
Inteligencia interpersonal
Es la capacidad para establecer vínculos afectivos con los demás. Depende en gran parte del entorno familiar en que creció el individuo ya que, en la medida que haya sido un niño respetado, su facilidad para comunicarse será mayor. Por otra parte, también se basa en un importante componente neurológico, al estar relacionada con una parte del cerebro denominada área de Broca. Estas personas poseen una sensibilidad especial para comprender los estados de ánimo de quienes le rodean. Son sociables, generosos, extrovertidos, tienen buen sentido del humor y disfrutan de la gente.
Autoestima
La autoestima está fundamentada en el autoconcepto, es decir, lo que pensamos sobre nosotros mismos, lo cual también está muy relacionado con la niñez que tuvimos y la seguridad que nos brindaron nuestros padres. Por otra parte, además se fundamenta en lo que percibimos que de nosotros piensan los otros y se fortalece en la medida que recibimos muestras de aprecio y admiración. Las personas con una autoestima positiva son las más proclives a desarrollar las competencias blandas de una manera natural. Por el contrario, a las que tienen una autoestima negativa les costará más.
Características de las competencias blandas
Otra forma de ilustrar qué son habilidades blandas es a través de sus características prácticas, lo que quiere decir para qué sirven en la vida real, de las cuales se mencionan las más sobresalientes.
Son necesarias en todos los ámbitos
De acuerdo a lo señalado en cuanto a los rasgos en que se fundamentan, es obvio que en cualquier situación las competencias blandas son importantísimas. Esto aplica para la vida familiar, el trato con los vecinos, la escuela y la universidad, así como idealmente para las relaciones entre los ciudadanos de un país, evidenciándose que es necesario un programa educativo estructurado que abarque a toda la población incluyendo a sus dirigentes. Aunque en muchos centros de enseñanza ya se toma en cuenta esta necesidad, no es una iniciativa masificada ni promovida por los Estados.
Incrementan la productividad de las empresas
Diferentes estudios ratifican que las empresas incrementan su productividad en la medida que la mayor parte de sus trabajadores poseen habilidades blandas. Algunas de estas investigaciones han medido, a través de diversos índices como por ejemplo la calidad en el servicio, o la reducción de los márgenes de error, los resultados de programas de capacitación en actividades blandas.
Adicionalmente, se evidencia que los empleados se comprometen más con las organizaciones, por lo que baja la rotación de personal, y los equipos están más cohesionados y orientados al logro.
Garantizan el éxito profesional
Para triunfar en cualquier ámbito, hoy en día no sólo son importantes los títulos universitarios o la experiencia acumulada en una profesión. La dinámica laboral actual exige un balance entre las habilidades blandas y duras, teniendo cada vez las primeras mayor peso.
A través de diversos estudios se ha demostrado que, en los individuos que alcanzan las posiciones más altas dentro de las empresas, ha primado aproximadamente un 80% de habilidades soft sobre un 20% de las duras. Los gerentes más famosos de la historia, como por ejemplo Bill Gates, son especialmente reconocidos por poseer estas competencias.
Cómo se desarrollan las habilidades blandas
A nivel personal se pueden desarrollar las habilidades suaves a través de la lectura de libros especializados, mirando películas relacionadas con el tema, o siguiendo el ejemplo de los líderes que poseen estas características. Sin embargo, es mucho más importante enfocar el tema desde el punto de vista empresarial, ya que no todos los empleados poseen el interés de adquirir competencias suaves por su propia cuenta y, por otra parte, a toda organización le interesa desarrollarlas para mejorar su productividad o calidad de servicio.
Filosofía y modelo de organización
Las habilidades suaves deben ser parte de la cultura y el ADN de las organizaciones si se quiere lograr que las mismas representen un impacto contundente. Es una premisa que muchas veces se establece a través de la misión y visión, pero frecuentemente sucede que la realidad no tiene nada que ver con que allí está escrito.
Por otra parte, es elemental que los directivos revisen el modelo o escuela de administración que están siguiendo, o por lo menos a cuál se asemeja. Por ejemplo, con una filosofía afín a la Escuela Clásica o a la Escuela Burocrática, si recordamos qué es una habilidad blanda, salta a la vista que será muy difícil, por no decir imposible, que pueda prosperar la iniciativa.
Team building
Estas actividades ocasionalmente se llevan a cabo dentro de la empresa, pero idealmente en algún ambiente natural, ya sea playa, campo o montaña, donde se realizan dinámicas especiales con técnicas específicas. A veces las dirigen las cabezas de los departamentos de Recursos Humanos, pero no es lo más recomendable.
Por una parte porque ellos están imbuidos en la problemática de la compañía y lo más probable es que sus conclusiones no sean del todo objetivas, y por la otra debido a que posiblemente los empleados no se sientan en total libertad para manifestar sus inquietudes, siendo lo más idóneo contratar a un consultor externo.
Coaching
El coaching es una actividad muy de moda. Se trata de que un experto asista a la empresa, bien sea como asesor de forma grupal o individual. Su rol es guiar al cliente y no puede dar consejos. Por otra parte, es oportuno señalar que en las empresas trasnacionales los gerentes reportan al headquarter y son evaluados como cualquier otro empleado, por lo que, si fuera el caso, seguramente al directivo estrella mencionado al principio le saldría coacher. Por supuesto siempre que acepte que tiene áreas de oportunidad, que es como se dice en lenguaje técnico cuando alguien no está haciendo bien las cosas.
Ejemplos de habilidades blandas
Si nos preguntamos cuáles son las habilidades blandas, la respuesta es que pueden llegar a quince, dependiendo de quién las defina. Es imposible que un empleado las tenga todas y más imposible aún que todos las tengan. Por tal motivo, los expertos recomiendan seleccionar un máximo de cuatro, dependiendo de los objetivos de la empresa, para encauzar los esfuerzos en esta dirección y también en cuanto al reclutamiento de nuevo personal. Al respecto, a continuación se listan cuatro ejemplos con una breve descripción.
Mente abierta
Tener mente abierta equivale a estar dispuesto a escuchar nuevas ideas sin desechar a ninguna por descabellada que pueda parecer. Los individuos con esta característica son humildes y si una opinión les parece mejor que la suya la acogen con entusiasmo. Además son flexibles y se adaptan al cambio sin reticencia.
Empatía
Es un término bastante amplio, pero se podría resumir como la cualidad de entender los sentimientos de los demás y conmoverse, por lo que tiene también tiene mucho que ver con compasión y especialmente con solidaridad. Un individuo empático comparte con sinceridad tanto la tristeza como la alegría ajena y se emociona con ambas.
Cooperación
Este es el tipo de persona que siempre está dispuesta a colaborar con sus compañeros aún sin que se lo soliciten. Si alguien se tiene que quedar en la oficina hasta más tarde no duda en acompañarle y ayudarle. Es lo diametralmente opuesto a aquellos que a la hora de salida, así vean a los demás reventados, recogen sus cosas y se van porque “ese no es su trabajo”.
Orientación al logro
Estas personas son muy entusiastas, les gusta trabajar en pro de un objetivo y no por cumplir un horario. Es más, si no persiguen una meta tienden a aburrirse ya que pierden su fuente de adrenalina. Por otra parte, son individuos dinámicos, proactivos, creativos, planificados y muy comprometidos con la empresa para la que trabajan.
El modelo organizacional del siglo XXI proyecta seguir requiriendo, cada vez en mayor medida, empleados con competencias blandas. En este tipo de empresas las estructuras no son tan piramidales y se trabaja en equipo de acuerdo a metas, por lo cual se necesitan capacidades especiales. Los títulos académicos y la experiencia son importantes, pero deben estar acompañados de otros ingredientes, por lo que es necesario adquirir tantas habilidades blandas como sea posible, porque de lo contrario se corre el riesgo de quedar fuera del mercado laboral.