Tras un pequeño resumen de la historia de Israel, los que quieran profundizar un poco más caminarán por los principales hitos de un pueblo con unos orígenes, una situación actual y un futuro sobre los cuales se ha debatido con fuerza en todos los ámbitos.
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Desde la prehistoria hasta la actualidad
Ubicado en el Medio Oriente, en la costa del mar Mediterráneo, Israel ostenta una historia llena de misticismo, hallazgos arqueológicos, profundas raíces e interpretaciones bíblicas.
El estado de Israel hoy atrae como un imán de fe hacia su capital, Jerusalén, a millones de peregrinos de todas las religiones del mundo. Así ha sido desde hace 35 siglos, por lo que al hacer un resumen de la historia de Israel no está de más decir que desde los israelitas antiguos hasta hoy se han fundido, como en un crisol, las huellas de numerosas civilizaciones e imperios.
Desde tiempos antiguos, el territorio donde hoy está Israel fue gobernado por culturas muy diversas. La historia de Israel resumida da cuenta de un pueblo que ha superado duras pruebas.
Durante el año 66 después de Cristo, el pueblo judío fue liberado del imperio romano para formar el reino de Israel. Tras la destrucción de Jerusalén por el emperador Tito de Roma, los judíos se alzaron en el año 135, causando el exilio e impidiéndoles seguir ocupando sus tierras.
A la conquista de Israel por parte del imperio bizantino (año 636) le siguieron 600 años más de invasiones, entre ellas la de los cruzados. Después, durante casi 300 años, estuvieron bajo el dominio del sultanato Mameluco. Luego, el Imperio otomano se alzó con el control de la región durante 400 años (entre 1516 y 1917), hasta que Gran Bretaña tomó para sí a Israel y le cambió el nombre a Palestina.
La historia del pueblo de Israel como Estado se inicia con la proclamación de la independencia en 1948. Fue resultado de más de sesenta años de presión política y diplomática por parte del sionismo, para lograr fundar una nación independiente sobre la antigua Tierra de Israel, que consideraban su patria y que, desde los tiempos del Imperio romano, era llamada Palestina. Las cicatrices abiertas del holocausto nazi (1933-1945) añadieron más presión y determinación a este proceso de independencia.
Las Naciones Unidas intervinieron la región en 1967, para separar la región en dos porciones, una para los judíos y otra para los árabes. Siguieron etapas convulsas, hasta que en los 90 Israel comenzó a promover iniciativas de paz con las regiones que le rodean. Parte de estos esfuerzos quedaron plasmados en los Acuerdos de Oslo y el Tratado de Paz Israel-Jordania, así como en otras iniciativas de pacificación que persisten hasta hoy.
Según algunos investigadores, como Guillermo F. Albright, Nelson Glueck y E. A. Speiser, las civilizaciones antiguas en Israel se remontan a la etapa media de la Edad del Bronce, aunque Cyrus Gordon las sitúa al final de la Edad del Bronce. Otros autores refieren que la génesis de Israel fue durante la Edad del Hierro.
Entre el XI y el IX milenio antes de Cristo, en Canaán floreció la civilización nómada Natufiense. A partir del noveno milenio a. C. las tribus neolíticas comenzaron a asentarse en esta zona, criando animales y cultivando, con ayuda de herramientas hechas con huesos y piedras. Después del VII milenio a. C. prosperó Er Riha (Jericó), la cual es conocida como una de las ciudades más antiguas del mundo.
Durante el V milenio, Canaán logró un gran desarrollo económico y cultural gracias a su proximidad con las civilizaciones del norte de Siria, influenciadas por Mesopotamia. Llegado el IV milenio a. C., la civilización cananea estableció, entre los agricultores sedentarios y los pastores seminómadas, un sistema político y económico de ciudades-Estado.
El Camino de los Reyes, el cual atravesaba el desierto de Sinaí, abrió nuevos intercambios entre Canaán y Egipto, a partir del III milenio a. C. Alrededor del 1200 a. C. decayó el poderío de los egipcios, cesando el dominio sobre Palestina.
Para ese entonces, numerosas ciudades-Estado se dividían las tierras y cada uno de sus reyes pretendía ocupar el terreno del otro. Estas pugnas dieron pie a la toma de Palestina o conquista de Canaán, la cual permitió la entrada del pueblo de Israel a la denominada tierra prometida.
Según refiere la historia de Israel resumen, del período cananeo (del III milenio al siglo XVI a. C.) viene la tradición de rodearse con murallas, siendo ejemplo de ello la ciudad cananea de Ourousalim (Jerusalén).
Sobre cómo se constituyó el primer pueblo de Israel, la génesis de los israelitas comienza con la unión de grupos nativos de Canaán que se dedicaban al pastoreo, como los habiru y shasu, y la llegada de grupos externos, como hititas y arameos del norte, y otras tribus como los keinitas.
La línea genética de los judíos revela un amplio parentesco con el pueblo kurdo y con grupos del norte de Irak, lo que evidencia que de esta zona provienen la mayor parte de los ancestros de los judíos.
La historia antigua de Israel está muy vinculada con los relatos bíblicos. Después de su salida de Egipto, los israelitas antiguos se mantuvieron vagando por el desierto durante una generación. Después, bajo la dirección de Josué, invadieron la tierra de Canaán (1200 a. C.).
La tierra donde se desarrollan los eventos más trascendentales de la historia de Israel en La Biblia es conocida como Canaán, o la tierra de Israel, pero fue más habitual llamarla Palestina.
Según el Génesis de La Biblia, el origen del pueblo de Israel se atribuye a tres patriarcas: Abraham, Isaac y Jacob. El último, Jacob, también era denominado Israel (el que pelea con Dios) y de ahí se tomó el nombre para identificar a esta tierra.
Jacob dejó 12 hijos, que fueron nombrados los Hijos de Israel. Esta descendencia la tuvo con sus esposas Lea y Raquel (hijas de Labán), y con sus sirvientas Bilha y Zilpa.
La zona geográfica donde comenzaron los orígenes de Israel está situada al oriente de Jordania. Tras el saqueo de Siquem, la zona de la colina de Canaán, al oeste, fue la base donde comenzó Israel.
Dentro de la historia de Los Patriarcas, Abraham es reconocido como el «padre de la fe». A Moisés se le conoce como el personaje central de la fundación de Israel, denominado como El Éxodo, o salida de Egipto de los israelitas antiguos. Durante esa caminata por el desierto del Sinaí, la historia del pueblo de Dios subraya que recibieron las tablas de la ley del mismo Yahvé, Dios en la historia de Israel.
La historia de los israelitas en La Biblia da detalles en El Éxodo de cómo algunos descendientes fueron esclavizados por los egipcios.
El dominio de Egipto en la región de Canaán (donde se levantarían Israel y Judá) persistió hasta el reinado de Ramsés VI, quien gobernó hasta 1150 a. C. Antes de eso, hubo varios reinados, como el de Amenhotep II (1450-1424 a. C.), durante el cual se menciona por primera vez al pueblo Habiru (se cree que eran los hebreos). Entre 1350-1330 a. C., durante el reinado de Akenatón, comienza la expansión hitita en el norte de Siria, al mismo tiempo que una gran epidemia ataca la región.
Sobre cuáles son los principales acontecimientos del pueblo de Israel narrados en el Antiguo Testamento, está la salida de los israelitas de Egipto 480 años antes de que el rey Salomón levantara el Templo, construcción que data del año 970 a. C. El Éxodo hacia la Tierra Prometida habría ocurrido en 1450 a. C., durante el reinado del faraón Tutmosis III o en los tiempos de Ramsés II, hacia el año 1300 a. C.
En el resumen de la historia de Israel, la conquista de la Tierra Prometida ocupó al pueblo israelita durante 40 años, y solo dos personas de la generación que salió con Moisés lograron entrar.
En La Biblia se habla de una fuerte oposición entre israelitas y cananeos desde los tiempos antiguos. Los primeros israelitas estuvieron bajo el dominio de las ciudades cananeas, pero después lograron alejarse.
Quienes escaparon de Egipto guiados por Moisés consiguieron destruir Sijón y Og, dos de los reinos que dominaban las regiones más fértiles. Esta toma fue posible con el respaldo de aldeanos y pastores. Es así como el pueblo del antiguo Israel se formó de una mezcla de cananeos marginados y aventureros hapirú, pastores, campesinos, artesanos itinerantes y sacerdotes que no estaban de acuerdo con el sistema. La religión basada en la fe a Yahvé fue determinante en este alzamiento contra los amos feudales cananeos.
De acuerdo con el resumen de la historia de Israel, la aparición de las distintas tribus israelitas que quedaron unificadas después de que se formara el estado de Israel dieron paso a un período en el que no fueron más llamadas habiru.
Entre 1200 y 1000 a. C., durante los dos primeros siglos tras la toma de la Tierra Prometida, el pueblo de Israel estaba unido por una liga de tribus denominada Anfictionía, o una unión voluntaria y apolítica de doce tribus. Tras la organización de las doce tribus en Siquén, la liga tribal pasó a denominarse «Israel», y de ahí oficialmente se llamó a Jehová el «Dios de Israel».
Las tribus israelitas decidieron buscar un líder que los unificara y escogieron a Saúl como el primer rey de Israel. Altamente carismático, su principal tarea fue expulsar a los filisteos de las tierras israelitas.
Tras perder los montes de Gilboa y la guerra, se abrió paso David, quien llegó a ser un rey con gran capacidad de organizar a los pueblos vecinos.
Los pueblos de Israel y de Judá se fueron formando lentamente, entre civilizaciones más antiguas que ocupaban el territorio que hay entre Mesopotamia y Egipto.
Estos pueblos, bajo la figura del rey David, lograron unificarse y contar desde ese momento con una capital, la ciudad de Jerusalén. Luego vivieron el esplendor en la época del rey Salomón.
Jerusalén pasó a ser una ciudad-Estado cananea, conquistada y transformada por David. Al convertir a Jerusalén en el centro de su reinado, llegó a llamarse «La ciudad de David», pues la convirtió en el núcleo de la adoración y culto a Jehová, por lo que pasó a denominarse «La ciudad de Dios».
Las capacidades militares de David permitieron a los israelitas arrinconar a los filisteos y hacerse con el dominio sobre los territorios de Palestina. David pasó a ser un líder mesiánico, que cohesionó a todas las tribus y promovió el culto a Dios. El resto de los reyes de Israel siguieron su ejemplo.
En la mitad del siglo X a. C., Salomón asume, como hijo de David, este trono. Durante su reinado no se escatimó en gastos ni lujos, al más puro estilo de los grandes reyes de Oriente. Durante el reinado de Salomón, las nuevas construcciones en la ciudad de Jerusalén incluyeron palacios residenciales para el rey y la guardia real, salones de audiencias, edificios para su harén y corte. Construyó el templo de Salomón, que rebasó con creces los santuarios de las edades del bronce y hierro.
Con el tiempo, Israel y Judá comenzaron a dividirse paulatinamente. Al convertirse en estados más pequeños perdieron hegemonía y se debilitaron ante las amenazas de sus vecinos.
Llega el año 559 a. C. y Ciro II el Grande se convierte en rey de Persia. Conquista Babilonia en el 539 a. C. El imperio persa pasa a gobernar Asia occidental, lo cual incluye a Israel (hasta 332 a. C.).
El príncipe Ciro acabó con el estatus de nación esclava para los judíos y les otorgó el permiso para volver a la tierra de Israel y reconstruir el Templo de Jerusalén, junto con objetos que los babilónicos tomaron.
Al ser derrotados los persas por Alejandro Magno, en el 331 a. C., el pueblo de Israel pasó a ser gobernado por él. Al morir Alejandro en el 323 a. C., los israelitas cambiaron de manos, al menos, en cinco ocasiones, en apenas 20 años.
En el año 332 a. C., Alejandro el Grande se hizo con el imperio de los persas, lo que lo llevó a adueñarse de la tierra de Palestina y generó una diáspora de los judíos, dada la anexión de más territorios al imperio de Alejandro.
Tras la penetración del Helenismo en Palestina, en el siglo III a. C., se tradujo al griego el Antiguo Testamento, para los judíos que estaban en Egipto. A esta etapa se la conoce como los setenta (LXX).
En el siglo II a. C., Antíoco IV Epifanes prohibió el culto judío y la circuncisión y ordenó que adorasen al dios Zeus Olímpico, lo que desató revueltas comandadas por Judas Macabeo. En el año 66 a. C., Pompeyo transformó la región de Palestina y de Siria en una provincia romana.
En toda la historia de Israel resumen se habla del primitivo pueblo judío formado por cananeos marginados y tribus hapirú, que se unieron en función de la creencia en el Dios único Yahvé, hacia los años 1250 y 1150 a. C. en Canaán.
La coalición de tribus se dividía igualitariamente los excedentes agrícolas y ganaderos. El momento en que las tribus de Yahvé, israelitas y cananeos, comenzaron a confrontarse fue por intereses nacionalistas y rechazo a pagar tributos agrarios y trabajos forzados.
Según el resumen de la historia del pueblo de Israel, los israelitas fueron ascendiendo en la sociedad cananea por varias vías. Entre ellas, por matrimonios cruzados, por estrategias militares, por la aplicación de tecnología más avanzada para cultivar, el cooperativismo y la religión.
Al abrir La Biblia es indudable encontrarse con que gran parte de lo que allí se describe es la historia del pueblo de Dios. Aunque estas narraciones no siguen una línea estrictamente histórica, han servido para alimentar la fe y ver a Dios vinculado con el origen de Israel.
El consenso actual es que los elementos para elaborar una teoría sobre los orígenes del pueblo de Israel deben ser una mezcla de texto y contexto bíblico, más los datos aportados por la arqueología y las ciencias sociales. Es así, en base a este consenso, cómo en los últimos tiempos los investigadores e historiadores han reconstruido la historia de Israel y la de los pueblos cercanos, como los palestinos.
En todo resumen de la historia de Israel es clave dar un vistazo al mapa de Israel antiguo antes de Jesús. En la antigüedad, la distribución de los israelitas abarcaba el área del Mediterráneo, el desierto del Sinaí, las zonas montañosas del Líbano y el desierto.
La historia del antiguo Israel arranca desde el siglo XX a. C. hasta la expulsión de los judíos a diferentes partes del mundo en lo que se denomina «la diáspora», la cual ocurrió en el primer siglo de nuestra era.
Las primeras manifestaciones de los israelitas de regresar a su patria se pusieron de manifiesto mientras el pueblo judío estuvo cautivo en Babilonia (597 a. C.). Después, reaparecieron en el año 70, cuando los romanos destruyeron Jerusalén, y durante la diáspora.
Volver a la Tierra Prometida tomó un fuerte matiz religioso al relacionarlo con la llegada del Mesías. Aunque hoy en día la mayoría del pueblo judío es sionista, no siempre se sintieron cómodos con esta idea. Por ejemplo, los judíos ortodoxos del siglo XIX y principios del XX consideraban esto como una ofensa.
Historiadores como Arno J. Mayer, profesor de la Universidad de Princeton, en Estados Unidos, se han ocupado de profundizar en lo que representa el sionismo, en tiempos de guerra y de paz. Con sus rejas forjaron espadas es el título del libro de Mayer, que cuenta que el sionismo implicaba desde el principio el simple hecho de volver a la tierra y trabajarla, siendo uno de sus símbolos más emblemáticos el kibutz.
En su obra muestra una historia crítica de Israel entre rejas y arado (símbolo del retorno a esa tierra), espadas y también poder. Mayer plantea otras posibilidades del sionismo y llama a los estadounidenses y europeos a cambiar la interpretación que tienen sobre este concepto.
Tras revisar los discursos de líderes como Ahad Haam, Martín Buber, León Magnes y Ernst Simon, y hacer una revisión crítica a Vladimir Jabotinsky, a la derecha del movimiento sionista y autor del famoso libro El muro de hierro, Mayer plantea una visión revolucionaria, más humanista y global del sionismo.
En la historia de Israel resumen hay que destacar los tiempos de férrea persecución y exterminio a los que fue sometido el pueblo judío entre 1933 y 1945, durante el nazismo. Esta es solo una pequeña parte de una historia que ha sido entretejida a lo largo de 35 siglos, pero que da cuenta de la fuerza y determinación que ha caracterizado a una nación de reyes, que ha superado largos exilios, persecuciones, conquistas y retornos.
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Continuando con la escritura de Abraham descendiente directo de SET tercer hijo de Adán y Eva y creador de la palabra afirmativa de la existencia de DIOS TODOPODEROSO Y OMNIPOTENTE, Él creador del Universo, el Cielo y de esta Tierra, así como de todas las cosas concretas y abstractas que en ellos contienen. El hombre continua en un desorden terrenal en el querer saber como adorar y ofrecer holocausto al DIOS CREADOR porque continuamos en el no saber y estamos acabando con el Planta Tierra que es nuestra única casa terrenal.