Cuando el mundo supo sobre los primeros aviones fue un boom que resonó en cada espacio habitado, porque fue algo sin precedentes y, a su vez, marcó un paso más en la transición hacia la era de la modernidad. A continuación, en esta entrada haremos un repaso por la historia de la aviación o simplemente la historia del avión, y el rol del avión en la historia de la civilización.
Medios de transporte:
Todos los tipos de transporte en la actualidad (terrestres, aéreos y marítimos)
Iniciando con este resumen del inicio de la aviación vamos a hacer un viaje por los primeros acercamientos y/o teorías que se dieron previamente a la invención de las aeronaves. En esta primera etapa elaboramos un sumario sobre los primeros acercamientos que se hicieron en la historia de los aviones.
De acuerdo a los historiadores que han abordado el tema de quién inventó el aeroplano y sus orígenes, los primeros intentos de lanzar objetos al aire y mantenerlos, se dio en China, aproximadamente en el año 200 a. C. Y algo muy curioso es que la cultura china siempre se ha caracterizado por sus creencias espirituales y, por eso, el general Zhug Liang voló una linterna Kongming para derrotar a sus enemigos haciéndoles creer que una fuerza divina estaba de su lado e iba a castigarlos.
Lo propio hizo otro oficial militar, quien voló una cometa sobre las líneas enemigas para despistar a sus contrincantes. Este general estaba en una misión para determinar cuán largo sería el túnel que se necesitaría para dar el ataque sorpresa. Por otro lado, cuenta la historia que un príncipe chino se ató a un cometa para salvarse de los peligros de la invasión. Otros datos interesantes sobre la historia de la aviación en China son:
En algún momento del año 400 a. C., el erudito griego Arquitas de Tarento, en su juventud, diseñó y construyó un avión a vapor con la forma de una paloma. Según los historiadores, él fue el inventor de la mecánica matemática, y también fue el creador de “la primera máquina volátil autónoma de la antigüedad”, también conocida como “la paloma voladora”.
El artefacto de Arquitas, sin lugar a dudas, fue un invento profético, puesto que su diseño se asemejaba a la de un pájaro en vuelo; aunque fue construido en madera, ayudó a comprender y a estudiar la forma en que las aves logran volar. De hecho, se dice que su paloma logró volar doscientos metros en una cuerda suspendida.
Además, su cuerpo era liviano, cilíndrico y hueco, también contaba con las alas traseras y delanteras y el frente era puntiagudo para hacer alusión a dicha ave. Sin embargo, estaba diseñada para ser aerodinámica y, de esta forma, poder alcanzar máximos niveles de vuelo y distancias. Con respeto a su parte trasera, tenía una conexión a una caldera hermética con vapor que hacía que la resistencia llegara a su límite y hacía que el ave de madera emprendiera el vuelo.
Leonardo da Vinci es conocido porque fue un maestro del arte en general, pero también porque tenía grandes conocimientos en áreas como la anatomía, geología, la física y matemáticas, ingeniería y tecnología militar, música y otros campos que, en la actualidad, han sido calificados como “proféticos”, porque estaba adelantado a su época. Dicho esto, da Vinci también exploró su curiosidad por el vuelo mecánico y la aeronáutica, y lo dejó escrito e ilustrado en el Códice sobre el Vuelo de los Pájaros, investigación que hizo en el siglo XVI, entre los años 1505 y 1506.
En este códice, da Vinci plasmó sus ideas proféticas en miles de páginas de cuadernos con más de 35,000 palabras y 500 bosquejos de máquinas voladoras, que sirvieron como ejemplo de su interés por la posibilidad del vuelo mecánico humano. En sus escritos también escribió sobre el vuelo de las aves en la naturaleza. Aunque a China (año 200 a. C) se le atribuye la creación de origen de los primeros objetos voladores hechos por el hombre, los trabajos de da Vinci tuvieron más impacto.
El Códice sobre el Vuelo de los Pájaros Leonardo tiene variedad de observaciones y conceptos que, tiempo después, servirían de inspiración para la invención de aeronaves, lo que ayudaría a edificar la historia del avión y su evolución, pues cuatro siglos después de que Leonardo produjera su Códice, el aeroplano de los hermanos Wright vio la luz. Pero, en 1505, Leonardo ya había ideado su máquina voladora con alas parecidas a las de un murciélago, y lo bautizó como ornitóptero.
El ornitóptero fue descrito como un dispositivo tipo paracaídas hecho de lino y una pequeña plataforma de madera, juncos y tafetán, sobre la cual una persona podría volar boca abajo. Sin embargo, sus ideas no solo fueron tomadas por los hermanos Wright, puesto que el alemán Otto Lilienthal también estaba intrigado por este códice, tal y como lo hizo el francés Octave Chanute, quien tomó nota de los bocetos de da Vinci en su obra Progress in Flying Machines (1894).
Seguidamente, abordamos los avances en la historia del aeroplano que se dieron entre los siglos XVIII y XIX, donde se lanzaron los primeros diseños de los posibles medios de transporte que se consideraron innovadores en aquellos tiempos.
En este resumen de la historia del avión, avanzamos hacia el siglo XVIII, cuando el descubrimiento del hidrógeno dio pie a la creación del globo de hidrógeno, que sirvió como medio de transporte para elevar a los pasajeros a varios kilómetros de altura. Exactamente en 1783, varios personajes lograron ejecutar varios diseños innovadores en la historia de la aviación, que fueron los primeros pasos para los diseños de aviones.
El globo aerostático se popularizó llegando al final del siglo XVIII, e hizo que se investigara mucho más sobre la correlación entre la altitud y la atmósfera. Su fama se dispersó por el mundo, puesto que los inventores intentaron diseñar un medio de transporte pudiera ser dirigido fácilmente. No obstante, este diseño no contaba con una durabilidad óptima y la sociedad tuvo que esperar hasta la creación del aeroplano de la revolución industrial.
Los primeros registros de los planeadores tienen lugar en Alemania, donde se construyó la nave más pesada que el aire, sin motor, capaz de realizar un vuelo sostenido. El pionero en esta área fue el ingeniero industrial y aeronáutico, el alemán Otto Lilienthal (1848-1896), quien junto a su hermano Gustav, comenzó a dar pie a experimentos en 1867 acerca de la flotabilidad y la resistencia del aire.
Lilienthal también investigó las secciones de camber (o ángulo de caída), las alas y estudió formas de aumentar la estabilidad de los planeadores que construyó, incorporando superficies de cola estabilizadoras de una manera bastante fina y sofisticada. Ya en 1891 creó su primer medio de transporte de personas, con el que podía despegar corriendo cuesta abajo contra el viento.
Cinco años después, en 1896, el ingeniero francés-estadounidense, Octave Chanute comenzó a diseñar planeadores que otros pilotaban bajo su supervisión. El experto en aeronáutica descartó el método y la ejecución de Lilienthal de asegurar el control mediante una aleta trasera fija con las partes horizontales de la cola girando hacia arriba con libertar, y en su lugar las sustituyó por un timón y alas articuladas (segmentadas).
Chanute se alió con Augustus M. Herring para crear estos modelos que se convirtieron en el modelo de avión del siglo XIX, y escribieron sus diseños y dibujo de aeroplano en varios artículos entre 1896 y 1904, lo que logró inspirar a varios aficionados y experimentadores de Europa y Estados Unidos, que eran las zonas que más se mantenían a la vanguardia en la aeronáutica, al igual que Alemania
Los planeadores de Chanute eran tan estables que lograron hacer al menos 2,000 vuelos sin accidentes registrados. De hecho, se dice que los biplanos de Chanute fueron los modelos más influyentes de todas las máquinas de este tipo que se construyeron antes de la llegada del avión de los hermanos Wright a la escena de la aeronáutica; las versiones se siguieron construyendo hasta 1915.
Casi aterrizamos en la incógnita sobre quién inventó los aviones o quiénes fueron los inventores del avión, pero antes hay que hablar sobre el invento de Samuel Pierpont Langley, el astrofísico y aeronáutico estadounidense que inventó el Aeródromo No. 5., en el mismo año de los logros de Chanute.
Langley pudo crear el primer avión del mundo, pero en realidad diseñó la primera máquina propulsada (según los registros) que era más pesada que el aire y que, además, logró un vuelo sostenido; esto significó un avance para la evolución de las primeras aeronaves, pero aún quedaba mucho camino que recorrer. En ese entonces no se estaban concentrando en quién inventó el avión, sino en crear el primer avion del mundo que pudiese funcionar a totalidad.
En aquel entonces, Langley presentó su Aeródromo No. 5, el cual construyó basándose en varios experimentos (1887-1891) de ingeniería que buscaban recopilar datos sobre las fuerzas que actúan sobre las formas de las alas mientras chocaban la corriente de aire. La conclusión del aeronáutico fue: “El vuelo mecánico es posible con los motores que ahora poseemos”.
Tras cinco años de esfuerzos e investigaciones Langley desarrolló su enorme modelo a propulsión con pequeñas máquinas de vapor con calderas flash para mantener con vida a la máquina durante hasta dos minutos. Fue un éxito, voló a unos mil metros de altura, y logró contar con el financiamiento de Estados Unidos para crear el Aeródromo No. 6 y lanzarlo en noviembre de ese año. Lastimosamente, lo que hizo Langley no bastó para lograr vuelos pilotados con máquinas a gran escala y con vuelos sostenidos por más de dos minutos. Sin embargo, su trabajo pavimentó el camino para el inicio de una nueva era en la historia de la aviación.
La cronología de los dirigibles (o globos dirigibles) tiene su origen en 1852, el francés Henri Giffard construyó una máquina de vapor de 160 kilogramos (350 libras) que funcionaba con tres caballos de fuerza que hacían girar su gran hélice a 110 revoluciones por minuto. Para despegar desde el Hipódromo de París, el dirigible de Giffard alivió el peso del motor, con una bolsa de 44 metros (144 pies) de largo llena hidrógeno y, de esta forma, pudo elevarse y volar a una velocidad de 10 km/h (6 millas) a unos 30 km (20 millas) del suelo.
Tiempo después, en 1883, los hermanos Albert y Gaston Tissandier, también franceses, se convirtieron en los primeros en propulsar con éxito un dirigible utilizando un motor eléctrico. Luego, entre 1898 y 1905, el ingeniero brasileño Alberto Santos-Dumont, quien vivía en París, estableció varios récords con una serie de 14 aeronaves no rígidas a gasolina que construyó en ese tiempo, las cuales resultaron un éxito, e hicieron que muchos lo consideren como uno de los pioneros o uno de los creadores del primer avion.
Sin embargo, el crédito de “creador del avión” (en cuanto a orígenes) se lo terminó llevando Ferdinand von Zeppelin, conde de Alemania, quien construyó su primer dirigible, el LZ-1, en 1900. La creación de Zeppelin destacó por el uso de técnicas sofisticadas y sus medidas eran 128 metros de largo (420 pies) y 11,6 metros de diámetro (38 pies). Por otro lado, estaba hecho de aluminio con 24 vigas longitudinales que estaban puestas dentro de 16 anillos transversales; también estaba propulsada por dos motores de 16 caballos de fuerza que le permitían alcanzar los 32 km por hora (20 millas).
Por supuesto, Zeppelin no dejó que el éxito se le subiera a la cabeza, y continuó mejorando sus diseños mientras tenía lugar la Primera Guerra Mundial, tiempo en el que los zepelines sirvieron como fuente del bombardeo a París y Londres.
A continuación, haremos un repaso por la primera mitad del siglo XX, donde las dudas sobre cuándo se inventó el aeroplano o cuándo se crearon los aviones. Empezando con los Wright, los populares hermanos que inventaron el avión, quienes hicieron que su nombre diera la vuelta al mundo.
El 18 de septiembre de 1901, el estadounidense Wilbur Wright, un hombre de negocios oriundo de Ohio se reunió con varios ingenieros de Chicago para discutir sobre “Algunos Experimentos Aeronáuticos”, un tema que había investigado junto a su hermano Orville Wright entre 1899 y 1900.
En su exposición, los hermanos hablaron sobre “las dificultades que obstruyen el camino hacia el éxito en la construcción de máquinas voladoras” y las enumeró en “tres clases generales”:
Con esa evaluación detallada, que nació de sus estudios sobre las leyes de la aeronáutica y los primeros acercamientos de la antigüedad, Orville y Wilbur Wright empezaron un trabajo de media década, y construyeron su primer planeador más exitoso en 1902; lo que responde a la incógnita de cuándo se hizo el primer avión. Un año después, los hermanos Wright realizan el primer vuelo en aeroplano en 1903.
Lo que maravillaba del diseño de los hermanos que inventaron el avión es que utilizaron un timón vertical que se podía mover en vuelo para una mejor manipulación y direccionamiento para el primer vuelo. Además, le añadieron a su primer aeroplano un elevador horizontal y combinaron el timón vertical ajustable con un mecanismo de deformación de alas; esto permitió el movimiento de los bordes posteriores de las alas hacia arriba y hacia abajo.
De entrada, esto marcó el inicio de la modernidad en la historia de la aviación comercial, debido al perfecto control del planeo del modelo de los hermanos Wright, quienes se enfocaron en que el vuelo fuese seguro para poder dar luz verde al primer vuelo con motor propulsado.
Los Wright realizaron el primer vuelo sostenido, controlado y propulsado por una tripulación más pesada que el aire el 17 de diciembre de 1903 y, justo ese día, su sueño se había materializado; desde pequeños fantaseaban con la idea de explorar los cielos gracias al vuelo mecánico humano y, finalmente, sus esfuerzos se tradujeron en el primer vuelo en avión de la historia.
Ese año en el que los hermanos Wright realizan primer vuelo en aeroplano se convirtieron en las primeras personas en volar una máquina controlada por energía, y la bautizaron como Wright Flyer, el cuál fue el primer avión en alzar vuelo de forma segura. Charles Furnas fue el privilegiado que formó parte del primer vuelo de un aeroplano, pues fue el primer pasajero de un avión estadounidense al volar con Orville Wright en Kitty Hawk, Carolina del Norte.
Aunque el primer viaje de los hermanos wright fue inestable y poco confiable, resultó ser todo un éxito aunque solo duró 12 segundos al romper contacto con la tierra (a 36.576 metros de altura). No obstante, los hermanos no se dieron por vencidos, y mejoraron sus métodos para los modelos venideros. Tras responder las dudas (con hechos) sobre en qué año se inventó el aeroplano, los hermanos construyeron el Flyer II y el Flyer III.
Por supuesto, los resultados fueron positivos. El Flyer III se convirtió en el primer avión práctico de la historia de la aviación, el cual podía mantenerse en un vuelo estable de ida y vuelta, sin ningún riesgo o accidente registrado.
Las contribuciones de los hermanos Wright como inventor del aeroplano, sirvieron para que, en 1911, el aviador estadounidense Glenn Curtiss, quién creó el avión “acuático”, diseñara el primer medio de transporte aéreo, el cual podía despegar y aterrizar sobre el agua. Esto permitió que se construyera la máquina aérea más grande que cualquier avión en aquel entonces.
El hidroavión de Curtiss no necesitaba el tren de aterrizaje pesado requerido para caer en suelo duro. Este diseño estuvo destinado a la Armada de Estados Unidos, y contaba con un tren de aterrizaje retráctil. Un dato curioso inventor del avión acuático es que, al comienzo de la Primera Guerra Mundial, Curtiss se había convertido en el mayor fabricante de aviones de la nación; de hecho modelo más famoso fue el Jenny, un avión de entrenamiento militar que se utilizaría de forma estratégica para los combates de la Primera Guerra Mundial.
Tiempo después su función cambió y se usó para la entrega de correo y el envío de correos de forma aérea. Gracias a sus aportes, Glenn Curtiss ha sido considerado como otro de los personajes más influyentes en la historia de la aviación. Sus pasos fueron precedidos por Thomas Benoist, un fabricante de autopartes, que construyó en 1914 un hidroavión llamado St. Petersburg – Tampa Air Boat Line para servicio de viajes en Tampa Bay, Estados Unidos.
La primera persona en hacer el viaje fue el alcalde de San Petersburgo, Abram C. Pheil, quien hizo el viaje de 18 millas (28,96 kilómetros) en 23 minutos; esto resultó una mejoría, pues anteriormente los viajes en barcos tardaban dos horas aproximadamente. La línea de Benoist solo estuvo operativa por cuatro meses, pues cerró cuando culminó la temporada turística de invierno.
El viaje en la historia del avión continúa en la segunda mitad del siglo XX, donde ya se hablaba del primer avión comercial tras las distintas pruebas, modificaciones y mejoras desde que se hizo el primer vuelo de un aeroplano. A continuación, en esta entrada abordamos los avances históricos que se dieron hasta poder llegar al primer avión de pasajeros.
Los vuelos de los primeros aviones de pasajeros tardaron un poco en llegar porque la sociedad aún dudaba de la seguridad de los viajes, sin importar quién creó los aviones. El miedo crecía porque la construcción de los aviones se enfocó mucho más hacia la estrategia militar y eso dificultó que se desarrollaron nuevos modelos que no estuviesen destinados para la guerra.
La mayor parte del desarrollo de la industria aeronáutica antes de la Segunda Guerra Mundial se dio en el área militar y fue supervisada por el Comité Asesor Nacional sobre Aeronáutica (NACA), que se estableció en el Congreso de Estados Unidos en 1915.
No obstante, el lapso entre las dos grandes guerras sirvió para hacer mejoras en tema de aerodinámica como las hélices, motores e instrumentos, materiales de construcción de aviones, así como las innovaciones en técnicas que fueron necesarias para modernizar la aviación.
El servicio aéreo comercial de pasajeros comenzó en el mundo en 1914, con vuelos regulares a distancias mantenidas y seguras. Sin embargo, la demanda de vuelos comerciales empezó poco a poco, después de la Segunda Guerra Mundial. En 1926, se aprobó la Comercio Aéreo para crear control y moderación sobre las aerolíneas comerciales, pilotos con licencia y aeronaves certificadas; 14 años después se conformó la Ley de la Junta de Aeronáutica Civil y la Administración de Aeronáutica Civil para ofrecer mayor seguridad a los pasajeros, establecer las rutas y mantener el orden del tráfico aéreo.
Durante la década de 1920 empezaron a hacerse varios avances tecnológicos en materia de aeronáutica y, a su vez, esto le dio a Estados Unidos un impulso para ser el nuevo centro internacional de la aviación. Con la llegada de las nuevas tecnologías, iniciaron las mejoras en las pruebas de túnel de viento, se renovaron los diseños de motores y fuselajes, así como en los equipos de mantenimiento para aviones, para que tuvieran un mejor rendimiento.
Con las innovaciones en los años 20, los aviones privados ya no eran cosa de la clase pudiente, sino que se volvieron asequible y accesible, porque empezaron a construirse más modelos y crecieron en número y popularidad. La lista de mejoras creció en el año 1929, cuando la empresa Sperry Gyroscope Company Limited probó un dispositivo que ejecutaba un sistema automatizado, el cual permitía pilotar sin que el piloto fijara su vista en el suelo.
Gracias a su éxito, el innovador artefacto de Sperry, que se utilizó en el sistema de barcos en 1908, se instalaron rápidamente a bordo de aviones comerciales y de correo, para que funcionaran con el pilotaje automático.
Por otro lado, los expertos en aeronáutica también se enfocaron en crear modelos de aviones grandes, seguros, y más rápidos. Es por ello que los fabricantes de aeronaves, en la década de 1930 –el periodo con más novedoso en la historia de la aviación–, a construir modelos con motores enfriados por aire, redujeron el peso de la nave, e hicieron que los aviones tuviesen más capacidad de abordaje y, además, lograron que viajaran a grandes velocidades.
La cabina de los pilotos también recibió mejoras, pues le agregaron nuevos altímetros, indicadores de velocidad aerodinámica, nuevos medidores de la tasa de ascenso, y mejores brújulas. Asimismo, introdujeron el horizonte artificial, para ubicar a los en la relación suelo-aeronave; esto permitió que volaran con precisión, aún con visibilidad reducida.
Desde que se habló por primera vez sobre quién creó el primer avión y quién hizo los primeros vuelos, pasó mucho tiempo, y ahora, rumbo al siglo XXI la civilización ya se ha familiarizado más con los vuelos comerciales. En este contexto entran en escena los primeros aviones modernos, como es el caso de The Boeing Company, la multinacional estadounidense que se especializó en el diseño, fabricación y venta de aeronaves, que construyó lo que se conoció como el primer avión de pasajeros moderno, el Boeing 247.
El Boeing 247 se lanzó en 1933 y United Air Lines fue una de las principales aerolíneas que compró rápidamente 60 de esos ejemplares. De acuerdo a las especificaciones, este avión contaba con bimotor de ala baja con tren de aterrizaje retráctil, el cual fue construido para el ejército, tenía capacidad para 10 pasajeros y navegaba a 155 millas por hora (249,448 km/h). Además, la cabina tenía un sistema de aislamiento para reducir los niveles de ruido del motor dentro del avión, sus asientos estaban tapizados, contaba con un calentador de agua para que el vuelo fuese más cómodo para los pasajeros.
Tiempo después el Boeing 247 tuvo un cambio a hélices de paso variable, las cuales se encargaron de reducir las distancias de despegue, aumentaron la velocidad de ascenso y aumentaron los niveles de las velocidades de crucero. Otros de los modelos populares de la modernidad fueron:
Ese mismo año, Douglas Aircraft Company lanzó su DC-1 guiándose se las mejoras que aplicó Boeing y, en algunos casos, mejoró muchas de ellas. Este modelo contaba con un motor más potente y tenía más espacio y comodidad para los pasajeros, a diferencia del 247. Su estructura estaba pensada para resistir la tensión del avión durante el vuelo, no contaba con un esqueleto de metal en su interior, y era más fácil de pilotar.
Asimismo, contaba con el primer piloto automático y los primeros flaps de ala eficientes, para mayor sustentación durante el despegue. Sin embargo, solo se construyó un modelo, y DAC se enfocó en hacer otras mejoras, agregando 18 pulgadas a su largo para albergar al menos dos pasajeros más en su interior; a esta nueva versión la llamó DC-2 (1934).
La siguiente versión de Douglas Aircraft Company, en 1936, fue el DC-3, el “avión que cambió el mundo”. Este modelo contribuyó a que las aerolíneas llenaran sus bolsillos con el transporte de pasajeros, porque tenía más capacidad, y rápidamente el DC-3 ocupó el primer lugar en las opciones de aeronaves en los Estados Unidos.
El DC-3 podía llenar 21 asientos, se consideró como uno de los aviones más seguros de ese momento, y estaba construido con una aleación de aluminio más fuerte que los materiales que se utilizaron con anterioridad en la historia del avión; sus motores tenían 1,000 caballos de fuerza, y podía hacer viajes costa a costa en un tiempo aproximado de 16 horas. También contaba con una bomba hidráulica para bajar y subir el tren de aterrizaje, aislamiento de plástico y asientos de goma que minimizaban las vibraciones del vuelo.
Aviones como el Boeing 247 y el DC-3 significaron un gran avance en la modernidad, pero no podían volar a más de 10.000 pies (3.048 metros) de altura, porque la gente presentaba mareos y desmayos, como consecuencia los niveles reducidos de oxígeno en las altitudes máximas. Tomando en cuenta esta situación, Boeing decidió retomar su camino glorioso y presentó en 1940 a su Stratoliner.
El Stratoliner, el primer avión presurizado, voló por primera vez con Trans World Airlines, y dejó en evidencia que, a medida que se elevaba, podía mantener la atmósfera dentro de la cabina gracias a su compresor de aire regulado, el cual podía garantizar el oxígeno a los 33 asientos que guardaba en su interior. Además, podía volar hasta 20,000 pies (60,960 metros) y alcanzar velocidades de 200 millas por hora (321,868 km).
Hemos aterrizado en el siglo XI para hablar de todos los avances que han ocurrido en la historia de la aviación. En esta cápsula del tiempo, en la que aún estamos de paso, se observan más innovaciones, modernización, aplicación de las nuevas tecnologías y el nacimiento de nuevos modelos de aeronaves tanto para vuelos comerciales, como para negocios, y también la proliferación de los jets y muchos otros modelos Boeing.
Atrás quedaron los días de fabricaciones basadas en materiales como la madera, la tela y los esqueletos de metal. En los inicios siglo XXI se evidenciaron los enormes cambios que sufrieron las aeronaves tanto en el ámbito de la estructura, funcionalidad y seguridad; por ejemplo, se prohibió fumar y se estableció la Administración de Seguridad del Transporte en respuesta a los ataques del 11 de septiembre a las Torres Gemelas.
Pero los expertos en aeronáutica y las aerolíneas también aplicaron cambios en los sistemas, sistematizaron los medios de pago y reservas vía web. No obstante, la inclusión total de la informática en la aviación sirvió como un impulsor para que la digitalización abriera paso a la aviación militar subsónica para dejar atrás los vehículos aéreos no tripulados (UAV) operados a distancia o completamente autónomos, ya que empezaron a ser utilizados en la guerra moderna.
Además, la digitalización de los medios aéreos también se ha conocido como “la electrónica de aviación”, que fue un proceso en el cual se vieron cambios en la navegación, la instrumentación, la comunicación del avión con las torres de control, la seguridad de la nave y de los pasajeros, así como la asistencia en el aterrizaje. Todo esto va con la posibilidad de tener conexiones a internet, el acceso a la TV y a los dispositivos inteligentes.
Algo que no pasa desapercibido es la opción del pilotaje automático, que también obtuvo mejoras para la comodidad de los pilotos, quienes tienen el deber de ofrecer vuelos seguros y con precisión en todo su espacio. Con el uso de computadoras que procesan toda la información de la nave, como el fuselaje, el estado de los motores, el consumo de combustible, etc., los pilotos han tenido el beneficio de tener más control de su avión.
Con la modernización y la digitalización del siglo XXI también se aplicaron técnicas más sofisticadas en la estructuración y construcción de las naves, las cuales han tenido un tratamiento con máquinas especiales que moldean el material en formas específicas (moldes macho o hembra), se optimizaron las bolsas de vacío para que la presión de la atmósfera presione las piezas en la forma deseada, sin dañar las partes del avión.
También se ha registrado el uso de materiales compuestos en los nuevos métodos de construcción, lo que ha contribuido a la creación de piezas menos costosas, menos pesas y con estructuras más aerodinámicas de lo que antes se consideraba “lo usual” (como la madera y el metal). Estas nuevas formas de trabajo, al igual que las tecnologías, se convirtieron en un patrón en toda la industria aeronáutica y, sin lugar a dudas, seguirán desarrollándose aún más en el futuro.
Hablar de modelos de aviones que se han creado en la actualidad (como los Airbus, Boeing, Concorde o Embraer), significa dedicar un espacio único al tema, pero nos hemos enfocado en los logros y las evoluciones en la historia de la aviación, para hacer un repaso detallado sobre las cosas que han cambiado cronológicamente. Ahora bien, es momento de abordar el tema del futuro.
Es bien sabido que los aviones funcionan con combustibles que son dañinos para el medio ambiente. Sin embargo, los expertos de la aeronáutica están haciendo sus esfuerzos por crear nuevos modelos sostenibles, sustentables y amigables con el medio ambiente para seguir innovando en el tema del transporte aéreo. Por ejemplo, la NASA ha dicho en que planea hacer avances en la aviación, junto con estudiosos del tema, y organizaciones gubernamentales, la industria y la academia aérea para “explorar métodos de propulsión impulsados eléctricamente (…) para integrar una tecnología más respetuosa con el medio ambiente”.
La Agencia ha puesto como ejemplo su X-57 Maxwell, un modelo a propulsión eléctrica que “produce menos emisiones y reduce la dependencia de los combustibles fósiles”. Asimismo, ha asegurado que espera que el “el comienzo de la próxima generación de aeronaves de transporte de pasajeros” inicie con innovaciones basadas en “cuatro enfoques principales”:
Proyectos como este, y muchos otros, se están desarrollando junto con la NASA y la comunidad internacional para crear una nueva forma de volar sin dañar el medio ambiente al tiempo que se mantienen sitios de trabajo y la comercialización.
Echando un vistazo atrás, hemos visto que la historia de la aviación se basó en ensayos y errores que, al final del día, crearon la grandiosidad del transporte aéreo en la historia del avión. Los aportes, los nombres de hombres y mujeres que contribuyeron a las mejoras, quedarán marcados en la memoria de la humanidad. Mientras tanto, el futuro de la aviación se espera que sea más verde, más rápido y silencioso.