La limonada es una bebida hecha a partir de agua, limón y azúcar. Una combinación sencilla, capaz de refrescar en cualquier época del año.
La receta ha pasado de generación en generación y se ha extendido alrededor del mundo. Es una de las pocas bebidas cuya receta se haya mantenido intacta durante, al menos, mil años.
La historia sobre el limón, la base de la bebida, y sobre su aparición no es tan sencilla. Se especula que es un híbrido entre la naranja amarga y el cidro, una especie de cítrico más grande que el limón, con una corteza más gruesa y que no posee mucha pulpa ni jugo. Al menos, así lo plantea un estudio publicado en la revista Naure.
En el Egipto medieval se empezó a hacer una receta que incluía hojas de cidro. También llevaba menta y pimienta negra.
Esta combinación fue documentada en crónicas de la época y en libros judíos. Se cree que la población judía de Egipto consumía la bebida y exportaba botellas llenas de ella ya en el siglo XIII.
También existen los que afirman que la limonada es obra de los parisinos. Hay pruebas que sitúan el debut de esta bebida en la capital francesa en 1630.
Aquella versión que tenía agua con gas, jugo de limón y miel ganó popularidad en toda Europa. En 1676, en París se fundó una asociación que llevaba por nombre Compagnie de Limonadiers.
La siguiente receta cruzó fronteras gracias a la creación del agua carbonatada. Una sustancia que fue mejorada por Johan Schweppe, el cual inventó un método que permitió que la producción masiva fuera mucho más eficiente. En 1830, la limonada gaseosa de Schweppes se encontraba ya en toda Europa.
La propuesta llegó a América alrededor del siglo XVIII, en la época en la que empezaron a recibir a inmigrantes provenientes de Europa. Cuando el gobierno de Estados Unidos prohibió el consumo de alcohol en 1877, la limonada se convirtió en la mejor alternativa. Unos años después, su demanda aumentó con la aparición de una versión rosada de la bebida. Aunque aún no se sabe de dónde procede exactamente esa variación, se le atribuye a la industria del circo del momento.
Hoy podemos encontrar la bebida en una gran variedad de formas y para una gran variedad de fines, pero todas guardan la esencia de la receta clásica, y se aprovechan de esa sabiduría ancestral para combatir el calor.
Referencias: