La sociedad mundial ha pasado por innumerables cambios de toda índole, algo que bien nos ha sabido relatar la historia.
Desigualdad social:
Tipos, causas, ejemplos, cifras y propuestas para acabar con ella
En un caso específico, cuando se ha dado transformaciones en la estructura económica y política, aparecen como protagonistas los sectores menos favorecidos, quienes se han hecho sentir con la finalidad de manifestar su aprobación o descontento hacia el modelo establecido en un país o nación.
Uno de los grupos con mayor connotación en estos hechos históricos ha sido la clase obrera que, en gran medida, representa a una buena parte de la población y que tiene un enorme valor dentro de la sociedad.
La lucha de los trabajadores ha permitido su formación y organización a través de movimientos los cuales, a su vez, están conformados por los denominados sindicatos, que no son más que agrupaciones creadas a fin de defender, reivindicar y promover los derechos laborales conforme a los intereses comunes de sus miembros, todo ello para proponer soluciones ante cualquier necesidad presente en los trabajadores que integran dicha asociación obrera.
Aunque se puede decir que hubo momentos previos en los que los trabajadores alzaron su voz para defender sus derechos, el movimiento sindical cobró fuerza a partir del siglo XIX, coincidiendo con diversos cambios que impactaron a la sociedad, como por ejemplo, la abolición de la esclavitud en algunos países.
Este suceso fue la puerta de entrada para la conformación del movimiento obrero que, más adelante, va a evolucionar y a protagonizar numerosos hechos en todo el mundo.
Societarismo: comienzo del recorrido histórico
Durante la crisis económica surgida en varias ciudades europeas en la tercera década del siglo XIX estuvo presente la masa obrera manifestándose a favor de los intereses laborales que, ante la problemática, se vieron amenazados. Ante ello, los trabajadores decidieron organizarse en las llamadas sociedades, que hacen su aparición en la palestra obrera para defender los derechos de este grupo.
Unas estaban destinadas a hacer frente al sistema social capitalista; otras tenían como objetivo brindar asistencia al obrero ante cualquier eventualidad que se presentare, sea de salud, laboral o legal, por lo que este método de protección iba a sentar los fundamentos de lo que hoy se conoce como seguridad social. Una de las características principales dentro del societarismo es que fue integrado por obreros de un gremio, sea de un oficio o de una región determinada.
Tiempo después, estas sociedades fueron tema de interés para el análisis de la situación en torno a la clase trabajadora, por lo que muchos investigadores y estudios de la materia se apoyaron en dichas experiencias para la creación de corrientes sociales y económicas, siendo el marxismo una de las más reconocidas en todo el mundo.
Impulsado por el filósofo alemán Carlos Marx y años después por Federico Engels, quien tuvo la tarea de complementar en calidad de colaborador los aportes de su colega, dicho modelo teórico se originó como una manera de dar respuesta a los acontecimientos que se venían desarrollando dentro de la sociedad a partir de la Revolución Industrial, originada en Inglaterra y que pronto se expandió por toda Europa.
En los años posteriores se desarrollaron más y más cambios sociopolíticos a lo largo del continente, y en estos contextos el movimiento obrero tuvo presencia para garantizar las conquistas sociales, evolucionando hasta la conformación de los llamados sindicatos que siguieron cobrando mayor fuerza en territorio europeo en lo que queda de siglo.
El momento cumbre de este movimiento fue la creación, en 1864, de la Asociación Internacional de Trabajadores, lugar que reunió a los sindicatos creados hasta ese entonces con el objetivo de organizarlos políticamente. Ya para ese año, el sindicalismo logró reconocimiento en varios países del continente, inclusive impulsando reformas legales en algunos de ellos, todo en favor de los obreros. Para 1889, el congreso de la Segunda Internacional, instalada en París, decretó la conmemoración del Día del Trabajador el 1° de mayo.
Sindicalismo moderno y globalización
Para inicios del siglo XX, la fuerza sindical había ocupado espacios en el aspecto político.
La revolución bolchevique de 1917 significó la implementación del primer estado obrero en el mundo, por lo que el movimiento se vio fuertemente impactado por este hecho. Dos años después se fundó la Organización Internacional del Trabajo, cuya gestión tripartita es manejada por empleadores, obreros y gobierno.
La consolidación y reordenamiento del sistema de seguridad social a favor de los trabajadores fue un tema que estuvo presente por parte de la OIT durante la Segunda Guerra Mundial, sobre todo al recoger testimonios de inseguridad por parte del movimiento a raíz de la emergencia económica derivada del conflicto bélico. Varios países abogaron por reformar sus leyes para garantizar el bienestar del sector obrero, a medida que sus economías se reactivaran.
Este es un claro antecedente del llamado Estado social que favorece a la clase trabajadora por medio de pensiones y otras prestaciones.
A su vez, ya las corrientes que habían sido abordadas en épocas pasadas por parte de La Internacional de trabajadores pasaron por un proceso de modernización dentro de los sindicatos, que fueron adoptando tendencias conforme a los requerimientos y filiaciones que tuvieron los miembros de las organizaciones; por lo que el sindicalismo influenciado en un primer momento por el marxismo, halló otras perspectivas en estos años.
Un ejemplo de ello se puede ver en la conformación en Portugal de la Confederación General de los Trabajadores Portugueses – Intersindical Nacional (CGTP – IN), creada en 1970 como la principal central sindical del territorio luso, y que recibe fuerte influjo de la corriente comunista dado que la mayoría de sus miembros siguen esta ideología. Cabe señalar que esta institución fue parte primordial de la llamada Revolución de los Claveles de 1974, que se instauró luego del derrocamiento del régimen fascista.