Los retos son excitantes, y cuando vienen acompañados de una buena recompensa, todo el esfuerzo realizado vale la pena. Teniendo esto en cuenta, la Casa de Té Huashan ofrece el té más delicioso (y peligroso) que pueda existir. Esta famosa casa de té está ubicada en la cima del Monte Hua, en China, y el camino para llegar es uno de los más mortíferos del planeta.
El Monte Huá Shan es una de las Cinco Grandes Montañas de China, ubicada en la cordillera de Qinling en las afuras de Xi’an, uno de los destinos turísticos preferidos del país asiático. En esta impresionante montaña se encuentran numerosos templos taoístas, lugares perfectos para retiros espirituales.
En el pico más al sur descansa uno de los templos más antiguos, que hoy en día ha sido transformado en una casa de té. A pesar de que se encuentra a más de 2000 metros de altura, miles de personas hacen la peregrinación cada año para disfrutar de su peculiar té.
Un largo y peligroso recorrido para tomar té
La ruta comienza con una caminata de dos horas desde Xi’an hasta la base de Huashan, pero esto no es más que el comienzo, un trayecto bastante fácil de recorrer.
Una vez al pie de la montaña, comienza la verdadera aventura, la subida hasta la cima cuya primera etapa se desarrolla a través de las conocidas como Escaleras Celestiales, que están directamente talladas en la montaña, tienen poca profundidad y son bastante empinadas.
En el siguiente tramo, los amantes del té (y de las emociones fuertes) deben aferrarse a una simple cadena atornillada a la montaña y caminar por unos tablones de madera de menos de 1 metro de ancho y sin ningún tipo de barandilla.
A todo este reto se suma a una parte del recorrido en la que la única manera de avanzar es encajando los pies en huecos cincelados en la roca. Los escalones son tan pequeños que, en caso de que dos personas se encuentren en dirección opuesta, deben pasar uno por encima del otro para poder continuar con el trayecto.
¿El famoso té de Huashan realmente vale la pena?
No son pocos los que aseguran que sí, que vale la pena. El té está hecho con agua pura y prístina de manantiales, deshielo de nieve y lluvia.
Seguramente, la pureza del agua le da un toque particular y delicioso a las infusiones, cuyo sabor, dicen, es ligeramente fragante y amargo y tiene la particularidad de prevenir los ataques cardíacos y de apagar la sed.
No queda duda que el té de Huashan es la recompensa perfecta para los osados que se atreven a subir el monte atravesando el que ha sido catalogado como el sendero más peligroso del mundo. Es una experiencia única en la vida que invita a la reflexión y el encuentro personal.