Los huevos Fabergé son excepcionales obras maestras de la joyería, mundialmente famosos por su arte, fastuosidad y alto valor.
¿Quién era Carl Fabergé?
Peter Carl Fabergé, conocido también como Karl Gustavovich Fabergé en Rusia, fue descendiente de hugonotes que habían huido de Francia hacia el este de Alemania.
Fabergé nació en San Petersburgo, Rusia, en 1846. Su padre fundo una joyería en la misma ciudad, negocio que heredó y que siguió regentando.
Cursó estudios en Dresde, Frankfurt, entre otras ciudades alemanas, y tuvo la oportunidad de viajar durante sus estudios por toda Europa aprendiendo diferentes estilos artísticos.
La fama de su joyería era tal que llegó a ser joyero de la casa real inglesa, así como de los zares de Rusia.
En 1882, el zar Alejandro III quedó cautivado del trabajo de Fabergé al visitar una exposición y ordenó que los artículos quedaran expuestos en el Museo del Hermitage, como ejemplo de artesanía moderna de Rusia.
Fabergé y su colección de huevos de Pascua
Una de las fiestas más importantes de la iglesia ortodoxa rusa es la Pascua, donde se intercambian besos y huevos de pascua.
En 1885 el Zar encargó a Fabergé un huevo de pascua para su esposa la emperatriz María Fiódorovna. Este huevo recordaba a Dinamarca, país de origen de la zarina.
El huevo era una obra de arte de belleza exquisita, cáscara de platino que se abría para revelar una yema de oro, y una gallina de oro en miniatura que llevaba la corona imperial rusa.
A partir del regalo de este huevo a la zarina, el zar encargó que le hicieran uno cada año. Así ella recibiría un huevo exclusivo y con una sorpresa dentro en cada fiesta de Pascua.
Tras la caída de la familia imperial rusa, los huevos imperiales fueron saqueados y se desperdigaron por el mundo. Algunos de ellos aún siguen desaparecidos.
Muchos de los huevos pertenecen a colecciones privadas y otros se exponen en museos. Uno fue vendido por una familia de anticuarios en 1952 a un misterioso comprador.
Fabergé creó un total de 69 huevos para los zares y la aristocracia, de los cuales solo se conservan 61.
De los 52 huevos imperiales, 44 están localizados hoy en día. Del resto se desconoce su paradero…