La llegada del Internet a la humanidad ha influido directamente en la forma en la que las personas comparten su vida, gustos, y una variedad de información; sin embargo, hay riesgos que se posan sobre la identidad digital. En esta entrada explicamos qué es la identidad virtual y cuáles son las formas en las que se pueden proteger los datos personales.
Redes sociales más populares:
Cuáles son las redes sociales más usadas en el mundo, México y España
¿En qué consiste la identidad digital?
El concepto de identidad digital puede ser confuso en primera instancia, pero vamos a definir de forma simple qué es una identidad digital. En el mundo en línea, una identidad virtual es toda la información disponible que hay sobre una persona en la web.
Elementos que componen a la identidad digital
Existen dos factores que pueden constituir la identidad digital de un individuo, y son los siguientes:
Actividades digitales
Son patrones de comportamiento que se pueden ver en línea, y esto tiene que ver con los movimientos en las distintas redes sociales en la que una persona está registrada, el historial de compras y búsqueda; también los datos que rastrea el dispositivo móvil, como ubicación y el uso de las aplicaciones.
Atributo digital
También se conocen como identificadores digitales. Este factor tiene que ver con información de identificación personal, es decir, los datos que se incluyen en registros en línea a los cuales tienen acceso las agencias, los entes gubernamentales, así como también los distintos grupos del sector público y privado.
Los atributos digitales son aquellos que se usan, generalmente, cuando una persona abre una nueva cuenta bancaria o solicita una tarjeta de crédito, e incluso son usados para ejecutar el pago de los impuestos. Por ejemplo:
- Fecha de nacimiento
- Datos biométricos
- Licencia de conducir
- Correo electrónico
- Número de seguro social
Estos conceptos de identidad se pueden utilizar los datos de forma combinada o solo utilizar los necesarios para poder identificar a la persona. Vale destacar que el teléfono móvil también puede tener su propia identidad digital y, aunque puede resultar confuso, es una representación de una entidad virtual en un contexto específico.
Los orígenes de la identidad virtual
Hay datos recabados que sostienen que los primeros pasos hacia la identidad virtual se dieron en Francia, 1974, cuando se planteó crear un sistema automatizado de archivos administrativos y un directorio de personas conocido como Système Automatisé pour les Fichiers Administratifs et le Répertoire des Individus, o simplemente SAFARI.
El objetivo de SAFARI fue “interconectar diferentes servicios públicos” mediante el uso de un único número de identificación. Aunque fue rechazado, dio paso a la Ley de Tecnologías de la Información, Archivos y Libertades que se instauró a inicios de 1978; desde entonces creció el debate sobre la administración digital de las personas.
Hasta mediados de la década de 1990, la identidad digital era principalmente una cuestión de «ID de usuario digitales» en la que la seguridad de los datos era la preocupación dominante y de interés principal para las empresas y las administraciones públicas. La resonancia social de estos problemas fue casi inexistente.
Más cerca de la identidad web
Desde finales de la década de 1990 hasta principios del año 2000, hablar de la “privacidad personal” en la Internet o entender la identidad como concepto de lo digital, fue un tema que empezó a ganar espacio a medida que grandes nombres como France Télécom, Cisco o eBay abordaban los “estándares globales para la gestión de datos personales y procedimientos de autenticación”.
Con la aceleración de las nuevas tecnologías la población que tenía acceso a la Web iba aumentando mucho más y, iniciando el año 2003, se hicieron populares las primeras redes sociales, y las más grandes en ese entonces: LinkedIn (2002), Friendster (2002) y MySpace (2003).
Además, no se escapa el hecho de que, en ese momento Google tenía cinco años de existencia, por lo que ya se había convertido en una herramienta indispensable -por encima de Yahoo!- para la búsqueda de información. Dicho esto, el tema de la identidad pública en la Internet se volvió necesario e importante, porque paulatinamente las redes sociales se volvieron acumuladoras de información a nivel general
El papel de Microsoft en la identidad digital
La historia también le da un espaldarazo a Microsoft quien introdujo el primer concepto de identidad virtual unificada (Identity 1.0) con Passport, que dio el primer paso a lo qué es una identidad virtual, donde los usuarios iniciaban sesión con su nombre de usuario y contraseña.
La definición de identidad digital estaba sobre la mesa y luego llegó Identity 2.0 en 2010, justo en el momento en el que las redes sociales permitían ingresar con sus identidades virtuales o sociales existentes. Por ejemplo, Facebook se apoyó en ello y en la actualidad sigue siendo un conector para iniciar sesión en distintos sitios web.
Google, Twitter, y demás redes sociales también permiten iniciar sesión en sitios web y aplicaciones móviles a través de la identidad virtual predeterminada. Esto también fue visto como algo positivo por la mayoría de los usuarios, porque les hacía el camino fácil para el acceso; las empresas también aprovecharon los beneficios de este proceso.
Para resumir, Microsoft lanzó Identity 3.0 en 2014 e hizo que la identidad virtual cada vez más se volviera estrecha con la identidad física gracias a su seguridad y protocolos reforzados. Siguiendo este camino, compañías como PayPal, Venmo o Amazon también reforzaron la seguridad y se decantaron por permitir la verificación de identidad en sitios web para hacer pagos y otros procesos de una forma más fiable.
Identity 3.0 fue un gran influyente en la evolución de la identidad virtual que vio nacer a herramientas como Touch ID de Apple Pay, la tecnología biométrica y el NFC (Comunicación de Campo Cercano), que fue adoptado por distintas compañías como Huawei, Android y Google.
En síntesis, la identidad digital se convirtió en un factor rutinario de la vida humana, pero también para las empresas, que se encargaron de hacer que fuese evolucionando con las nuevas tecnologías para proporcionar innovación y seguridad.
¿Cómo se vincula la identidad digital con la identidad física?
Como hemos dicho, una identidad digital está conformada por dos factores (atributos y actividades) de forma online, y esto abre la interrogante de si es necesario un vínculo directo entre lo virtual y la identidad física (mundo real).
En realidad, la identificación física consta de un proceso diario, puesto que sencillamente se utiliza un carnet de identidad avalado por los entes gubernamentales para hacer pagos (ejemplos de identidad física), firmar cheques, comprar bienes y servicios, etc. La documentación física es necesaria en el mundo real para demostrar que una persona es quien dices ser.
Pero en el mundo digital este último proceso de demostración se vuelve complejo, ya que existen casos de usurpación de identidad. Es por ello que las empresas han endurecido los mecanismos de seguridad para poder hacer la relación entre la identidad virtual y la identidad física.
La identidad física incluye características físicas (comportamiento e información personal) y la identidad digital incluye las características digitales de una persona, cómo es su comportamiento digital y la información personal, es decir, forman parte de la identidad física. En consecuencia, ambas identidades deben protegerse y no dejarse a merced de terceros, sitios web o aplicaciones maliciosas o sospechosas.
Características de las identidades digitales
En este punto, el significado de identidad virtual ha quedado más que claro, pero ahora es necesario hablar de sus características para poder complementar la concepción de qué son las identidades digitales.
Vida social
Las identidades digitales se originan partiendo de la actividad de los usuarios en la red. Los datos se almacenan a medida que las personas van automatizando los procesos de inicios de sesión, y también influye cómo se muestre en las distintas plataformas.
Percepción
En la vida digital las personas son percibidas dependiendo la información que comparta y, en este sentido, las identidades sociales virtuales no están exentas de los resultados negativos (o positivos) que se pudieran generar.
Valor
La identidad virtual también funciona como un factor económico para las empresas, puesto que estas utilizan los datos de los usuarios para fines publicitarios y económicos. Dicho esto, tiene sentido que en alguna red social aparezca una publicidad referente a un tema o producto en específico, pues antes fue compartido o mencionado por la persona.
Unificación
Por otro lado, la identidad virtual sirve para hacer un enlace directo a los datos unificados de los usuarios: Mensajes del correo electrónico, teléfono móvil, publicaciones en las redes sociales, etc.
Autenticación
La idea de que exista una identidad virtual es que se pueda demostrar y aprobar dicha identidad. Entonces, funciona como una credencial digital, un aval de la persona es quien dice ser.
Anonimato
Otra característica de identidad digital es que, en ocasiones, la información no puede utilizarse para identificar directa o indirectamente a la persona a la que pertenece la información porque está desde el anonimato (perfiles falsos o alternos); esto impide la vinculabilidad.
Seudonimato
Seguidamente, la información también puede estar asociada a un seudónimo y puede existir un vínculo directo. Las personas pueden emplear un apodo o seudónimo para hacer referencia de su identidad digital para no exponer cuál es su verdadera identidad.
Cambio constante
Finalmente, otra de las características de la identidad digital es que no siempre se mantiene en el tiempo, puesto que las personas pueden hacer cambios de datos o físicos, por lo que es necesario un seguimiento si todo ha quedado registrado.
Ejemplos de identidades digitales
En la actualidad, todas las industrias necesitan controles de verificación y confirmación de identidad digital para evitar los riesgos inminentes que nombraremos más adelante. Estos son cinco ejemplos de identidad digital en los que nombramos las distintas identidades virtuales.
Juegos online
Los juegos online han tomado partida en los últimos años para ser una de las industrias más lucrativas, y para mantener la seguridad de los usuarios, compañías 111dots Studio, Activision y Epic Games, desarrollador de Fortnite, han tenido que apelar por las comprobaciones de identidad virtual para evitar estafas o usurpaciones de identidad, ya que los jugadores pueden hacer dinero mientras juegan.
Para ganar dinero en Fornite solo se necesita habilidad, entrenamiento y un buen team que represente al jugador para poder escalar en los torneos.
Redes sociales
Las redes sociales son la ventana de la vida donde las personas exponen sus gustos, viajes, creencias, trabajos y demás, por lo que tampoco se está libre de una usurpación de identidad en esta zona de la Internet. Sin embargo, en este caso exponemos la cuenta de Memecentistas, un perfil que combina el arte con los memes y hasta canciones populares.
Este proyecto figura como una identidad digital corporativa porque Memecentistas no solo se quedó en el posteo de imágenes divertidas y disfrutables, sino que se ha lucrado con el arte que está creando.
Entornos de aprendizaje
Los entornos de aprendizaje virtual como Moodle, Coursera y Udemy son las mejores herramientas para el aprendizaje garantizado y seguro. Como hemos dicho, no hay empresas que estén libres de riesgos, porque existen sitios web que ofrecen cursos “gratuitos” y luego buscan sacar más dinero.
Pero estas plataformas se han asegurado de ganar una reputación por la forma en la que imparten el conocimiento y ofrecen herramientas de aprendizaje novedosas y actualizadas para las personas interesadas.
Servicios financieros
Las entidades bancarias y las aplicaciones de pago son blanco fijo para las estafas y la usurpación de identidad. En este caso, empresas como PayPal han creado mecanismos de protección para los usuarios que hacen transacciones en su plataforma y minimizar el índice de fraude.
La compañía instauró una red de seguridad que protege a los usuarios “contra pagos no autorizados, revocaciones debido a sospechas de fraude y reclamos por artículos no recibidos”, y también tiene una herramienta de confirmación que libera los activos tan pronto como se compruebe que la transacción “es elegible”.
Agencias online de viajes y turismo
Los pagos fraudulentos, el lavado de dinero y otros tipos de estafas se ven a diario en las emergentes agencias de viaje que buscan captar personas crédulas de sus paquetes y tarifas, es muy común que suceda. Sin embargo, Booking, una compañía holandesa fundada en 1996, se ha posicionado como una de las mejores agencias de viajes virtuales.
La identidad virtual y la corporativa están garantizadas porque la empresa trabaja de manera transparente y aboga por la seguridad del usuario, al tiempo que se cubre sus espaldas. Booking se ha convertido en la agencia preferida por su variedad de opciones y precios para todas las necesidades.
Posibles peligros asociados a la seguridad de las
La identidad digital se usa para tener acceso a casi todo en la vida cotidiana y en también en el mundo digital. Desde el pago de servicios, hasta el ingreso a redes sociales, y también la atención médica están a la par de la identidad virtual. Es por ello que, el hecho de que la información personal esté en línea, puede significar una exposición a varios peligros que enumeramos a continuación:
Robo de identidad digital
No es necesario ser una persona famosa para estar en peligro en cuanto a la identidad digital. Según lo que un pirata informático haya podido obtener de tus datos personales, pueden ser utilizados para innumerables propósitos.
En la mayoría de los casos, datos como el nombre y fecha de nacimiento, la dirección de la vivienda, los números de contacto y de seguro social pueden ser usados para solicitar préstamos bancarios, tarjetas de créditos, son vendidos en el mercado clandestino o a empresas de marketing que se especializan en las campañas de spam.
Robo de activos
¿Para qué sirve la identidad digital? El robo es una opción. Si un hacker se roba la información financiera para acceder a las cuentas bancarias o del seguro de vida para hacer transacciones fraudulentas online. En este sentido, de la noche a la mañana una cuenta puede quedar en cero.
Acceso al historial médico
Otra forma de atacar a la identidad digital de una persona es por medio del historial médico, puesto que la información que ahí se desglosa sirve para compra de medicamentos, los cuales no siempre son legales o con una receta válida.
Extorsión y chantaje
La extorsión y el chantaje son las formas más comunes para dañar a una persona. Por ejemplo, si se filtra información educativa de una persona, alguien puede usarlo para exigir acciones o pagos con tal de asustar a alguien y obtener su dinero.
Compras volátiles
Cuando un pirata informático roba datos de tarjetas de débito o crédito, esto puede ser utilizado para el vaciado de cuentas o para comprar volátiles, con la finalidad de que la persona afectada se quede sin fondos.
Phishing y Spam
Si una persona no protege bien datos clave como el nombre de usuario y la contraseña de alguna red social o su correo electrónico, es propensa a sufrir ataques phishing (engaños para compartir contraseñas) y spam, que es lo más usual; puedes verificarlo en tu bandeja de entrada si haces clic en la sección “Spam”, donde aparecerán mails o publicidad engañosa que puede contener virus o malware.
Consejos para resguardar la identidad virtual
Como hemos explicado con anterioridad, en temas de la identidad digital los riesgos siempre existen cuando nos preguntamos qué es mi identidad; pero hay una forma sencilla de evadirlos, si se aplica el concepto de resguardo de identidad, que es la forma en la que protegemos nuestros datos personales.
Para ahondar un poco más en qué es el resguardo de identidad, enumeramos 10 consejos necesarios que se deben aplicar para mantener segura la identidad virtual.
Cuida tus datos personales
Para el resguardo de identidad de la ciudadanía digital, lo ideal es empezar por proteger tu número Seguro Social, carnet o cédula de identidad. Además, hay que preguntarse si es necesario compartir esos datos; por ejemplo, si deseas inscribirte a ti o a tu hijo en un programa extracurricular “interesante” a nivel de ahorros, y solicitan tu número de seguro social debes sospechar de la seguridad de esa inversión.
Instala programas antivirus
Las suites de seguridad o programas antivirus evitan que personas o aplicaciones maliciosas infecten tu ordenador. Además, evita la fuga de datos o información importante; suites como Norton Antivirus o AVG Internet Security, cuentan con un sistema que bloquea el espionaje y software dañino.
Activa la lista negra
Para proteger tu identidad virtual también puedes activar la lista negra en el navegador de tu preferencia para determinar los criterios que aplican a los sitios por los que navegarás, y únicamente accedas a los que son confiables.
Habilita las cookies cuando sea necesario
Otra opción para proteger sus datos personales online es habilitar las cookies solamente cuando un sitio web lo solicite. Por otro lado, también puedes dejarlas habilitadas, pero limitando el acceso a las páginas que lo requieran.
Protege la información de tu tarjeta de crédito
Las compras online son lo máximo porque pueden hacerse desde casa, pero hay que estar atentos a las ofertas engañosas. Evita suministrar información sensible o, preferiblemente, realiza pagos por medio de las billeteras digitales, que ofrecen mayor seguridad.
Usa una conexión cifrada
Otro consejo para el resguardo de identidad digital es el uso de una conexión cifrada. Se recomienda compartir datos de mi identidad digital únicamente en los sitios web que implementen cifrado, esto ofrece protección para las transacciones en línea. Ahora bien, ¿cómo puedes saber qué es digital y que cuenta con este tipo de conexión? En la barra de estado del navegador se puede ver si el sitio web que estás navegando cuenta con sistema de encriptado o no.
También se puede identificar con el símbolo de candado o si la misma página indica que cuenta con conexión cifrada y es segura para navegar, lo cual la hace más fiable. Lo ideal es estar atentos a las señales, de lo contrario, ¿qué identidad estaría a salvo?
Que la identidad sea vulnerable es un tema de preocupación, por eso, cuando te conectes a redes públicas inalámbricas (WiFi), es necesario tener cuidado, porque terceros pueden estar al tanto de lo que envías y recibes, si estás conectado a una red desprotegida. En este caso, lo qué es identidad digital puede estar a salvo si se está navegando en una web cifrada.
Las redes seguras deben usarse tanto para cuidar lo qué es identidad virtual, como para realizar operaciones financieras personales; por ejemplo, para verificar el saldo de una cuenta bancaria.
Asigna una contraseña a tu enrutador inalámbrico
El enrutador inalámbrico (o router) de la casa o la empresa siempre debe contar con la protección de una contraseña, pues de esta forma evitas que otras personas se conecten a la red. Una red inalámbrica sin contraseña deja la puerta abierta a los hackers, para que roben tu información personal.
Haz una copia de seguridad de tus datos
Para el resguardo de identidad informática es necesario hacer una copia de seguridad de los datos personales de su computadora en un disco duro externo. Asimismo, no te quedes solo con lo qué significa digital, si puedes imprimir datos bancarios y registros, papeles de importancia o fotos familiares, es una buena opción, puesto que tendrás acceso a lo qué es la identidad física.
Es decir, las copias tangibles qué son las identidades físicas (de cierto modo) son una ayuda en caso de que los datos digitales se vean comprometidos. Vale recordar que qué es la identidad virtual la que tiene una especie de backup físico, así que no puede quedar a la deriva. Asegúrate de almacenarlos en un lugar secreto o en una caja fuerte a prueba de fuego y que solamente tú o una persona de confianza tenga la clave.
Opta por contraseñas más seguras
Con respecto a qué es resguardo de identidad también hay que preguntarse con qué frecuencia cambias la contraseña del correo electrónico o cuántas veces has utilizado la misma contraseña en diferentes sitios web.
Crear una contraseña segura implica el uso de mayúsculas y minúsculas, números y caracteres especiales para lograr combinaciones que no sean vulnerables a los ataques de piratas cibernéticos. Es posible que para algunas personas tener contraseñas “difíciles” o “complicadas” no sea la mejor opción para su memoria, pero pensando en estos casos, hemos recomendado anotar las contraseñas en un bloc o cuaderno (en un sitio seguro) para poder tener acceso a ellas.
¿Qué es mi identidad y su futuro si ha sido vulnerada? Un desastre, un vacío de información. Por eso no hay que dejar el camino fácil a los piratas informáticos, puesto que ellos usan un software que es capaz de adivinar tu contraseña; simplemente se robarán todo lo que esté a su alcance.
Utiliza las redes sociales con cautela
Bien, esto no se trata de andar paranoicos por la vida, pero hay que ser cuidadosos en las redes sociales, no hay que confiar en extraños o en perfiles que tienen poco tiempo de creación. Otro factor a tener en cuenta para cuidar tu identidad digital es identificar si la persona con la que hablas tiene amigos o conocidos cercanos a ti. No obstante, esto tampoco es algo que dé seguridad plena.
Los ladrones de identidad usan las redes sociales para buscar “personas de interés” a las cuales pueden estafar, extorsionar o robar el perfil de Facebook, Twitter o Instagram.
En este sentido, se recomienda reducir lo que se comparte en las plataformas sociales, ya que el exceso de información o compartir cosas muy específicas, aumenta los niveles de vulnerabilidad de lo qué significa identidad digital. No se trata de privarse de compartir gustos o intereses, sino ver que no te has excedido y, a la vez, te has expuesto demasiado.
Para finalizar, ya que hemos hablado sobre qué es identidad física y qué significa digital, vale el recordatorio de que cuanto menos se sepa de ti en las redes sociales (identidad digital) menos se sabrá de tus datos personales (nombre completo, fecha de nacimiento, número de contacto, etc.); la única forma de asegurar la identidad virtual de una persona es cuidar lo que se publica.