Los edificios de nueva creación suelen tener por normativa la pre-instalación para poder instalar un punto de recarga.
Un punto de recarga para un vehículo eléctrico en un edificio consta de tres componentes principales:
El primer paso para instalar un punto de recarga en una comunidad de propietarios es consultar con la administración de la comunidad para obtener todos los permisos y autorizaciones necesarios.
Para ello hay que contactar con el administrador de fincas y solicitar los siguientes documentos de la finca:
Normalmente los edificios de obra nueva ya cuentan con plataformas donde podrás descargar los documentos del propio gestor documental de la app de tu comunidad.
Este certificado se solicita en cumplimiento del artículo 21 del Real Decreto 842 /2002 por el que se aprueba el Reglamento electrotécnico para baja tensión y la ITC-BT-05, se debe proceder a la Inspección Periódica de la Instalación Eléctrica en todas las partes controlables y visibles. Esta inspección se realiza cada 5 años en garajes comunitarios.
Es necesario aportar el CERTIFICADO DE INSPECCIÓN PERIÓDICA INSTALACIONES ELÉCTRICAS DE BAJA TENSIÓN, del garaje comunitario (este certificado debe tenerlo el Administrador de Fincas, el Presidente de la Comunidad de propietarios). Ya que esta documentación tendrá que se anexada en futuras inspección.
Si no se posee este certificado de Inspección Periódica se puede firmar el acta en el que el titular del punto de suministro pide formalmente al titular de la comunidad de propietarios que proceda a pasar la inspección periódica.
Es importante encontrar un buen lugar para instalar el punto de recarga en el entorno de la plaza de garaje. Idealmente, debe ser un lugar seguro y con fácil acceso para el propietario de la plaza de garaje.
Una vez que se haya elegido la ubicación, se debe considerar el suministro de energía adecuado con la compañía que se desee. Esto puede significar contratar a un electricista para realizar una conexión a la red eléctrica con experiencia en este tipo de instalaciones y que cuente con todos los certificados y documentos de responsabilidad para acometer la instalación.
La última etapa es planificar la instalación de la unidad de carga. Esta unidad debe estar certificada por la autoridad local y cumplir con todos los requisitos de seguridad aplicables.
Si se van a causar molestias a los vecinos con las obras de la instalación sería recomendable avisar a la Junta Directiva o administrador de la comunidad de propietarios para avisar con antelación.