María Cruz es la tarotista detrás de 7Tarot. Su visión es compartir la belleza del tarot y hacerlo entendible para todos como herramienta de reflexión para comprender nuestra vida.
Como invitada a nuestra web, ha querido ayudarnos a comprender las raíces y el funcionamiento del arte adivinatorio más consultado del mundo. A continuación, su introducción al tarot para los no iniciados.
¿Alguna vez has visto una baraja de tarot en una tienda de ocultismo que te ha llamado la atención? ¿O has observado que en películas o series una mujer misteriosa lee el futuro en las cartas y explica a los consultantes qué sucederá con sus vidas? ¿Te genera curiosidad este objeto y quisieras saber de qué se trata? Entonces, este texto es para ti y te dará las respuestas que necesitas.
El tarot es una baraja de cartas que puede utilizarse con fines predictivos, terapéuticos o de autoconocimiento. Aquellas personas que utilizan el tarot con fines predictivos recurren a esta herramienta para buscar respuestas sobre qué sucederá en el futuro, mientras que quienes la utilizan con fines terapéuticos o de autoconocimiento deciden enfocarse en su situación presente. Además, cada baraja de tarot es una obra de arte en sí misma que puede ser simplemente admirada y coleccionada por su valor pictórico.
Existen numerosas historias sobre los orígenes del tarot. Según una de las versiones, las barajas que conocemos hoy habrían surgido en el Antiguo Egipto. Otras teorías, en cambio, afirman que el tarot emergió en Italia en el siglo XV y que a finales de ese siglo llegó a Francia. En este país nació el Tarot de Marsella, baraja clásica que sirvió como guía para los artistas que luego decidieron crear sus propios diseños.
En la actualidad, la baraja más popular es conocida con el nombre Rider-Waite. Este proyecto ideado en el año 1910 por el ocultista estadounidense Arthur Edward Waite, fue ilustrado por su discípula Pamela Colman Smith e impreso en la Rider Company. Es muy probable que quienes se inicien en el mundo del tarot lo hagan gracias a esta baraja. Sin embargo, es conveniente conocer las características del Tarot de Marsella por ser la invención que permitió el surgimiento de todas las barajas posteriores.
El Tarot de Marsella cuenta con 78 cartas conocidas con el nombre de arcanos. Los arcanos se dividen en dos grupos principales: 22 de ellos son llamados arcanos mayores y los otros 56 son llamados arcanos menores.
Los arcanos mayores describen procesos humanos universales que engloban los aspectos espirituales de una persona. Son considerados como esencias o arquetipos que están presentes en todos nosotros y que se activan en los momentos de nuestra vida en los que aparecen en una lectura. Estas cartas están numeradas de I a XXI, más El Loco, que no tiene número y que dio lugar al comodín en la baraja de naipes española.
Los arcanos menores nos permiten examinar aspectos más cotidianos e íntimos de nuestra vida material, emocional o intelectual. Remiten a nuestros sentimientos, deseos y pensamientos, además del estado de nuestras necesidades e ideas creativas. Los arcanos menores se subdividen en 40 cartas numéricas que representan la serie de 1 a 10 en cada uno de los Palos: Bastos, Copas, Oros y Espadas. Las 16 cartas restantes son llamadas cartas de la corte porque muestran a personajes de la aristocracia y son cuatro por palo: Paje, Caballero, Reina y Rey.
Las 78 cartas que componen la baraja del tarot se complementan entre sí para responder de forma apropiada a la pregunta que realicen los consultantes. Cada una de ellas es necesaria para mostrar el panorama completo de una situación puntual.
En una primera aproximación, el tarot puede resultar complejo, misterioso y desconcertante. Algunas cartas pueden parecer muy difíciles de interpretar ya que cuentan con símbolos que no resultan familiares o puede parecer imposible recordar los significados y el orden de toda la baraja. Pero no hay que desesperarse. Como todos los sistemas coherentes, el tarot tiene su estructura propia y esta estructura se puede aprender. Solo se trata de lanzarse a la aventura de descubrirla.