Desde hace ya bastante tiempo que el posicionamiento online ha ayudado a rentabilizar la inversión publicitaria de las pequeñas y grandes marcas. Sin embargo, para que este proceso tenga éxito hoy en día es imprescindible contratar una buena empresa SEO si quieres ser competitivo en internet.
No se trata un tema que deba tomarse a la ligera, ya que si el objetivo es ser competitivo en internet, diseñar una estrategia adecuada, lograr un engagement interesante y ver resultados en el corto plazo, el contenido optimizado es clave. A continuación encontrarás los puntos más importantes que se deben considerar en el momento de analizar un proyecto web en este contexto.
Cuando se trata de contenidos digitales, los grandes buscadores de internet (como Google) deben indexar los sitios web, para que así puedan aparecer entre la lista de resultados para diferentes búsquedas de los usuarios.
Ahora, ¿esto como se logra? Existen muchos parámetros y conceptos involucrados pero, en líneas generales, gran parte de la indexación tiene que ver con los bots de rastreo y la organización del contenido. Cuanto mejor sea la clasificación que se ofrezca, más fácil será que Google encuentre y muestre la página.
Para ilustrar mejor este tema, se pueden comparar dos entradas de blogs. La primera es una publicación sencilla, con texto largo y seguido, sin divisiones especiales y sin etiquetas. La segunda es un texto separado por subtítulos, con reforzamiento de palabras clave (sacadas de un análisis previo de los portales competidores con temas similares), y con un correcto uso del formato web.
Si hay que comparar ambos post, es casi seguro que la segunda opción aparecerá fácilmente en los buscadores, porque se le brinda a los bots suficiente información como para clasificar, ordenar, categorizar, ubicar y comprender los tópicos explicados.
Este es uno de los errores más comunes de cualquier empresa que se adentra en el mundo virtual por primera vez. Esto debido a que se busca llenar las plataformas con imágenes o vídeos de altísima calidad, textos muy largos y sin subdivisiones, plugins o herramientas llamativas, etc.
Si bien es cierto que estos elementos pueden hacer más atractivo un sitio web, también pueden perjudicar a la velocidad de carga del portal.
Lo que se muestre en la página debe cargar en un tiempo eficiente, ser fácil de leer y que no represente distracciones. Así se puede asegurar la permanencia de los usuarios durante los primeros segundos.
La auditoría SEO de un sitio web es un paso imprescindible que no debe saltarse, incluso cuando se trata de empresas pequeñas que creen no necesitarla.
Es importante considerar que las grandes marcas cuentan con una presencia online y un presupuesto de inversión gigante, lo que puede darles grandes ventajas en el momento de competir por el posicionamiento en Google.
Todos los proyectos digitales, es decir, todas aquellas empresas que quieran crear o mejorar su presencia online, se pueden beneficiar de una proceso de este tipo. Si quieres ampliar más este tema, revisa las 7 razones por las que necesitas una auditoría.