En una búsqueda constante por comprender y abordar la obesidad, un equipo de científicos dirigidos por el profesor Bart Deplancke de la Escuela Politécnica Federal de Lausana (Suiza) ha dado un paso crucial al descubrir una población de células en el tejido adiposo omental humano que podría tener un papel crucial en la lucha contra esta creciente epidemia de salud pública.
La investigación, publicada recientemente en la revista ‘Cell Metabolism’, se centra en el tejido adiposo omental, que está asociado con la forma del cuerpo de «manzana» y es conocido por aumentar el riesgo de enfermedades metabólicas cuando se acumula en exceso.
Aunque se ha sabido que este tipo de grasa abdominal está relacionado con problemas de salud graves, como la resistencia a la insulina y la diabetes tipo 2, los mecanismos exactos detrás de su formación han sido en gran parte desconocidos hasta ahora.
Uno de los principales hallazgos del estudio es la identificación de una población de células en el tejido adiposo omental humano que parece limitar la formación de nuevas células grasas, un proceso conocido como adipogénesis.
Estas células, denominadas células mesoteliales, generalmente recubren cavidades internas del cuerpo, pero su papel en el tejido adiposo omental ha sido poco comprendido hasta ahora.
El descubrimiento de estas células mesoteliales plantea preguntas fascinantes sobre la biología del tejido adiposo omental y sus implicaciones para la obesidad y las enfermedades metabólicas relacionadas.
Por ejemplo, ¿cómo estas células afectan el proceso de acumulación de grasa en el tejido adiposo omental? ¿Qué señales moleculares están involucradas en la regulación de la adipogénesis en este tejido específico?
Para abordar estas preguntas, los investigadores utilizaron técnicas avanzadas de secuenciación de ARN unicelular para analizar células de diferentes depósitos de grasa humana, lo que les permitió identificar subpoblaciones celulares específicas y estudiar su capacidad para convertirse en nuevas células grasas.
Este enfoque les permitió realizar una comparación detallada entre diferentes localizaciones de grasa y revelar las complejas interacciones celulares en el tejido adiposo omental.
Un hallazgo notable del estudio fue la capacidad de las células mesoteliales para modular su microambiente, lo que sugiere que podrían desempeñar un papel importante en la regulación del metabolismo de la grasa en el tejido adiposo omental.
La comprensión más profunda de la biología subyacente del tejido adiposo omental podría allanar el camino para el desarrollo de nuevas estrategias terapéuticas para abordar la obesidad y las enfermedades metabólicas relacionadas.
Además, los investigadores identificaron una proteína clave, la proteína 2 de unión al factor de crecimiento similar a la insulina (IGFBP2), que parece desempeñar un papel crucial en la inhibición de la adipogénesis en el tejido adiposo omental.
Esto podría conducir al desarrollo de tratamientos más efectivos y específicos para abordar la obesidad y sus complicaciones asociadas.