Roma tiene muchos atractivos turísticos, el Coliseo y otros edificios históricos espectaculares, además de una rica gastronomía. Pero las autoridades quieren añadir un gancho turístico más a la ciudad: un espacio para utilizar el traje de baño y relajarse.
La alcaldesa, Virginia Raggi, planea agregar 10.000 metros cuadrados de playa en Roma, concretamente en las riberas del río Tíber, con el fin de que, durante el próximo verano de 2018, los ciudadanos y turistas puedan tomar el sol en el lugar y disfrutar de la arena.
Las nuevas áreas de balneario estarán cerca del puente Guglielmo Marconi, al sur de las zonas que más concentran turistas, según refiere la agencia de noticias de Italia, ANSA.
Raggi copió la iniciativa de París, que creó el Paris Plages a orillas del río Sena. La alcaldesa quiere que el río Tíber se convierta en “un elemento vivo y vibrante de la ciudad”. La propuesta plantea crear una orilla donde tumbarse, sin acceso a los coches y con opciones veraniegas, como sombrillas y áreas para deportes de playa.
Desde el 1946, los romanos suelen darse chapuzones en estas aguas, lo que ya se considera una tradición en Año Nuevo. La iniciativa dará al menos una nueva actividad de disfrute y de vitalidad a esta parte de la ciudad antigua, aunque se recomienda no nadar en el río.