Quienes aman el misterio, el suspense y los cuentos de terror conocen bien el encanto que pueden tener algunos lugares abandonados donde han ocurrido tragedias o que se rumorea están encantados. Hoy nos vamos hasta México para descubrir la Isla de las Muñecas, un lugar aterrador que atrae a los más atrevidos.
La historia de este extraño lugar se remonta a más de 50 años atrás, cuando Don Julián Santana, sin razón aparente, decidió dejar a su esposa e hijo y mudarse a una isla en el lago Teshuilo, en los canales de Xochimilco.
Poco tiempo después de que Don Julián se trasladara a esta isla, hizo un macabro descubrimiento que marcaría el resto de su vida. Se trataba del cuerpo de una niña pequeña que había fallecido ahogada en las aguas del lago. No mucho después, los canales del río trajeron una muñeca que Santana consideró pertenecía a la niña.
Con la intención de honrar la memoria de la pequeña y de apaciguar su espíritu, decidió colgar la muñeca en uno de los árboles de la isla, dando inicio así a una manía que duraría varias décadas.
Santana se consideraba a sí mismo como el cuidador de la isla y consideró que una solo muñeca no era suficiente, por lo que se dedicó a revisar la basura, los canales y todo lugar que pudiese en busca de muñecas para colgarlas en los árboles de la isla.
Don Julián tomaba cualquier muñeca que encontrara sin importar su estado, por este motivo se pueden encontrar figuras en diferentes condiciones, lo que hace la isla mucho más macabra. Algunas no tiene cabeza, otras carecen de torso e incluso pueden encontrarse partes sueltas.
El descubrimiento del pequeño cuerpo de la niña y la muñeca que la acompañaba originó la misteriosa decoración de esta isla. Sin embargo, muchas personas, incluidos familiares de Don Julián, dudan de la veracidad de este hecho, creyendo que todo fue simplemente producto de su imaginación.
La verdad es que no hay manera de determinar si la tragedia contada por Don Julián realmente ocurrió o si se trata de alucinaciones de un hombre mentalmente enfermo. Lo cierto es que su obsesión transformó la isla en un lugar digno de una película de terror.
Como si toda la historia que rodeó la vida de Don Julián no fuese lo suficientemente extraña, el coleccionista de muñecas también contó con una extraña muerte, falleciendo en circunstancias misteriosas. Su cuerpo fue encontrado ahogado en el mismo canal donde dijo haber encontrado a la niña 50 años atrás.
La Isla de las Muñecas es un lugar lleno de misterio y, a pesar de no ser el típico lugar encantando, hoy en día muchos turistas acuden a este punto del mapa y colocan muñecas en los árboles para rendirle homenaje a Santana y a la niña, ya fuera real o producto de su imaginación.
Sin duda es un destino de visita obligatoria para quienes aman las historias de terror.