Jorgen Nash, quien murió el 17 de mayo de 2004, es a día de hoy un icono de la contracultura Beat en Suecia, porque su poesía siempre subvirtió la somnolencia conservadora y la comodidad aburrida de una sociedad en busca de placeres instantáneos y por lo tanto fugases.
Charles Bukowski:
Los enormes aciertos y épicos desfases del genio literario
Nash vio a una sociedad que busca vivir los placeres sexuales, no como un instante, sino como un placer que puede durar a través de tener varias parejas. Al no hacer duradero el placer sexual busca otros: comer abundantemente, drogas, alcohol, juegos donde el cuerpo y la mente se involucran… Y lo vierte en su poesía: al describir a una sociedad que ama la vida a través de los placeres, siempre efímeros, para negar la muerte.
Sus palabras son sarcásticas y lúgubres, utilizando la ironía, mezclando lo hermoso y lo deforme en una unidad liberadora, sobre todo cuando logra en algunos de sus versos la idea de infinitud, donde no se sabe cuándo empieza la vida y cuándo termina, y enfatiza lo siguiente:
Sin embargo, pasan tantas cosas cuando la vida se extingue.
Al plasmar Jorgen Nash la idea de infinitud, donde no hay un tiempo de inicio y final, nos dice que podemos exaltarnos, amar, odiar, temer, simplemente vivir. Y que solamente podemos existir porque no sabemos la hora, el día, el año que soltaremos el último suspiro.
También nos da a conocer que el no saber el día de la muerte se puede convertir en ventaja, porque increíblemente olvidamos con facilidad a la muerte.
Transcribo unos poemas de Jorgen Nash:
Dar la vida
es morir un poco cada día.
Pasan tantas cosas cuando uno muere.
El cuerpo, resto mortal de la realidad
es el viejo vidente de lo verdadero. Y la sangre,
la sangre del corazón rompe venas y vasos.
Rosas rojas con espinas arden
en el corazón de todos, por eso sangra.
Otros versos del poeta:
En los más altos grados de la fiebre,
en las últimas horas de la vulnerabilidad
grito pidiendo ayuda.
Ayuden todos a que la sinrazón sobreviva
antes de que colapsen los pulmones
y de que manos invisibles
atenacen desde el interior
las gargantas de la gente.
Y por último escribo un poema de amor de Nash:
Infinitos son estos días
cuando tu cuerpo
es deslumbrante y mudo
y sin embargo habla
como los ardientes corazones
que uno a otro se atraen.
En fin. El poeta Jorgen Nash con su obra parece decir que el arte existe porque hay vida.