Los valores de carácter fundamentales como la confiabilidad, el respeto, la responsabilidad y la justicia permiten evaluar las distintas situaciones de la vida profesional y personal. A través de los juicios éticos los individuos adecuan sus comportamientos a una serie de normas y reglas aceptadas por la sociedad. Hoy en día, tomar decisiones ante situaciones éticas es cada vez más apremiante; para ello los juicios morales y éticos permiten evaluar eficazmente las debidas situaciones.
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La definición de juicio ético se refiere a la faculta de poder realizar el razonamiento necesario que le permite a la persona elegir la actitud o tomar la acción más favorable y conveniente ante una situación determinada. La finalidad de los juicios éticos es la de ayudar a encontrar la solución más adecuada a los dilemas éticos que se presentan en diversas ocasiones. El razonamiento se basa en valores aceptados socialmente como correctos o justos.
Para comprender mejor qué es el juicio ético se debe observar el origen del término y el uso del concepto más reciente. En ese sentido, la ética proviene del vocablo griego “ethos” que significa “costumbre” o “carácter”.
Aristoteles hacía referencia a la “ética” como equilibrio entre la pasión y la cautela, definiendo la personalidad de un hombre. En la actualidad, el término se aplica para aquellas prácticas que hacen a las personas y a las organizaciones diferentes entre sí.
Este conjunto de valores distintivos forman parte del concepto de juicio ético de las personas, y son los que permiten, a través del razonamiento ético, analizar las distintas opciones que se presentan en el conflicto presentado, para poder tomar la mejor decisión que vaya acorde no solo con los mandatos y preceptos socialmente aceptados, sino también con las normas morales y principios internos de la persona.
Muchas veces en la vida cotidiana y profesional las personas se someten a situaciones en las que deben tomar decisiones importantes. Es en esa oportunidad cuando el juicio ético y moral pasan a desempeñar un papel primordial; sobretodo en las ocasiones en las que se plantea una disyuntiva entre lo bueno o malo de una acción o actitud.
Los juicios éticos se comportan entonces como una herramienta fundamental para la toma de decisiones correctas o acertadas en cuanto a valores morales se refiere. En ese sentido, es de suma importancia el desarrollo de la capacidad de emitir juicios éticos a las distintas problematices de la vida para obtener la facultad de discernir con mucha más eficacia y eficiencia los elementos de valor y las razones que dan sustento a las decisiones de las personas.
Al saber qué es juicio ético y cómo aplicarlo en las distintas diatribas profesionales o personales, le permitirá a la persona poder identificar con mayor facilidad cuáles son los elementos morales afectados, dónde se encuentra se encuentra el problema ético y, en consecuencia, hallar una solución conveniente y que no viole los principios o códigos morales de la sociedad.
Para su correcta aplicación, es importante conocer e identificar las características del juicio ético y sus elementos de modo que la persona cuente con las herramientas necesarias para emitir el razonamiento más conveniente a la circunstancia planteada, conforme a las opciones existentes posibles.
El objeto, el fin y la circunstancia son los elementos del juicio ético y que permiten identificar cuando un acto o circunstancia se adecua a las normas morales de la sociedad o la persona.
En ese sentido, se entiende por objeto al acto o conducta que ejecuta el individuo con independencia de la circunstancia. Es el bien sobre el cual recae directamente la acción de la persona y responde a la pregunta: ¿Qué hago?
El fin, por su parte, se refiere a aquello que se desea obtener con la acción o conducta desplegada. Es decir, lo que el individuo busca cuando realiza una acción determinada. Se encuentra más vinculado con la intención y la moralidad de la persona y responde a la pregunta: ¿por qué lo hago?
Finalmente, el elemento constituido por la circunstancia se relaciona con las condiciones físicas y externas como tiempo, lugar, contexto, etc. que se encuentran vinculadas con el acto realizado y que pueden determinar o influir en la forma en cómo actúo la persona. Responde a las preguntas: ¿dónde, cuándo?
El juicio ético según autores reconocidos está basado en principios morales abstractos que determinan que es lo correcto o no. Para determinar qué conducta está adecuada a determinados valores morales, es fundamental conocer cuáles son los elementos del juicio moral, los tipos de juicios éticos y, sobretodo, las características principales de los juicios éticos y morales.
Entre las características del juicio ético se encuentran el uso del raciocinio. Las decisiones se basan en una metodología lógica y racional. Por tanto, se aplica la voluntad y la inteligencia a la secuencia de los distintos hechos y situaciones para alcanzar una respuesta satisfactoria.
Una excelente manera de comprende lo qué es un juicio ético es a través de situaciones prácticas que se puedan subsumir en la realidad cotidiana. A continuación una serie de ejemplos de juicio moral y juicio ético sencillos y simples.
El estudiante que se copia en un examen y es descubierto. Este alumno, al ser descubierto, pierde la confianza de sus profesores quienes se fijaran con mayor atención cuando rinda exámenes. De igual forma, esta persona podría recibir el rechazo de sus compañeros de clases, al valorar como incorrecta su actuación ante el proceso de aprendizaje. Tampoco puede perder el respeto de sus colegas, por considerarlo desleal.
Una persona que conduce después de consumir alcohol. Este caso representa un peligro no solo para sí mismo; sino para la colectividad ya que pone en riesgo la vida de las personas.
El joven que se transporta en un autobús repleto de usuarios y no cede su asiento a una señora mayor con poca movilidad. El chico puede ser víctima de las críticas o señalamientos del resto de los pasajeros, el conductor o la misma señora quienes ejercen una presión social.
Otro de los ejemplos de juicio moral y ético es el caso de aquellas personas que maltratan sin ningún motivo a sus mascotas o animales sin dueño.
Quien se aproveche de la inocencia de un niño para robarle o sacar provecho de una situación.
El uso recreativo de la marihuana u otras drogas “suaves”. Aunque, en principio, no se estaría afectando el interés o el derecho de ningún tercero; hay quienes consideran el consumo y tenencia personal de drogas como un problema de salud pública.
El acoso sexual dentro del ámbito laboral, bien sea por parte de superiores, aprovechándose de su condición de poder, o bien por parte de compañeros de trabajo con igual o menor jerarquía.
Aun cuando en algunos países está legalizado o despenalizado, el aborto sigue viéndose con ojos críticos por buena parte de la sociedad.
Para determinar con mayor facilidad la diferencia entre juicio moral y ético se deben tomar en cuenta los elementos que constituyen cada uno de ellos, así como sus características y funciones. En el siguiente cuadro comparativo de juicio moral y juicio ético se detallan algunos aspectos fundamentales y necesarios para observar las diferencias y similitudes entre juicio moral y juicio ético con mayor facilidad.
Cuadro comparativo entre de juicio moral y juicio ético, diferencias y similitudes
CARACTERÍSTICAS | JUICIO MORAL | JUICIO ÉTICO |
Según el ámbito | Valores sociales | Valores personales |
Según el carácter | Externo | Interno |
Según coerción | Mayor coerción. Control social | Menor coerción. Control personal. |
Según la razón | Referencia a normas sociales | El raciocinio es factor determinante |
Según el fin | Determina si la conducta es correcta | Busca un solucion satisfactoria y adecuada |
Una de las principales diferencias entre los juicios morales y éticos es el ámbito en el cual se desarrolla cada uno. Mientras los juicios morales se encuentran estrechamente relacionados con los valores y principios establecidos por la sociedad y la cultura de un espacio geográfico determinado; los juicios éticos tienen más que ver con los principios intrínsecos e individuales de la persona; aunque estos puedan tener base en la moral. Esto nos lleva a la siguiente diferencia.
De acuerdo con lo anterior, se puede decir que la moral, y por ende los juicios morales son externos. Es decir, tienen una mayor carga social y dependen de la colectividad a la cual pertenece el individuo. La conducta de las personas o la calificación como bueno o malo de determinado comportamiento viene dada por la aceptación de la comunidad.
Los juicios éticos, por su parte, son internos e introspectivos. El examen nace en el fuero interno del individuo que interioriza y valor el acto, conforme a su conciencia y a su pensamiento individual.
Al verse dominados por la sociedad, los juicios morales pueden contar con una mayor coerción sobre las personas. Es decir, los individuos se ven compelidos a comportarse de determinada manera para evitar las sanciones o condenas sociales. El escarnio, el rechazo o la condena social puede influir con mayor fuerza en los razonamientos contenidos en los juicios morales. En contraparte, los juicios éticos al estar basados en la propia conciencia del individuo carecen de un elemento punitivo o coercitivo, ya que aunque la persona pueda sentirse mal por su comportamiento; no acarreará ningún sanción más allá del arrepentimiento propio.
El adecuado razonamiento en la toma de decisiones es fundamental para ejecutar una conducta ajustada a los valores morales. Por eso, en los juicios éticos, el raciocinio es un aspecto primordial que lo diferencia de los juicios morales. En el primero, la razón es capaz de influir en la decisión adoptada por la persona en un momento determinado. Mientras que en los juicios morales, esa decisión dependerá en mayor medida tomando la referencia de las normas sociales y conductas aceptadas por esa sociedad.
Otra de las principales diferencias entre juicio moral y juicio ético es la finalidad que persigue cada uno. Los juicios morales realizan una valoración de una conducta como correcta o incorrecta ante una situación determinada. Buscan la verdad y determinar la existencia o no de un valor moral dentro de un comportamiento específico. En contraposición, el juicio ético busca analizar, conforme a las circunstancias, las posibles soluciones y opciones ante un dilema moral para encontrar la conducta más apegada a las normas éticas y morales.
En definitiva, los juicios éticos ayudan a encontrar la solución más adecuada ante un dilema ético. Por su parte, el juicio moral según autores de gran renombre permite evaluar si una determinada conducta es buena o mala. Así los juicios morales y éticos son herramientas fundamentales para la toma de decisiones efectivas y que se adecuen a las normas aceptadas por la colectividad.