Los expertos han asegurado desde siempre que el avión es el medio de transporte más seguro. Teniendo en cuenta esta afirmación, la multinacional GMV decidió trasladar algunas tecnologías de seguridad de los aviones a los coches conectados autónomos.
GMV, así como otras compañías, llevan un tiempo trabajando en este tipo de vehículos, que son considerados por muchos como una revolución futurística. Sin embargo, el grupo empresarial español es el primero en incluir estas herramientas de geolocalización y ciberseguridad utilizadas en el entorno aéreo.
Desarrollo tecnológico
La directora de la unidad de negocio de Automoción de la sectorial de Sistemas Inteligentes de Transporte de GMV, Sara Gutiérrez, explicó que se trata del traslado de algunos conceptos de posicionamiento de aplicaciones para la seguridad de los aviones hasta los automóviles.
Un aspecto muy relevante de la adaptación de GMV de estas tecnologías es el posicionamiento.
Esto se debe a que los coches autónomos perciben el terreno por donde transitan a través de una serie de sensores que se combinan con otras técnicas de geolocalización, las cuales, en conjunto con el algoritmo de GMV y las herramientas de posicionamiento de los aviones, lograrán añadir una “capa de integridad”. Esto, según Gutiérrez, será “esencial” en los entornos críticos en seguridad.
Poco margen de error
Gutiérrez destacó que, aunque el GNSS o Global Navigation Satellite System siempre tiene un margen de error, con el posicionamiento con integridad la información enviada será más “fiable” y, por lo tanto, las maniobras que realice el vehículo serán más seguras.
Asimismo, la empresaria cifró el margen de error de estas nuevas tecnologías por debajo de los 50 centímetros.
“Con esta capa de integridad, podemos garantizar que, en un porcentaje muy próximo al 100% de las ocasiones, el vehículo se encuentra situado dentro del margen determinado”, declaró.
Esta compañía ya lleva más de una década de experiencia en estos conceptos, que normalmente se aplican en la aeronáutica.