Banca Popolare de Vincenza y Veneto Banca son las dos entidades bancarias italianas a las que se ordenó la liquidación de sus cuentas. La orden fue realizada por la Junta Única de Resolución Europe, como respuesta a la declaración del Banco Central Europeo, que dictaminó que ambas entidades son inviables o están en vías de serlo, puesto que no cuentan con el capital necesario para su funcionamiento.
Según las declaraciones oficiales del Banco Central Europeo, parece ser que ambos bancos incumplieron los requisitos del capital regulado en más de una ocasión. Antes de ordenar la liquidación, se solicitó que las entidades bancarias en cuestión presentaran un plan de capital, en el que se establecieran posibles soluciones. Pero ambas bancas fallaron a la hora de hacer planes realistas.
¿Pueden ser salvados?
En ocasiones anteriores se han presentado casos de bancos que terminan puestos en resolución y vendidos en lugar de caer completamente en la quiebra. Para que se dé esta situación, deben ser evaluados ciertos aspectos referentes a las condiciones de la entidad bancaria y al impacto que su cierre generará en la sociedad general.
De hecho, existen tres condiciones que deben cumplir para optar por procedimientos europeos que garanticen su supervivencia. En primer lugar, debe ser comprobable que el banco no es viable o está en vías de convertirse en inviable. También, que la quiebra sea completamente inevitable. Y, finalmente, que su funcionamiento sea necesario para el interés público. A pesar de que ambos bancos cumplen con las dos primeras condiciones, ninguna de las entidades en cuestión representa una necesidad para el interés público.
No todos están de acuerdo con la decisión
Algunas personalidades públicas han proclamado su disgusto con la decisión tomada por la Junta Única de Resolución Europea, entre ellos, políticos y asociaciones. Muchos de los críticos consideran que esta decisión genera daños, principalmente para los contribuyentes.