En los últimos años, el tema de la salud mental ha recorrido un largo camino. No obstante, aunque en la actualidad se habla más sobre la depresión, la ansiedad y otros trastornos similares, generalmente se agrupan como problemas de salud mental.
Los términos depresión y ansiedad son diferentes y no deben ser utilizados como sinónimos. Incluso es posible tener ansiedad y depresión al mismo tiempo, uno puede conducir al otro, aunque no siempre ocurre así.
Ansiedad
Un cierto nivel de ansiedad es importante para el ser humano cuando se presenta una amenaza. Gracias a ella, las personas se mantienen alerta y reaccionan para afrontar una situación peligrosa.
La ansiedad saludable es aquella que le indica al cuerpo que debe salir de un edificio en llamas o que hay que estudiar mucho para superar un examen, un ejemplo menos extremo.
La ansiedad se convierte en un trastorno cuando se presenta en un contexto donde no existe una amenaza real, o cuando el peligro no es tan severo como para provocar un nivel tan alto de ansiedad.
El trastorno de la ansiedad puede producir algunos síntomas: la falta de aliento, tensión muscular, mareo, ataques de pánico, náuseas, insomnio, sensación de terror e irritabilidad, entre otros.
Depresión
Las personas que sufren depresión se mantienen tristes durante mucho tiempo, incluso es habitual que dejen de sentir placer ante cosas con las que anteriormente disfrutaban.
La forma en la que se presenta la depresión es muy variable. En un extremo de la escala se puede sentir un estado de ánimo bajo y pérdida de motivación, y en el otro extremo es probable experimentar pensamientos suicidas.
Los síntomas más comunes de la depresión son: el insomnio, la pérdida o aumento del apetito, cansancio, lentitud y poco o ningún entusiasmo, entre otros.
Aunque la depresión y ansiedad no son lo mismo, en ciertos momentos se pueden cruzar. La ansiedad puede producir depresión en algunos casos.
La tensión, el pánico y los nervios son muy agotadores y es posible que finalmente deriven en depresión. Es bastante habitual que un episodio de ansiedad desencadene otro de depresión.