En una época pasada, LucasArts Etertainment Company o LucasFilm Games, la empresa de videojuegos de George Lucas creada en 1982, revolucionó el mercado de los videojuegos con una serie de espectaculares aventuras gráficas.
Desde la inolvidable saga de Monkey Island o Indiana Jones, hasta aventuras más bizarras como Sam & Max, estos videojuegos llegaron a ser verdaderas piezas de arte que, hoy en día, hacen llorar de nostalgia a más de uno.
¿Quieres conocer, o recordar, cuáles fueron las aventuras gráficas que sentaron las bases de lo que es hoy la industria del videojuego? A continuación encontrarás una lista con las mejores…
No son los primeros, pero sí los videojuegos de aventura gráfica más famosos de LucasArts y de toda esa época.
¿Quién no conoce a Guybrush Threepwood y sus emocionantes aventuras en el Caribe de los piratas y los bucaneros? ¿Quién no recuerda al pirata fantasma LeChuck o a la hermosa gobernadora Elaine Marley, los hechizos de vudú o el ácido grog que beben los piratas?
Con una mezcla inteligentísima de sátira y rompecabezas, esta aventura se compone de cuatro capítulos consecutivos: El Secreto de Monkey Island (1990), Monkey Island 2: La venganza de LeChuck (1991), La maldición de Monkey Island (1997), y La fuga de Monkey Island (2000). Después apareció, de la mano de otra desarrolladora, Tales of Monkey Island(2009).
De todos ellos, los tres primeros fueron los más célebres y los mejor recordados por sus fanáticos aún hoy en día.
El modo de juego es el clásico en este tipo de aventuras: recoger objetos y usarlos luego de manera insospechada para resolver los enigmas que impiden el avance de la trama.
Esto da lugar a dosis de humor realmente hilarantes y a situaciones inolvidables, como los concursos de escupitajos, las luchas de insultos con espada y las batallas de barcos en altamar.
Respecto a la saga, los más avezados en el tema afirman que se trata del mejor videojuego de la historia. Muchos, sin duda, estaríamos de acuerdo.
Una auténtica joya desde el punto de vista argumental, dotado de una banda sonora inolvidable y un trabajo tridimensionalidad sumamente novedoso para su época.
Este título policial negro tiene lugar en el mundo de los muertos, como lo imaginaban los antiguos mayas (o casi).
En él encarnamos a Manuel Calavera, un funcionario de los poderes del más allá, y le acompañaremos en un recorrido de intrigas policiales y políticas a lo largo de dos años.
Ese es el tiempo que tardará en reunirse con su anhelada Mercedes (una ex monja muerta de sarampión de la cual queda totalmente prendado) y emprender el viaje en tren hacia el siguiente plano de existencia.
Con su fortaleza en los diálogos y secuencias cinemáticas dignas de la pantalla grande, esta aventura salió al mercado en 1998 como el primer videojuego dotado del motor gráfico GrimE y es considerado, aún hoy en día, como uno de los mejores en toda la historia del género.
Un clásico elegante e inolvidable del cual se anunció, en 2014, una versión remasterizada.
Otro de los grandísimos aciertos de LucasArts. Full Throttle (1995) se inserta en un mundo futuro de motociclistas y corporaciones con una trama envolvente a cargo de Ben, líder de la banda de los Polecats, a quien se acusa injustamente del asesinato del CEO de la mayor empresa constructora de motocicletas, Malcom Corley.
A lo largo de su aventura, Ben se enfrentará a bandas rivales y a los mitos de la carretera, que le conducirán a los brazos de Maureen Corley, hija del difunto genio industrial, y a combatir a Adrian Ripburguer, el insidioso segundo al mando de la empresa cuyo fin último es tan inesperado como espeluznante: empezar a construir minivans.
La banda sonora del juego fue compuesta por la agrupación de moteros The Gone Jackals que, junto a secuencias intermedias de mucha calidad para la época, proveen a la experiencia de juego de un carácter casi cinematográfico.
Mención aparte merecen las secuencias de combate en motocicleta, una de las partes más apasionantes del juego.
Muchos se quejaron, sin embargo, de su brevedad y de la relativa facilidad con que se supera. Y es cierto, pero eso no le quita su lugar en el olimpo de los mejores juegos de la historia.
Secuela de la famosísima Maniac Mansion, este juego de 1993 supera con creces cualquier tipo de expectativas heredadas de la primera entrega.
En el mismo estilo de point-and-click que los clásicos del género, esta disparatada aventura entraña una trama de viajes en el tiempo, protagonizada por Bernard, Laverne y Hoagie, tres amigos a quienes se les encarga la misión de detener la conquista del mundo por un tentáculo púrpura.
El absurdo y el humor son las grandes apuestas de este título, cuyos complicados niveles de puzzle implican el manejo coordinado de los tres personajes, cada uno en un tiempo distinto, para poder volver a casa y hacer de paso los cambios necesarios para detener al tentáculo.
De estilo simple y gráficos caricaturizados, permite además volver a jugar a la primera entrega de la saga a través del ordenador ubicado en el cuarto de Weird Ed Edison. Toda una experiencia retro para entendidos.
En 2016 salió una edición remasterizada, con nuevos gráficos y mejor jugabilidad.
Inspirado en los cómics de Steve Purcell, Sam & Max: Freelance Police, esta aventura, que apareció en 1993, agranda y explora el mundo bufonesco de sus personajes, un perro de uniforme (Sam) y un violentísimo y maniático conejo (Max).
A pesar de los gráficos de la época, el juego sostiene el espíritu cómic a lo largo de su extraño y retador argumento, incorporando, además, al mejor estilo de LucasArts, numerosos guiños a otros juegos de la empresa y a mucho del imaginario fílmico de George Lucas.
Un tanto breve, no es la perla de la corona de la lista, pero, sin duda, es una experiencia deliciosa para los que les gustan los cómics y quieren ver algo nuevo y retador.
Esta sí que es una aventura de las que no se pueden olvidar.
De corte más sobrio que los demás de la lista, The Dig (1995) se inspira en una idea del mismísimo Steven Spielberg, que iba a ser llevada a la televisión como parte de Cuentos Asombrosos, pero George Lucas pensó que sería demasiado caro.
Con gráficos dibujados a mano y animaciones mixtas entre el estilo 3D y el tradicional, banda sonora inspirada en Wagner y voces originales grabadas, The Dig es una aventura de ciencia ficción perfectamente vigente hoy en día, a pesar de que su aparición data de 1995.
La trama es el viaje de los astronautas Boston Low (capitán de la misión), Maggie Rogers (periodista) y Ludger Brink (el geólogo especiallista) hacia un asteroide.
Su objetivo es detonarlo y evitar una colisión con la tierra. La misión, sin embargo, toma un cariz muy distinto cuando descubren que el supuesto asteroide es, en realidad, una nave extraterrestre que contiene los restos de una antiquísima civilización.
Un perfecto heredero de Cita con Rama de Arthur C. Clarke.
Esta lista no podría terminar sin alguno de los dos volúmenes del entrañable Indiana Jones desarrollados por LucasArts: Indiana Jones y la última cruzada (1989) y el posterior, y magistral, Indiana Jones y el destino de la Atlántida (1992).
Como suele ocurrir en la vida de Indiana, estamos con él en la Segunda Guerra Mundial, compitiendo con una misión de la Alemania nazi por recuperar los secretos de la Atlántida perdida, tal y como la describe Platón en sus diálogos.
En el camino conoceremos (y nos podremos enamorar de) Sofía Hapgood, quien nos acompañará en un recorrido por Tikal, Montecarlo, Argelia y Grecia.
Para ello habrá que resolver los enigmas al estilo tradicional del género, con la salvedad de que, en esta aventura, sí es posible morir y de que, dependiendo del camino elegido, es posible obtener tres distintos escenarios finales.
Posteriormente salió una versión actualizada de este juego con voces para el audio y mejores gráficos y efectos de sonido. Sea como sea, se trata de un clásico indiscutible.
Para entender la importancia de estos videojuegos hay que entenderlos como lo que son: piezas únicas, de museo.
Algunos fueron inicialmente ofrecidos para la consola Atari (Atari 5200) y desarrollados luego para PC a medida que la empresa iba teniendo más éxito, para lo cual se crearon sus hermanas Industrial Light and Magic (ILM) y Skywalker Sound.
Todo ello después se consolidaría bajo el sello Lucas Digital hasta su compra, en 2012, por The Walt Disney Company. Ese último acontecimiento provocó que se cancelaran los proyectos en desarrollo y que la empresa anunciara su trágico cierre. Una pérdida enorme para el mundo de los mejores videojuegos.
Aquellos que quieran revivir las sensaciones únicas que estos clásicos producían, pueden volver a jugar a través de numerosos emuladores como SCUMMVM.