En una jornada crucial, la esperada aprobación de la Ley de Restauración de la Naturaleza de la Unión Europea, destinada a proteger la biodiversidad y recuperar los ecosistemas del continente, ha quedado paralizada debido a la falta de un acuerdo unánime entre los países miembros.
Hungría se suma al grupo de países críticos, impidiendo la mayoría necesaria.
La decisión de Hungría de unirse al grupo de naciones críticas con la normativa ha sido el factor determinante para imposibilitar la mayoría necesaria y sellar el bloqueo temporal de la iniciativa.
Pese a los esfuerzos de la Comisión Europea y varios Estados miembros comprometidos con la causa medioambiental, las divergencias en torno a los costos económicos y las implicaciones administrativas para sectores clave como la agricultura han resultado insalvables en esta etapa.
El comisario de Medio Ambiente advierte sobre la "señal desastrosa" que envía este bloqueo a nivel global.
El comisario de Medio Ambiente, Virginijus Sinkevicius, ha expresado su profunda preocupación por las consecuencias políticas y la «señal desastrosa» que envía este estancamiento a nivel mundial, poniendo en riesgo la credibilidad de las instituciones comunitarias.
El texto legal, que contaba con el respaldo del Parlamento Europeo, pero enfrentaba resistencias previas de siete gobiernos, ha sido objeto de un intenso debate ministerial. Mientras países como Alemania, Francia y España defendían la urgencia de adoptar medidas contundentes para salvaguardar los ecosistemas, naciones como Finlandia, Países Bajos y Polonia han manifestado sus preocupaciones por los costos y las implicaciones para sectores productivos.
La vicepresidenta española de Transición Ecológica, Teresa Ribera, ha sido contundente al afirmar que un buen estado de conservación de los ecosistemas es «una garantía para la práctica totalidad de las actividades», y ha advertido sobre el daño a la credibilidad de la UE si no se logra sacar adelante esta iniciativa crucial.
«No me cabe en la cabeza que Europa esté en condiciones, a estas alturas del partido, de dejar caer una iniciativa así»,
Declaró Ribera ante sus homólogos, censurando el bloqueo de acuerdos ya alcanzados por parte de algunos gobiernos.
Tras el impasse, la presidencia belga ha asegurado que trabajará «duro» en las próximas semanas para encontrar soluciones que permitan desbloquear la ley durante este semestre, manteniendo viva la esperanza de un consenso que haga realidad esta ambiciosa normativa medioambiental.
