Las políticas de diversidad de género en las empresas siguen siendo una asignatura pendiente en el mundo, pues la paridad entre el hombre y la mujer está en un constante vaivén. En la actualidad, aún queda mucho trabajo por delante: la violencia de género, los niveles de pobreza y la situación en el mercado laboral requieren mucha atención.
Tara Westover:
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Pero el liderazgo de la mujer no se amilana. Un conjunto de estudios y encuestas realizadas en varios países reflejan que las iniciativas en favor del reconocimiento de la mujer en ámbitos importantes van en aumento. A continuación, sigue leyendo el artículo para conocer algunos de los logros más destacables en cargos empresariales, actuación en la política y en el emprendimiento.
La batalla en contra de la discriminación de la mujer en el mercado laboral va a toda marcha. Las características sociales de la mujer para enfrentar los procesos de cambio, el manejo de las crisis y las situaciones de índole socioeconómica las convierten en piezas clave para el éxito de cualquier estructura corporativa. Esto ha llegado a tal punto que existen puestos de trabajo ideados según la lista de cualidades de una mujer.
Entre las características del liderazgo que determinan el empoderamiento femenino en las empresas se destacan la capacidad para orientar a las personas, la disposición para cumplir con los compromisos y nuevos retos, la tendencia a la inclusión y participación en los procesos de quienes dirige, la determinación para pensar, decir o actuar bajo diferentes escenarios al mismo tiempo e incluso la preparación para mantener una actitud persuasiva, comunicativa y empática.
Estas tipologías no son en vano. 128 millones de mujeres en todo el mundo están al timón de empresas consolidadas. En España, por ejemplo, existen más de 650.000 mujeres emprendedoras. Esto sugiere que desde el año 2012 empezó a reducirse la brecha entre la desigualdad de género, según los resultados del Informe Especial GEM sobre Emprendimiento Femenino.
Se estima que un 30% de las empresas que ponen en manos de las mujeres altos cargos directivos son más rentables, organizadas y productivas. En sí, el liderazgo femenino incrementa hasta en 6 puntos porcentuales los beneficios empresariales, según comenta un estudio del Instituto Peterson para la Economía Internacional y el Centro de Estudios EY, que consultaron con 21.980 empresas de 91 países.
Las habilidades femeninas también se ven reflejadas en organizaciones más humanas, más sensibles. Además, tienen características y cualidades de un líder: forman equipos capacitados, reconocen los éxitos de sus trabajadores, alientan a cumplir los objetivos trazados y fomentan el respeto desde las jerarquías inferiores hasta las más altas.
Tomando como referencia estas particularidades de los beneficios del liderazgo, ya se empiezan a “feminizar” algunas estructuras empresariales. La Asociación Nacional de Mujeres Ejecutivas (NAFE, según sus siglas en inglés) realizó un ranking en el año 2015 de las 25 empresas de los Estados Unidos más recomendadas para las mujeres, en las que figuraron PwC, Kellogg, General Motors, Procter & Gamble, Intel y Cisco.
Es imposible separar el arquetipo femenino y el masculino dentro del ámbito empresarial, ya que ambos modelos deben coexistir bajo las mismas condiciones para garantizar un buen desempeño del capital humano. El carisma y el valor son aportaciones que vienen del lado del hombre. Sin embargo, ese liderazgo masculino se espera percibir, a su vez, en el liderazgo femenino pero con una nueva visión: con su flexibilidad y persuasión innata.
El reto que enfrentan las organizaciones es desarrollar un paradigma de liderazgo que integre los mejores aspectos y características de estos arquetipos. Esto va más allá de combinar las clásicas virtudes masculinas con las cualidades de la mujer líder. Se trata de centrar los dos modelos en la formación técnica, en la capacidad de reaccionar, en la lógica y en el pensamiento estratégico para lograr una gestión de cambio en las empresas.
Conforme a estas directrices, se habla de una redefinición del liderazgo en las mujeres que evoluciona y se adapta a las exigencias del futuro. Las cualidades positivas de una mujer no tienen que hacer mella en el liderazgo masculino; lo ideal es crear un plan que incluya ambos ideales para llevarlos a la práctica.
Los modelos de liderazgo empresarial a favor de la igualdad de género se escriben con tinta indeleble; es importante que exista un compromiso por parte de las élites empresariales. Por ejemplo, algunas iniciativas que avalan la paridad de género están impulsadas por instituciones como el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) y el Foro Económico Mundial. Son entidades que buscan aumentar la participación laboral y minimizar la brecha salarial, y se despliegan en Perú, República Dominicana y en Panamá.
En el año 2016 también se promovió la Iniciativa de Paridad de Género (IPG) en Chile, donde cerca de 100.000 compañías se sumaron, siendo un referente para Argentina, Perú y Panamá, que empezaron a aplicar estos modelos.
Los esfuerzos por reivindicar la fuerza laboral y el comportamiento femenino –tanto en Europa como en América Latina– son titánicos aun con sus altibajos. Por ejemplo, en el año 2017 se redujo el número de compañías internacionales sin mujeres ocupando cargos en la dirección: pasó de un 34% en el año 2016 a un 25% en el siguiente período.
El panorama en el caso de España no es muy diferente. En el año 2017 las empresas españolas sin mujeres en altos cargos representaban un 20%, mientras que en el año 2016 había sido un 22%. En cambio, las asociaciones que contaban con mujeres en altos cargos se mantuvieron en un 27% durante ambos años, según el informe Women in Business 2018: ¿cumplir o liderar?, elaborado por la consultora Grant Thornton desde hace 14 años.
A su vez, el estudio subraya que las instituciones empresariales españolas están aplicando nuevas medidas para conseguir una presencia sostenible de la mujer en los espacios de poder y decisión. El 90% de las empresas aseguran contar con políticas para igualar los salarios de los hombres y las mujeres; un 83% destaca la igualdad en la contratación, el 82% ofrece un horario flexible y un 24% permite el teletrabajo.
Tras 20 años por la igualdad de género, el avance en el liderazgo femenino ha sido evidente pero con leves retrocesos. América Latina y el Caribe es la región pionera en aprobar una ley nacional para aumentar la cantidad de equipo de mujeres dentro del poder legislativo, y ha contado paralelamente con seis jefas de Estado.
Sin embargo, de un total de 1.259 empresas que cotizan en la Bolsa pertenecientes a 31 países de América Latina y el Caribe, únicamente el 37% tiene a mujeres al frente de sus directorios y un 73% carece de la presencia de ellas en la alta gerencia, según un informe publicado en El País, en España.
Por otro lado, el informe elaborado por Ketchum Leadership Communication Monitor, que estudia la percepción de los ciudadanos sobre los políticos, líderes empresariales y las organizaciones sindicales, manifiesta que el liderazgo de empresas es el más admirado, teniendo mayor relevancia en el liderazgo en mujeres.
La encuesta, que toma como muestra a más de 6.500 personas de todo el mundo, apunta que, respecto a la gestión de las crisis, el 52% considera mejor el liderazgo en la mujer ante el 48% de los hombres. Comunicarse con transparencia, admitir los errores y predicar con el ejemplo son parte de los siete rasgos de liderazgo evaluados en los que ellas dieron la talla.
Un 33% de la población de las mujeres profesionales lidera el sector de los recursos humanos, según establece el Primer Informe de Mujeres Profesionales en RRHH, realizado por Women at RRHH by Adecco & DKV junto al Observatorio de la Mujer Profesional dado a conocer por Womenalia y Adecco & DKV.
Concretamente, un 23% ocupa cargos en la dirección y un 10% se desempeña como CEOs de sus empresas de RRHH. El 41,03% de las organizaciones encuestadas declaran contar con programas especiales para el desarrollo de la mujer y liderazgo, y un 92,3% ofrecen un horario flexible.
En otras latitudes, por ejemplo en Perú, unas 6.041 mujeres (25%) trabajan en la industria manufacturera. Sin embargo, ellas también están dejando huella en el campo tecnológico. En el 2017, el ranking de las Top 100 Mujeres Líderes en España presentó un nuevo listado: Irene Cano, Country Manager de la red social Facebook para Iberia; Marta Martínez Alonso, presidenta de IBM España, Portugal, Grecia e Israel; e Itziar Urrutia, directora general internacional del grupo de ingeniería y tecnología SENER.
En el sector del e-commerce, las mujeres tienen el 12% de los cargos de alta responsabilidad; un 20% de las Pymes reposan en ellas. La participación de las mujeres en la industria del turismo y en las empresas gigantes de la comunicación también ha tomado mayores dimensiones.
Sheryl Sandberg, jefa de operaciones de Facebook: Directora ejecutiva estadounidense, autora, economista y fundadora de Leanin.org. Fue la primera mujer en ser miembro del comité ejecutivo de Facebook. Es la figura que está detrás de Mark Zuckerberg, una pieza clave para las estrategias de la compañía. En el 2013, el margen de ganancias se situó en el 2.730% tras las ventas de publicidad en los móviles, la compra de WhatsApp y Oculus VR. Se desempeñó como vicepresidenta de operaciones en Google y ventas online. Publicó el best-seller titulado Lean In y se convirtió en una referencia de la igualdad de género dentro de las corporaciones mundiales.
Indra Nooyi, directora ejecutiva de PepsiCo: Empresaria estadounidense originaria de la India. Ocupa el cargo de directora ejecutiva en PepsiCo desde el 2006. En su haber se destaca el lanzamiento de productos que han generado el 9% de las ganancias de la segunda compañía de alimentos y bebidas más grande del mundo, con 66.400 millones en el 2013. En ese mismo año, situó 9 de sus productos entre los 50 mejores de la industria.
Mary Barra, directora ejecutiva de General Motors: Es la primera ejecutiva al mando de una empresa automovilística desde el año 2014. Fue elegida por la junta directiva de Disney, con el propósito de promover la imagen femenina y a las minorías en posiciones de alta jerarquía y en los departamentos de gerencia. Está considerada por la opinión pública como la responsable del renacimiento del gigante automovilístico tras su crisis financiera.
Los hechos hablan por sí solos y conducen a la conclusión del liderazgo empresarial que ocupa este artículo: las empresas dirigidas por mujeres perduran más que las lideradas por los hombres, un 30% exactamente. El planteamiento fue expuesto en el marco del XXIII Congreso Iberoamericano de Mujeres Empresarias del año 2012. Además, las empresas dirigidas por mujeres alcanzan anualmente un 25% de rentabilidad en la Bolsa desde el año 2009, según un estudio del Banco Nordea.