En esta entrada pretendemos hacer una breve reseña histórica de la literatura española a través de siglos claves, así como también dejar en evidencia cuáles fueron los autores y obras de la literatura española que plantaron cara ante el mundo. A continuación, hablaremos de España en su literatura, sus características y también describiremos cuáles fueron los temas que definieron la evolución de la literatura española.
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Las etapas de la historia de la literatura española se distribuyeron en tiempos de agitación política y social, es por ello que las épocas de la literatura española se vieron influenciadas por acontecimientos que ocurrieron dentro y fuera de España, pero a su vez terminó influenciando al mundo literario. A continuación, en esta sección haremos un esquema de la historia de la literatura española para ver cómo se fue desarrollando con el tiempo.
Una de las primeras historias de la literatura castellana es la de El Cid del siglo XII, que es un relato épico que fue transmitido de generación en generación por repetición oral, esto fue antes de que las obras escritas aparecieran en el siglo XIII cuando se empezó a ver la raíz del teatro, poesía y prosa. Pese a ese pasado, el origen de la literatura de España tuvo lugar en la época del Renacimiento, en el siglo XV, el suelo español recibió mucha influencia italiana.
En este tiempo, que aún tenía destellos de la Edad Media, muchas de las obras producidas tenían un tono religioso bastante marcado y con patrones medievales, tal es el caso de las obras de Fray Luis de León, San Juan de la Cruz, Jorge Manrique y Fernando De Rojas, quien compuso La Celestina durante el reinado de los Reyes Católicos.
El siglo XVII, estuvo marcado por el Siglo de Oro, que fue uno de los tiempos más significativos para el origen de la literatura española. En ese entonces lo que estaba “de moda” era la literatura barroca, que dio lugar a grandes producciones literarias como Don Quijote de Miguel de Cervantes, una obra que suele ser un indiscutible sinónimo literario español. A la par, el dramaturgo Lope de Vega y el poeta Quevedo, también figuran en la lista de autores y obras del Siglo de Oro de la literatura española
Del barroco pasamos al período de la Ilustración (o Siglo de las Luces), el cual significó un cambio evidente con respecto a las ideas de autoridad, las emociones y los sentimientos, dándole más importancia a la mente y a la razón. Los tiempos de ilustración (de finales del siglo XVIII hasta inicios del siglo XIX) se caracterizaron por la prosa y el ensayo; la poesía ya era “demasiado anticuada” para los escritores del período de la ilustración. Una historia de la literatura de este tiempo estuvo representada por la creación de la Real Academia Española, un organismo que desde entonces ha regido y documentado el vocablo del castellano y español en general.
Como los tiempos cambian constantemente, al estar en Europa, la literatura de la Ilustración en España fue perdiendo popularidad y el enfoque del razonamiento y la lógica fueron interceptados por el Romanticismo; este nuevo movimiento literario surgió a principios del siglo XIX como reacción al racionalismo de la época anterior. Fue una de las etapas de la literatura española en la que los sentimientos y las emociones volvieron a ser protagonistas de las obras destacadas de la literatura española del siglo XIX, donde figuraron nombres como el de José de Espronceda y Gustavo Adolfo Bécquer.
En este caso, los autores y obras de la literatura del siglo XIX se caracterizaron por desechar las reglas cuadradas de los logistas. Sin embargo, el resumen de la literatura del siglo XIX se identifica con el nacimiento de un enfoque más realista (Realismo), que se hizo popular por caracterizar cada punto clave de la sociedad y evitó hacer textos estilizados e imaginativos, estilos demasiado imaginativos del romanticismo.
Seguidamente, del realismo nació el Naturalismo, un subgénero que se basó en la realidad objetiva del entorno y de la sociedad, y estuvo representado por autores como Galdós, un prolífico escritor, acreedor de obras como Los Episodios Nacionales, y Clarín, un crítico literario que escribió La Regenta.
La introducción a la literatura española a través de los textos nos ha llevado a una evolución hacia los siglos XX y XXI. La literatura española del siglo XX es un sinónimo de cambio, aunque un poco atropellado e individualista; cada autor y autora que alguna vez empezó en alguna de las corrientes literarias anteriores, decidió desarrollar su estilo único e individual, pero aún así se hicieron notar.
Tras los hechos de la Guerra Civil española y la dictadura franquista, surgieron generaciones de escritores, como la Generación del 98, Generación del 14 y Generación del 27, que fueron grandes pilares para sostener el desarrollo de la literatura de España, pese a que Franco tenía mano dura con la censura.
El modernismo, que buscaba la belleza “formal”, también se enfocó en direccionar las letras hacia la renovación sociocultural, y más adelante brillaron los nombres de prospectos como Federico García Lorca, Rafael Alberti y Luis Cernuda. Vale destacar que, en la posguerra, gracias a la globalización y las nuevas tecnologías, el mundo pudo conocer y familiarizarse con las obras más importantes que nacieron en tierra española.
Luego del resumen de la literatura española, es momento de hacer un repaso por algunas de las características claves que definieron a la literatura de España.
Puede que parezca extraño, pero una de las principales características de la literatura clásica española es su capacidad de mezclar varios estilos, los cuales adoptaron y transformaron a medida que fueron apareciendo nuevas corrientes literarias. Es decir, los textos de literatura de historia española han mezclado movimientos como el realismo, el idealismo y también un poco de fantasía y culto.
Anteriormente, indicamos que la literatura española del modernismo dejó a un lado las cursilerías del romanticismo, pero aún así, uno de los elementos claves para el desarrollo de la literatura de España fue la poesía y la prosa. Los textos que precedieron a los de la modernidad estaban orientados hacia una narrativa poética, soñadora y utópica, pero pocas veces se asomaba a la mera realidad, eso llegó más adelante, en el Siglo de Oro y de las luces.
Por otro lado, el contexto histórico hace posible que las obras clásicas de la literatura española tengan arraigadas en sus plumas la tinta del nacionalismo. Las autoras y autores de la literatura de España pudieron expresar el amor y las críticas (pese a la censura) a su patria como un símbolo de respeto, de cariño y de una añoranza. Es por ello que en muchas obras literarias de escritores españoles verás líneas referentes a la patria, la democracia, los logros sociales, la herencia cultural y las memorias de la guerra.
Finalmente, hay otro factor clave en la literatura de España, y es el dúo de la sencillez y el humor. Aunque muchas obras cuentan con la seriedad que amerita tratar ciertos temas, la literatura española destaca por su ausencia de parafernalias para darle paso a la sencillez, jugar con dosis de estoicismo, pero también dejando lugar para un gran sentido del humor y orgullo por la historia de su patria.
La literatura de España tiene ciertos temas fijos que han moldeado la pluma de los autores, a medida que el país avanzaba hacia un presente más innovador y cultural.
Cuando la literatura español estaba empezando a incursionar en las nuevas corrientes literarias como el barroco, donde predominaba la búsqueda de la emoción. Tras pasar por la los logistas de la ilustración, los autores españoles volvieron a tomar como foco los sentimientos en el romanticismo, algo que tampoco se perdió con el naturalismo, una corriente literaria en la que predomina la necesidad de mostrar la realidad humana, con sus claros y sus oscuros.
Asimismo, los autores de la literatura española también decidieron hablar sobre lo que sucedía en la sociedad. Es decir, los estallidos sociales fueron grandes impulsores para que los escritores documentaran y dieran su visión de los hechos, a pesar de que expresarse era un riesgo porque existía una fuerte censura.
En este mismo orden de ideas, la literatura de España también se ha caracterizado por retratar cómo es ser y sentirse parte del país, cómo lo viven y cuáles son las circunstancias que generaron todas esas situaciones y sentimientos; es por ello que la idiosincrasia y el nacionalismo también forman parte del desarrollo de la literatura española.
Las guerras dejaron una huella imborrable en la memoria colectiva y, teniendo en cuenta ese pasado de horrores, Europa, España y el mundo ha tomado en parte las novelas, los ensayos y cualquier texto literario posible para reflejar cómo siguió la vida en medio de los conflictos, cómo es ver un nuevo amanecer y qué impulsó a la sociedad a avanzar.
En esta sección enlistamos a los autores de la literatura española que son reconocidos por sus aportes al crecimiento y desarrollo de la literatura de España.
Uno de los principales autores de la literatura española es Miguel de Cervantes (1547-1616). Él es origen de todo lo que se conoció después y se llamó “literatura moderna». Gracias a su obra Don Quijote, publicada en 1605, Cervantes pasó a la historia por producir la obra más importante de la literatura española; la historia se centra en un noble español que decide vivir la vida de la caballería y repartir justicia en el mundo. Otras de sus obras más importantes son La Galatea (1585),El viaje del Parnaso (1614) y Los trabajos de Persiles y Sigismunda (1617).
Pío Baroja (1872-1956) fue un novelista y miembro fundador de la Generación del 98, y también fue uno de los grandes escritores y poetas de España que escribieron durante la Guerra de las Américas, tiempo en el que España perdió muchas de sus colonias más importantes en el continente americano. Baroja pudo tener un buen futuro como médico, pero decidió apostar por su pasión, y finalmente lanzó su primera novela en 1900, una trilogía llamada La Lucha Por la Vida, que dibuja las vivencias de las clases trabajadoras en los barrios bajos de Madrid. Otra de sus obras destacadas son: Zalacaín el aventurero (1909) y Las inquietudes de Shanti Andía (1911).
Otro representante de la literatura de España fue miembro fundador de la Generación del 27, Federico García Lorca (1898-1936), quien sigue siendo considerado uno de los dramaturgos y poetas más importantes de todos los tiempos en España y Latinoamérica. En sus inicios, Lorca escribió sobre flamenco, los gitanos y la vida rural, dando espacio a Andalucía y su cultura; entre sus trabajos notables podemos destacar: Bodas de Sangre (1933), La Casa de Bernarda de Alba (1945) y Comedia Sin Título (1978).
Rafael Alberti (1902-1999) fue otro miembro de la Generación del 27 que figura en la lista de autores de la literatura de España. Alberti inició su vida en el arte como pintor, pero luego optó por abandonar las clases de pintura para empezar a dedicarse a la poesía, convirtiéndose así es uno de los poetas más memorables de España, sobre todo porque en la Guerra Civil fijó su bando y se mantuvo exiliado y llevando una vida activamente política (Partido Comunista de España) hasta que murió Franco.
La representación femenina empieza con Rosalía de Castro (1837-1885), quien fue una de las primeras autoras en obtener reconocimiento nacional en medio de un mundo literario dominado por hombres. Castro destacó por sus obras escritas en gallego y por sus crudas representaciones sobre la vida de los pobres en la España de su época; asimismo, una característica clara de Rosalía fue imprimir en sus textos una sensación de nostalgia y tristeza. Se le puede admirar en obras como Cantares Gallegos (1863) y En las Orillas del Sur (1884).
Seguidamente, a la lista de autores de la literatura española añadimos a Ana María Matute (1925-2014) quien además de formar parte de la Real Academia Española, fue la tercera escritora en recibir el Premio Cervantes de literatura en 2010. Matute vivió el inicio de la Guerra Civil y eso le dio una óptica pesimista a su escritura, fue ese tono y esa forma de representar los hechos, lo que la llevó a ser una de las escritoras más influyentes de la posguerra.
Si buscas el sinónimo de naturalismo español, es probable que te aparezca Emilia Pardo Bazán (1852-1921) quien fue una novelista, cuentista y crítica literaria que se hizo conocida por su ensayo La cuestión palpitante (1883), que levantó una gran polémica porque defendió un tipo de naturalismo que distaba del promovido por Emilé Zola y que afirmaba el libre albedrío del individuo era un hecho. Otras de sus obras más memorables son Los pazos de Ulloa (1886) y La madre naturaleza (1887), que evaluó la carencia física y moral entre los terratenientes gallegos.
El final de la lista es para el ganador del Premio Nobel de Literatura de 1956, Juan Ramón Jiménez (1881-1958) quien fue uno de los poetas españoles célebres y prolíficos. Jiménez estuvo motivado a la escritura en los días en que estuvo en un sanatorio, tras la muerte de su padre. Al crecer y convertirse en un escritor formado, Juan Ramón se destacó por combinar el color y la música, para darles significados como amor, sexo o lujuria, derramados en “poesía pura”, que para él era únicamente un texto con naturaleza lírica. En 1917 escribió Diario de un Poeta recién casado, y dos años después lanzó Piedra y Cielo.
En esta sección hacemos un recorrido por la colección de las obras más importantes de la literatura española que debes leer.
Una de las lecturas obligadas de la literatura de España es Don Quijote (1065), una novela pintoresca que habla de Don Quijote, un hombre común y corriente que, movido por las novelas caballerescas. Pese a los contratiempos, este caballero novato se embarca en varias aventuras con astucia y sagacidad a lo largo de casi cuatrocientos años. Es una lectura jocosa y experimental que se convirtió en la primera novela moderna.
La novela de 1990 de Javier Marías se centra en el implacable poder del pasado en la vida de Juan, quien no sabe mucho sobre los orígenes de su padre Ranz. No obstante, las cosas cambian cuando Juan se casa y comienza a considerar si de verdad hay cosas que debe saber. Esta es una especie de historia anti-detectivesca enfocada en la naturaleza humana que repasa los flashbacks para dar pistas sobre una tragedia, el amor y la violencia.
Niebla (1990) es una de las novelas que impulsaron la carrera de escritor de Miguel de Unamuno. La historia se centra en un joven que está buscando sentido a su vida luego del fallecimiento de su madre. Esta es una novela cargada de realidad que aborda las dificultades de crecer y encontrarse con el amor, la juventud impulsiva y la búsqueda de un plan o un propósito de vida.
Esta es una novela de Baltasar Gracián que se estrenó en tres partes (1651, 1653 y 1657) con Don Quijote y La Celestina. En esta parte de la historia Gracián explora el discurso filosófico que representa el pesimismo en la sociedad española, a través de las experiencias de “el ingenuo Andrenio” y “el sabio Critilo”. Es una novela con críticas culturales y sociales hacia la vida del hombre.
José Zorrilla publicó en 1844, una novela llamada Don Juan Tenorio, la cual cuenta la historia del primer “Don Juan” que se conoció: Juan Tenorio. En esta obra dramática del romanticismo español, Zorrilla lleva al lector por la historia de hombre mundano que solo está interesado en rebasar su lista de mujeres cortejadas, con su habilidad para recitar versos y poemas; sin embargo, todo pasa en medio de situaciones que implican asesinatos, tragedias, violaciones y juegos de capa y espada.
En 1945, Federico García Lorca publicó La casa de Bernarda Alba, una novela teatral que experimenta con símbolos, temas, personajes y géneros propios del teatro para crear una obra de vanguardia. Esta novela de Lorca se centra en Bernarda Alba, quien establece un período de luto de ocho años en su casa, tras la muerte de su esposo, pero las cosas se complican cuando Angustias una de sus hijas, busca salir de ese ambiente familiar sombrío y asfixiante.
Emilia Pardo Bazán publicó en 1886, Los pazos de Ulloa, una novela que renovó el concepto de naturalismo y dejó en evidencia que existe el libre albedrío. La historia sigue los acontecimientos en la casa de Ulloa mientras Julián Álvarez hace intentos desesperados para que todo vuelva a la “normalidad”. Bazán deja ver los defectos y las virtudes de cada personaje, lo que le aporta peso a la trama que está plagada de sátira, temas políticos y el sistema de clases.
El escritor español, mayormente conocido como ‘Clarín’, publicó en 1884 su novela naturalista llamada La Regenta, la cual cuenta la historia de Ana Ozores (la esposa del regente), quien se casó con un hombre rico que no le presta atención ni sentimental ni sexualmente, así que Ana, que es una de las mujeres más bellas del pueblo, se topa con varias opciones de seducción… El deseo de sentirse viva y las malas decisiones llevarán a Ana por un camino de desprecio y dolor.
En 1944, la escritora Carmen Laforet lanzó al público Nada, una de las obras literarias más importantes de la España de la posguerra. La historia, que está basada libremente en su propia vida, se centra en las vivencias en una pequeña huérfana, Andrea, quien dejá atrás su pueblo para superarse y asistir a la universidad en la Barcelona que vivió la guerra. Andrea va perdiendo la inocencia y se va dando cuenta del ambiente y de las personas que la rodean y gradualmente pasa de la crisis existencial hacia la innegable madurez y renovada esperanza.
Ramón María del Valle-Inclán lanzó en 1920 Luces de Bohemia, una historia realista con toques de exageración y de situaciones grotescas; es ese tiempo del Valle-Inclán era conocido por su nuevo realismo: el esperpento. La novela es una representación gráfica de la vida en España, a través de las vivencias del poeta ciego Max Estrella, junto con su amigo Latino, quienes van recorriendo los espacios más sórdidos de Madrid.
Ahora que entiendes cómo se desarrolló la literatura española, es más fácil apreciar los esfuerzos de los autores y autoras que entendieron que la literatura de España va mucho más allá de la caballería de Don Quijote, sino que tiene que ver con la realidad histórica que significa ser español.