La literatura posmoderna o posmodernismo literario, surgió tras los pasos de autores modernistas que habían pavimentado el camino para lo que vendría más adelante en la pluma de los autores del arte posmoderno, quienes se enfocaron en la fragmentación y la metaficción para crear un concepto de posmodernidad que redefinió e inspiró nuevas formas de escribir. A continuación, en esta entrada hacemos un repaso por el significado de posmodernidad, sus características y también enlistamos ejemplos de posmodernidad en la literatura.
Filosofía posmoderna:
Significado, características y teorías de los representantes de la filosofía de la posmodernidad
Para entender de qué trata este movimiento literario es necesario saber dónde surgio el posmodernismo. La literatura posmoderna nació exactamente después de los hechos de la Segunda Guerra Mundial, entre los suelos europeo y estadounidense (acuñaron el término), y desde entonces se proyectó como una detracción del modernismo y, a su vez, como una respuesta a los horrores que ocurrieron en la WW2.
Los movimientos literarios del posmodernismo hacen énfasis en el juego, la fragmentación, la metaficción y la movimientos literarios del posmodernismo, es decir, se relaciona con otros textos que forman parte de una cultura; en este caso, el postmodernismo o posmodernismo, se estableció entre la década de 1950 y principios de la de 1960. En pocas palabras, su concepción se basó en una unión sociocultural y literaria, cambios de perspectivas y la inclusión de las ciencias sociales para cuestionar su finalidad.
Ahora bien, si vamos al significado de la palabra “posmodernidad” es evidente que tiene conexión con “modernidad”, pero es lo que viene después… Entonces, podemos empezar con la principal diferencia entre el modernismo y posmodernismo. En primer lugar, el modernismo se popularizó en las primeras décadas del siglo XX, también en América del Norte y Europa, y se estableció para romper los moldes del tradicionalismo que destilaba la prosa y poesía.
Además, la modernidad se desarrolló tras el oscurantismo de la Primera Guerra Mundial, donde se desarrollaron ideas mixtas sobre la realidad, la humanidad, sociedad y la política, ideas que salieron de hombres como Charles Darwin, Sigmund Freud, Karl Marx, entre otros. Entender qué es la literatura moderna es asimilar que los eruditos se replantearon el funcionamiento de las personas en la sociedad.
La modernidad literaria jugó con nuevas formas y estilos e incursionó en su pluma con la ironía, la sátira, temas orientados a la conciencia y su despertar, el monólogo interior, perspectivas y la comparación. Asimismo, las características de la literatura moderna destacan por los sentimientos orientados hacia la reacción humana: pérdida, desesperación, fuerza interior y la alienación; el modernismo creó una especie de ficción construida y el resumen de la literatura moderna está sostenido por obras de autores como James Joyce, Virginia Wolf, F. Scott Fitzgerald y Ernest Hemingway.
Como antes explicamos qué es el posmodernismo y su desarrollo, vamos a mostrar algunas diferencias claves con respecto al modernismo. La definición de posmodernidad es el rechazo al pensamiento lógico y rompe con los preceptos del modernismo, pese a que nació de dicho movimiento literario; además, se basó en una mezcla de estilos y medios artísticos, y la desconfianza de las teorías que dominaban las conciencias.
El posmodernismo literario también se apoyó en la ironía, la parodia y el humor satírico, elementos literarios que se hicieron evidentes en las plumas de representantes del posmodernismo como Umberto Eco, John Hawkes, John Barth, Jean Rhys, Don DeLillo, entre otros.
En esta sección hacemos un repaso por las caracteristicas del posmodernismo literario que han definido este movimiento de la escritura a través de los años.
Una de las principales características de la posmodernidad literaria es su rechazo al significado absoluto. Los autores del posmodernismo se enfocaron en crear textos basados en la aleatoriedad y el desorden, es por ello que, a menudo, el cuento posmoderno o las novelas de esta narrativa, suelen emplear narradores poco confiables para que los lectores no den las cosas por sentado y se cree una brecha entre la subjetividad extrema y la búsqueda del significado.
No es que los representantes del arte posmoderno no fueran serios o responsables, pero la diversión ha sido algo muy característico de este movimiento. De hecho, la mayoría de los escritos de la época posmoderna se caracterizaron por la presencia del humor negro, juegos de palabras, líneas llenas de ironía y jocosidad; esta fue una buena forma de mantener a los lectores entretenidos y también confundidos, pero enganchados a la historia.
La literatura posmoderna transformó la fragmentación del modernismo y la convirtió en obras con estilo collage, apoyadas en la distorsión del tiempo, la variación con relación al espacio y tiempo. Esta característica conocida como fragmentación fue heredada más adelante a los representantes del posmodernismo peruano y latinoamericano en sí, y ayudó al establecimiento de la atemporalidad en algunas obras y poemas del posmodernismo literario.
Por otro lado, el posmodernismo literario hizo énfasis en poder experimentar con metaelementos en sus obras, y esto incluyó novelas y cuentos- Los autores posmodernistas supieron cómo llamar la atención de los lectores, al tiempo que hicieron evidente que todo se trata de una ficción; pero sobre todas las cosas dejaron claro que, en el texto, el autor no es destaca como figura de autoridad, solo crea el mundo y las ideas.
Otra de las características claves de la literatura posmoderna es la intertextualidad, es decir, los escritores posmodernos lanzaron obras que abiertamente convivieron en un diálogo con otros textos. Para aplicar la intertextualidad se apoyaron en el pastiche, que es la imitación de estilos de otros escritores, y también aplicaron la alta y baja cultura, que se define como una forma de redactar que engloba temas que anteriormente fueron considerados inapropiados para la literatura.
Luego de conocer las características clave de la literatura posmoderna, a continuación, enlistamos los temas recurrentes en textos del posmodernismo literario.
El anti-realismo está relacionado con la creencia de que no hay un centro total de poder, sino que es periférico. Además de que la periferia está en constante movimiento en búsqueda de ese dominio, los posmodernistas sugieren que la realidad puede ser “cualquier cosa”, pero sin rayar en el pesimismo; esa falta de significado de la realidad tiene que ver con borrar las líneas entre lo real y la ficción, abrazando lo absurdo con buen humor y también con realismo mágico.
En los textos posmodernistas los autores se apegaron al subjetivismo sociolingüístico para dar a entender que culturas se definen por creencias y prácticas, así que esas grandes narrativas se deconstruyen sobre la metanarrativa / ficción y que, a su vez, ocultan, niegan y contradicen ideas y verdades inconclusas en el sistema social. Esa subjetividad y cuestionamiento se contrarresta con la creencia de que el lenguaje no está relacionado con los significantes y significados, porque no hay realidad absoluta.
Por otro lado, todo lo “normal” que supone el modernismo es abrazado por el posmodernismo abrazando la diversidad de raza, sexo, pensamiento, etc.; es el “desorden” que aborrecen los modernistas. En las historias posmodernas no hay una división de clases ni superioridades añadidas a ser blancos o negros, ricos o pobres. Niños, adultos, gays y heterosexuales tienen espacio en la realidad posmoderna.
Los conflictos en la posmodernidad también son un hecho, pero no los aborda desde la tragedia. De hecho, en la época posmoderna se dieron las tecnologías nucleares y electrónicas, se estableció el capitalismo de consumo, la comercialización, el mundo deshumanizado y globalizado… Para los posmodernistas, todos esos factores se encargan de borrar las identidades para desembocar en un grupo de personas que se mueve por el marketing multinacional. Además, el posmodernismo literario deja ver que son los medios de comunicación los que impactan directamente en el comportamiento psicosocial.
En esta sección detallamos quiénes son los cuatro autores del posmodernismo que resuenan en la historia de este movimiento.
Iniciamos la lista de representantes del posmodernismo con Samuel Beckett (1906-1989), el autor irlandés ganador del Premio Nobel de la Literatura (1969), quien será recordado por su “teatro del absurdo”. Beckett enfatizaba la desintegración de la narrativa, así como la fragmentación en sus obras; por ejemplo en Esperando a Godot (1953), Beckett genera una narravita basada en el existencialismo de sus personajes, pero a medida que avanza la trama, parece que no tendrá el final que se esperan los lectores. Otras de sus obras destacadas son: Murphy (1938), El Innombrable (1953) y Como es (1961).
Seguidamente, el novelista estadounidense, Kurt Vonnegut (1922-2007) puede ser considerado uno de los autores más reconocibles de la literatura posmoderna, puesto que sus obras no únicamente abordaron la contracultura, sino que también dejaron ver como ha sido históricamente la opresión estatal y los efectos de la guerra. Vonnegut escribió novelas como La Pianola (1952), Las Sirenas de Titán (1959) y Un Hombre Sin Patria (2005), están plagadas de sátira, ironía y humor negro.
La novela del periodista italiano, Italo Calvino (1923 -1985), titulada Si en una noche de invierno un viajero (1979) es un excelente ejemplo de metanarrativa posmodernista, pero también podemos nombrar otras fábulas imaginativas destacadas como Las Ciudades Invisibles (1972), Herra Palomar (1983) y El Viaje a San Giovanni (1994). Calvino, en su carrera como escritor, experimentó con la fantasía, ciencia ficción, antologías, novelas cortas y largas, y a todo le imprimió tanta alegría como ingenio y seriedad.
David Foster Wallace (1962-2008) fue un novelista, cuentista y ensayista estadounidense que en obras como La chica del pelo curioso (1989), La escoba del sistema (1987), La broma infinita (1996) u Breves entrevistas con horribles hombres (1999), son densos textos en los que Wallace dio un vistazo de cómo analizó y visualizó la cultura americana: con humor negro y sátira. David Foster Wallace fue uno de los grandes representantes de la literatura posmoderna.
En esta sección enlistamos 10 ejemplos importantes de obras literarias del posmodernismo que definieron e inspiraron a generaciones posteriores a la de la época posmoderna.
La lista de las obras posmodernas la encabeza este libro de David Foster Wallace que, a menudo, se le considera uno de los mejores ejemplos del posmodernismo del siglo XX. La broma infinita es una comedia increíble que analiza minuciosamente la búsqueda de la felicidad en la sociedad de los Estados Unidos. Este libro cuestiona el papel del entretenimiento y cómo domina la vida de las personas en este entorno moderno con tecnologías y cultura de masas.
Esta es una novela que, más que una novela, parece una historia que no termina de tomar forma. Aunque Italo Calvino pretendió que esto no tiene ni pies ni cabeza, Si en una noche de invierno un viajero, tiene el sentido que tú le quieras dar; es una novela que contiene buenas parodias, extractos de Borges, textos de novelas negras francesas, ficción erótica japonesa, alegorías políticas, realismo mágico latinoamericano, etc. Es un cúmulo de retazos que parecen disparates pero que logran dar con un final tan feliz como irónico.
En esta novela casi autobiográfica y reveladora, Kurt Vonnegut hizo un manifiesto que ofrece perlas de sabiduría y asombro sobre las pesadas ironías de la vida. Es una proyección de su voz, donde también explora temas como los valores sociales, culturales y las creencias que mueven la fe de las personas; además, Vonnegut toma de ejemplo al expresidente George W. Bush para plantarlo ante el hecho de que existen personas que se beben la información o percepciones erróneas como si fuesen principios generalmente aceptados y estereotipos mal concebidos.
En Amo a Dick, la escritora estadounidense Chris Kraus borró las líneas entre la ficción, la realidad y la privacidad de la autoexpresión. Esta obra, que causó revuelo en su momento de publicación, se centra en una cineasta independiente que está casada es infeliz y también una fracasada; sin embargo, todo cambia cuando al pisar los 40 se enamora de un conocido teórico y trata de seducirlo con la ayuda de su marido actual… Raro, pero así es. Este es otro manifiesto en el que la autora deja ver las costuras de su narrativa en primera persona, dejando enterrado el narcisismo para glorificar el poder del feminismo.
La ficción de Don DeLillo se evidencia en Ruido de fondo, su octava novela, donde narra la historia de un profesor universitario, quien vive con su familia en un pueblito del Medio Oeste, el cual debe ser evacuado tras un accidente industrial. En medio de todo el desastre, DeLillo proyecta temas como el consumismo, la saturación de los medios, el intelectualismo, las conspiraciones los desastres provocados por el hombre (y más), a través de los ojos del personaje principal, Jack Gladney, quien narra con diálogos filosóficos y complejo, todos los acontecimientos en primera persona.
Esta es una novela fantástica de realismo mágico del escritor indio británico Salman Rushdie, quien publicó esta historia en el año 88 y se convirtió en una de las más polémicas de todos los tiempos. En Los versos satánicos Rushdie aplicó la fantasía y la sátira, y esto no fue bien visto por los musulmanes, ocasionó disturbios y amenazas de muerte; para defenderse del caos, Salam dijo que su historia no trata del Islam, “sino sobre la migración, la metamorfosis, la división de los mismos, el amor, la muerte, Londres y Bombay”.
El novelista inglés, David Mitchell lanzó en 2004 este libro que mezcla la metaficción, la ficción histórica y contemporánea, y también ciencia ficción. Toda esta amalgama de herramientas de su narración se expande por historias que están interconectadas y llevan al lector por un viaje por pensamientos sobre “la reencarnación y la universalidad de la naturaleza humana”. El título hace referencia a un paisaje cambiante que, en efecto, está conformado por nubes, pero es una alegoría a la naturaleza humana.
V es la novela con la cual debutó Thomas Pynchon y en ella describe cómo fueron los logros y hazañas de un marinero dado de baja de la Marina estadounidense. Benny Profane es el protagonista de esta historia que se desplaza por varias generaciones que van dando pistas de quién es “V” realmente o si es real. La narrativa de Pynchon parece no tener sentido, es como un laberinto entretenido que lleva al lector en busca del punto inicial y final.
Nunca está de más añadir un extra de Wallace. En esta ocasión, Breves entrevistas con horribles hombres es una colección de cuentos que deja en evidencia (como siempre) el skill del autor para seducir las mentes de los lector la habilidad del escritor con ingenio y mesura; los lleva a lugares impensados, pero también sirve de ayuda para aquellas mujer que buscan comprender cómo están siendo retratadas en la mente de un hombre. Lo extraño y lo banal tiene espacio en estos relatos.
Calvino usa sus mejores habilidades para entramar las historias, añadiendo fantasía, fábula e historia a las conversaciones de Marco Polo con el Gran Khan. En Ciudades Invisibles te irás topando con un lugar nuevo a medida que una conversación inicia; Polo le cuenta a Khan sobre esta ciudad mágica, lo bello y lo desconcertante, pero poco a poco la oscuridad se abre paso en el texto, mientras Polo proyecta sus visiones del infierno.
Y es así como te das cuenta de que, quizás, los posmodernistas están del lado correcto de la historia. Si llegaste al final de esta lista de literatura posmoderna quiere decir que tienes mucho material que revisar. Es posible que tu próximo libro de posmodernismo literario esté entre ellos.