Abrir una tableta de chocolate y descubrir que, debido al calor, se ha derretido y se ha convertido en una mancha marrón es lo que algunos fans del delicioso alimento desearían evitar. La primera solución lógica en la que se piensa es guardarlo en la nevera, pero esto no se debe hacer jamás.
Los chocolateros más expertos del mundo explican que este alimento nunca se debe guardar en la nevera, ni siquiera cuando hace mucho calor.
Luke Owen Smith, dueño de las tiendas Chocolate Bar, explica para la revista Stuff que las temperaturas bajas contribuyen a la “muerte” del chocolate. ¡Guardarlo en la nevera es lo peor que se puede hacer!
Hay personas que lo refrescan justamente antes de comerlo y esto también es un error. Las temperaturas bajas impiden que libere todos sus sabores y resultan tan dañinas para este alimento como las temperaturas altas, tal como informa el periódico portugués Correio da Manhã.
La manteca de cacao, uno de los principales ingredientes de cualquier chocolate, absorbe fácilmente los olores y los sabores, por lo que queda claro que la nevera no es el mejor lugar para guardarlo.
Por otra parte, cuando el chocolate frío se expone repentinamente a una temperatura más elevada se produce condensación en su superficie y se disuelve una parte de su azúcar. Cuando se cristaliza de nuevo aparece una capa granulada y blanca que altera completamente su sabor.
Una situación similar se presenta en relación a la grasa que está presente: los cambios bruscos de temperatura provocan condensación y solidificación de la grasa, lo que a su vez produce manchas en el chocolate.
