El campo de la inventiva del hombre es vasto e inexplorado. Muchas de las cosas que uno desconoce existen, existieron o están a punto de crearse. Y no hablamos necesariamente de artes o de ciencia y tecnología: en materia deportiva también es posible sorprenderse con la variedad, la innovación y la excentricidad de las disciplinas menos conocidas, pero no por eso menos emocionantes. ¿Te animas a practicar alguno de los deportes más extraños de esta lista?
Muy popular en los países del África y Medio Oriente, se maneja del mismo modo que las tradicionales carreras de caballos, sólo que con estos parsimoniosos animales con joroba. Es fuente de un importante ámbito de apuestas y toda una casta de jockeys de camellos, cuya edad contemplada va desde adolescentes hasta ancianos expertos.
Si bien no existen pistas específicas para este tipo de competición aérea, la carrera de palomas es frecuente en Bélgica y otros países que homenajean la tradición de palomas mensajeras. El reto consiste en ver qué avechucho va desde la meta hasta el nido y de regreso.
Mezclando el intelecto y la fiereza, este cruce entre ajedrez y boxeo fue imaginado por el famoso dibujante surrealista de cómics Enki Bilal en 1992, pero fue el polémico artista performático holandés Lepe Rubingh quien lo llevó a la práctica, empezando en 2005. ¿Existirá en esta disciplina el jaque mate por knock out?
Tal y como lo escuchas: planchado extremo. Se trata de una competición muy inusual que combina la adrenalina de los deportes de alto riesgo con el noble oficio del planchado de ropa. Ya sea planchar en el mar, sobre una vaca o un parapente en pleno vuelo, los competidores demuestran sus habilidades caseras a la par que su temeraria afición por lo extraño. Lo inventaron los ingleses en Leicester en 1997.
Si ya existe water polo, ¿por qué no jugarlo también en bicicletas? De numerosa fanaticada en Argentina e Inglaterra, este deporte exige un domino magistral del equilibrio y de la precisión, pues no debe ser nada fácil sostener el manubrio y golpear la bola con el mazo al mismo tiempo.
Probablemente uno de los deportes más extraños y particulares de la lista, por así decirlo. Se trata de una especie de balonmano, que en vez de pelota lleva una cabra sin cabeza ni extremidades de un lado del campo al contrario. Sí, una cabra sin cabeza. Y todo eso hay que hacerlo a caballo. Se le considera el deporte tradicional de Afganistán y suele ser una práctica bastante violenta (sobre todo para la cabra).
Deporte jugado en Tailandia, Camboya y otros países del Asia Menor, tiene un remoto parecido al voleibol y más o menos las mismas reglas, excepto que pueden usarse los pies y la cabeza para golpear el balón sobre la red. Una versión mejorada, dirán algunos.
No se trata realmente de un deporte, aunque algunos podrán verlo como tal. Se basa en una especie de maratón alcohólico de 5 mil millas, en el que los corredores se detienen en puntos específicos del recorrido y… se embriagan. El punto final usualmente es un bar, y el cometido es, simplemente, llegar en pie.
Es una especie de predecesor del fútbol soccer, practicando exclusivamente en Florencia y otras regiones de Italia. Se trata de una disputa sin reglas por meter el balón en el arco rival tantas veces como sea posible. Usualmente los jugadores pertenecen a “ligas” barriales que se transmiten de generación en generación.
Similar a las competencias de trineos, este deporte de alto riesgo consiste en deslizarse acostado en un carro plano de poco más de 2 metros de largo y medio metro de ancho, en alguna loma escarpada o elevación urbana que permita adquirir velocidad. En un buen descenso el carro puede acercarse a los 100 kmph, así que es un tanto suicida si se lo practica en una ciudad muy congestionada.
Seguramente no son lo que te esperabas, pero son sin duda los 10 deportes más extraños del mundo entero. Aunque podríamos revisar en nuestra ciudad y sumar uno o dos más a la lista, ¿no crees? Hagamos la prueba: comparte esta noticia con tus contactos y veamos qué iniciativas se les ocurren.