Especialistas de la Fundación Pasqual Maragall, que se dedica a la investigación y a la prevención del alzhéimer, han sugerido que ante la llegada de la temporada navideña es recomendable que, si hay que ofrecer obsequios a personas que padecen esta enfermedad, sean regalos con vínculos emocionales.
La idea de estos regalos es favorecer la estimulación cognitiva y que se adecúen a la fase de la enfermedad.
Así lo ha informado la neuro psicóloga Nina Gramunt de la Fundación, que añadió que “los regalos comunes como zapatos, un batín, o cualquier otro complemento también pueden resultar adecuados, siempre y cuando antes de escogerlos se planteen las dificultades que podría tener el paciente para utilizarlos”.
La especialista tomó como ejemplo el caso de los zapatos: “Si son zapatos que pueden ponerse y quitarse con facilidad, entonces se estará potenciando su autonomía”, declaró Gramunt.
El consejo de los expertos es optar por regalos que sean significativos y que representen algo especial. La intención es obsequiar algo que evoque recuerdos o vivencias. También está la opción de personalizar los artículos según las preferencias de los pacientes.
“Se pueden incluir fotografías o cualquier otro capricho, como música, bombones o galletas”, comentó.
En el caso de que la enfermedad se encuentre en un nivel leve, también se pueden regalar libros con temas de interés para la persona, evitando siempre que la trama sea compleja.
Conocida también como demencia senil, el alzhéimer es una enfermedad degenerativa que se comienza a manifestar debido al deterioro cognitivo. Una de sus características es la pérdida de la memoria inmediata de la persona.
Es decir, que el paciente no recuerda los hechos que ha realizado durante el día o momentos antes. La enfermedad no tiene cura, aunque se puede controlar con moderados beneficios. La patología aparece generalmente en personas mayores de 65 años.
El paciente con alzhéimer debe recibir un cuidado especial, con el que se sepan atender sus necesidades físicas y emocionales.
Las causas de la enfermedad no han sido determinadas con certeza por la comunidad médica internacional, por lo que los centros de investigación continúan realizando estudios para ofrecer mejores tratamientos y, en un futuro, conseguir una cura definitiva.