Un estudio revela que el 58% de los jóvenes de Estados Unidos considera que el lugar de la mujer está en el hogar, mientras que el hombre debe ser el principal sustento del hogar.
Tras indagar en el tema, los sociólogos Joanna Peppin y David Cotter concluyeron que las personas nacidas entre 1982 y 2000, también conocidas como la generación millennial, parecen perpetuar de manera preocupante roles de género que se consideraban superados.
En su estudio, estos dos investigadores descubrieron que, pese a que los millenials poseen ideas más modernas respecto a las oportunidades laborales, en el tema de la vida doméstica se muestran mucho más conservadores, hasta el punto de tener prejuicios similares a sus padres y abuelos.
El hombre es quién paga
Una investigación publicada por Quartz también reveló que cada vez son más las mujeres que opinan que el principal sustento económico del hogar debe provenir del hombre.
De acuerdo con este último estudio, entre 1989 y 2014, la creencia entre las mujeres de que el hombre es quien debe realizar aportaciones monetarias para mantener un hogar ha pasado de un 15% a un increíble 28%.
En ese sentido, en plena era de empoderamiento femenino, estos datos parecen revelar que el machismo, al contrario de lo que se creía, se ha perpetuado durante los últimos 20 años.
¿Por qué ocurre esto?
Los investigadores Peppin y Cotter consideran que estos polémicos datos se originan a partir de un muy arraigado “esencialismo de género o igualitario” en los jóvenes, una teoría que sugiere que los hombres y las mujeres tienen diferencias que son inherentes a su género.
Lo preocupante de esta teoría es que defiende estereotipos machistas, según los cuales existen carreras » de hombre» o ciertos “dones femeninos” en una sociedad en la que tales ideas se han desafiado muchas veces.
Cabe destacar que, tras la difusión del estudio de Peppin y Cotter en 2016, el número de millennials que no estaban de acuerdo con el modelo del hombre como principal sustentador económico del hogar ha incrementado a un 89%.
No obstante, la duda persiste: ¿son los jóvenes de hoy en día machistas? ¿Es real el empoderamiento femenino?
Aún quedan muchos estudios por realizar en el futuro para hacer seguimiento sobre los prejuicios que se creían extinguidos en pleno siglo XXI.