¿Cuáles son los problemas que afectan en el medio ambiente? ¿Qué soluciones pueden ponerse en práctica para minimizar los daños ecológicos? ¿Hay maneras de revertir el deterioro ambiental?
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Desde el principio de los tiempos, el hombre estuvo en equilibrio con la naturaleza. Tomaba de ella lo que necesitaba, pero, a medida que fueron creciendo las sociedades, el impacto de las poblaciones se hizo más intensivo. La tecnología dejó de ser modesta y con la industrialización se fueron minando y afectando los recursos naturales hasta niveles alarmantes.
Los siguientes son los problemas ambientales más graves que afectan a la humanidad, sobre los cuales cada persona debe tomar conciencia para contribuir con la solución.
Problemas ambientales
Muchos se preguntan cuáles son los principales problemas ambientales. Lo cierto es que los bosques y suelos, el agua, el aire, el clima y los animales están siendo continuamente influenciados de forma muy negativa por las prácticas depredadoras de los humanos. De seguir así, la Tierra podría estar dando su último aliento. Está en manos del hombre la misión de proveer alguna solución segura y sostenible para las problemáticas ambientales.
Emisiones de gases a la atmósfera
Entre los problemas de tipo ambiental que causan preocupación, uno de los más significativos son las emisiones de sustancias que suben a la atmósfera, resultantes de reacciones químicas perjudiciales para la vida. El descontrol de las emanaciones que salen de los vehículos automotores, de las zonas industriales, casas e incendios forestales, forman parte de las complicaciones que afectan al ambiente y al hombre.
Muchos componentes tóxicos y fatales se acumulan en la capa atmosférica del planeta. Estos produjeron un agujero en la capa de ozono (que absorbe del 97% al 99% de la radiación ultravioleta), detectado en 1985. Asimismo, disminuye la calidad del aire que se respira y aumenta el efecto invernadero, que deriva en el calentamiento global.
Internacionalmente, organizaciones y gobiernos aplican medidas para detectar qué problemas ambientales hay y minimizar las emisiones de los gases contaminantes. Entre ellas, la introducción de nuevas tecnologías para la conversión de la energía y depurar los vapores. Cada familia en el mundo también puede contribuir a su reducción, reciclando, reduciendo el uso de la electricidad y empleando aparatos de alta eficiencia en casa.
Cambio climático y calentamiento global
El cambio climático preocupa cada vez más al mundo entero como una de las principales consecuencias de las emisiones de gases a la atmósfera. Son evidentes las variaciones meteorológicas, de humedad, viento, precipitaciones y presión atmosférica que este fenómeno causa en el globo.
La Tierra experimenta un aumento paulatino de la temperatura en la atmósfera y en los océanos, aspecto que se ha venido registrando con mayor alarma desde la llegada del nuevo milenio. Mitigar las consecuencias del cambio climático y del calentamiento global supone acciones inmediatas de alcance internacional y particular. El objetivo es prevenir que la Tierra se caliente aún más.
Una manera es vigilar la reducción de los gases de efecto invernadero en cada nación, plantar más árboles y utilizar más el transporte público en lugar del vehículo particular.
Expansión urbana
El crecimiento de las ciudades se encuentra entre las causas de los problemas ambientales, siendo un fenómeno que ha rebasado todo esfuerzo de planificación de las grandes urbes del mundo. La saturación no solo poblacional, sino vehicular y de servicios genera presión hacia los límites urbanos de las ciudades, irrumpiendo sus zonas protectoras y más allá de ellas. Cada nuevo espacio urbano, a su vez, va generando más concentraciones humanas y demanda de servicios, como un efecto dominó.
No obstante, el hombre de este tiempo es más consciente de cuáles son los problemas ambientales del planeta y, por ende, desarrolla alternativas que han experimentado un gran auge, como la creación de «ciudades inteligentes», que se apoyan en la educación ambiental, la bioconstrucción, la generación de energías limpias y la arquitectura verde, entre otros.
Deforestación
La deforestación es un problema ambiental severo. Implica la devastación masiva de bosques y selvas, especialmente a causa de las industrias madereras, mineras, ganaderas y agrícolas, y para disponer de espacios para el asentamiento de los centros urbanos.
Una de las secuelas más alarmantes es que los bosques naturales, que conforman el 31% de la superficie de la Tierra y el pulmón vegetal de la humanidad, dejan de ser hábitat de millones de variedades de animales y seres vivos, importantes para la supervivencia del hombre. Además, la deforestación provoca un aceleramiento del calentamiento global y del cambio climático.
Se han planteado alternativas que ayuden a resarcir sus efectos, como las políticas educativas en materia forestal y el mantenimiento de espacios selváticos y boscosos. Otras soluciones son: la determinación de extensiones de tierra protegida, prevención de incendios y marcos jurídicos que regulen el ordenamiento territorial.
Sobrepoblación
La superpoblación o sobrepoblación es la relación entre la densidad poblacional y el medio ambiente. Una de las consecuencias principales de la sobrepoblación es el uso excesivo de los recursos y el incremento en el consumo de la energía. Asimismo, la proliferación de desechos orgánicos, la contaminación del aire, agua y suelo; el agotamiento de los bienes naturales, la deforestación y desertificación.
Debido a que el crecimiento crítico de la población sobrepasa la capacidad aportada por el planeta para su sustentación, se hace necesaria la implementación de estrategias que manejen dicha amenaza. Entre las propuestas están el control de la natalidad en algunos países, como es el caso de China, y la creación de rascacielos que operarían como “ciudades verticales”.
Desaparición de fuentes hídricas
Las fuentes hídricas están constituidas por las corrientes de aguas superficiales y subterráneas, que pueden ser aprovechadas para el consumo humano o como recurso energético.
En el siglo pasado se destruyó la quinta parte de las áreas naturales del planeta, sin considerar el daño ecológico causado en el presente siglo, con fuertes implicaciones en las cabeceras de ríos. Este es uno de los problemas ambientales más comunes, y la principal consecuencia ha sido la disminución considerable de los caudales y de las fuentes hídricas, lo que ha alterado los ciclos naturales del agua y la naturaleza.
Estos surtidores naturales de agua se han visto afectados progresivamente por la tala indiscriminada de árboles, el desvío artificial de los caudales con fines industriales y la contaminación del agua. Este problema del medio ambiente es responsable de la disminución de la biodiversidad de sistemas de agua dulce y la escasez para el consumo humano.
La reforestación, los sistemas de recolección del agua de lluvia, la transformación de agua de mar en agua potable e infraestructuras que reciclen las aguas servidas son ejemplos de algunas medidas para paliar el problema.
Sobreexplotación de los recursos naturales
En la lista de qué problemas ambientales existen y han empeorado, la sobreexplotación de los recursos naturales ocupa un sitio preponderante. Desde el siglo XIX, durante el llamado Crecimiento Económico (en la Segunda Revolución Industrial), la actitud era explotar los recursos hasta agotarlos por completo de un lugar.
Pero, ¿qué sucede al sobreexplotar los recursos naturales? Por una parte, la capacidad de regeneración de los recursos es inferior a la velocidad con que se consumen, de manera que pasará mucho tiempo para poder contar de nuevo con ellos. Por otra, se corre el riesgo de acabar totalmente con los que no son renovables.
Se trata de uno de los 4 problemas ambientales más graves. En el caso de algunas especies, plantas o animales, la sobreexplotación puede alcanzar la categoría de en peligro de extinción, generando profundos desequilibrios planetarios.
A raíz de la proliferación de tantos problemas que afectan al medio ambiente, la UNESCO acogió en 1987 el concepto de Desarrollo Sostenible, que implica la necesidad de una explotación equilibrada de los recursos, sin comprometer el capital ecológico de las futuras generaciones. A partir de allí, se comprende el valor de los recursos naturales y su vínculo con la calidad de vida que engloba salud, educación, paz social y calidad ambiental.
Desaparición de la capa de ozono
La capa de ozono es un escudo capaz de proteger la vida en el planeta de los rayos ultravioleta. Esta protección ha ido desapareciendo progresivamente debido a la emisión exponencial de gases industriales que generan el efecto invernadero y el calentamiento desequilibrado del planeta.
La reducción de esta capa daría paso directo a los rayos ultravioleta para generar aún más graves problemas para la salud humana, como pueden ser el cáncer de piel, problemas en la vista, como las cataratas, o deterioro del sistema inmunológico. Y el efecto no solo es sobre el hombre, puesto que puede incidir negativamente en diversos ecosistemas.
Entre los aspectos más relevantes para minimizar la destrucción de la capa de ozono está eliminar progresivamente los gases producto de la combustión en vehículos automotores, y la utilización de pesticidas naturales para fumigar los cultivos.
Derretimiento polar
Los polos, donde se encuentran los glaciares más importantes, se han ido derritiendo durante los últimos años con mayor aceleración, a causa del calentamiento global. Esto provoca un aumento de la superficie de agua del planeta, lo que genera a su vez grandes inundaciones, serias limitaciones en las zonas habitables y destrucción de áreas cultivadas o en proceso de siembra, así como un severo desequilibrio natural.
Algunas medidas para contrarrestar este fenómeno son minimizar el calentamiento global con acciones de ahorro de energía, conducta ecológica, reciclaje y respeto por la naturaleza. Aunque parezcan acciones muy genéricas, empiezan por la vida cotidiana, en casa, pues ello influye en todo.
Expansión de los desiertos
Los desiertos avanzan y ya representan un tercio de la superficie de la Tierra. La desertificación de los suelos es uno de los grandes problemas ambientales, en vista de que áreas que eran fértiles y útiles para la producción han perdido toda su capacidad y utilidad.
Los expertos afirman que la desertificación produce una pérdida de más de la mitad de la producción agrícola, desaparición de fuentes de agua y reducción de los lagos, dando paso a montañas de tierra árida y seca. La erosión drástica del suelo, por la falta de la capa de vegetación, junto con el viento y el agua, expanden el problema.
Algunas de las estrategias para recuperar los suelos desérticos incluyen reforestaciones paulatinas y técnicas de lluvia artificial, que están aún por ser experimentadas en algunas regiones del planeta, como en el desierto del Néguev, en Israel.
Fragmentación de hábitats naturales
La segmentación o fragmentación de los hábitats naturales es una alteración de la funcionalidad original de un medio. El desarrollo urbano, así como la creación de pastizales, son algunos de los catalizadores de este problema, que pueden generar consecuencias letales para la flora y la fauna.
Los expertos indican que cuanto más pequeños sean los espacios producto de la segmentación, mayores son las consecuencias sobre la extinción de la variedad de plantas y animales. La identificación de las áreas a preservar, limitar la construcción de infraestructuras que amenacen radicalmente la biodiversidad y facilitar el paso de la fauna silvestre son algunas de las estrategias para reducir los principales problemas del medio ambiente, entre ellos, la fragmentación de hábitats.
Acidificación de los océanos
Cuando se habla de acidificación de los océanos, o de los mares, se hace alusión al descenso del pH o nivel de acidez de sus aguas, producto de la absorción del dióxido de carbono generado desde la atmósfera por el hombre.
Uno de los principales problemas que afectan en el ambiente es la destrucción de especies calcáreas como corales, crustáceos o moluscos. De igual modo, se estima que puede impedir la reproducción de algunas especies y causar desequilibrios en los ecosistemas marinos.
En la actualidad, no se tiene una solución concreta para este problema. Sin embargo, algunas soluciones apuntan a emular los procesos que la propia naturaleza desarrolla para auto regenerarse, como la neutralización del dióxido de carbono mediante procesos químicos inducidos por el hombre.
Extinción de especies animales
Un ejemplo de problemas ambientales graves es la extinción de especies. Cuando se extingue una especie se habla de su total desaparición, de manera irreversible, sobre la faz de la tierra. Cada especie juega un papel determinante dentro de los ecosistemas y en las llamadas cadenas tróficas, en las que unas especies sirven de sustento alimentario de otras.
Estas situaciones ambientales de extinción pueden ser consecuencia de varias acciones provocadas por el hombre. Este es el caso de la caza y la pesca indiscriminadas, sin tener en cuenta la veda; la destrucción y usurpación de hábitats naturales; la contaminación. También la venta ilegal o el tráfico de ciertas especies.
Los esfuerzos están orientados a revertir o impedir las acciones que generan estas consecuencias. Se pueden mencionar: cultivar la conciencia sobre el problema, organizar reservas animales, educar sobre el consumo responsable de las especies naturales, evitar la compra de especies protegidas y no alimentar ni contaminar sus hábitats.
Exceso de pesca
El ecosistema marino (ríos y océanos) atraviesa por una de las mayores complicaciones ambientales en la actualidad. Se trata de la pesca excesiva o sobrepesca, que representa el aumento indiscriminado y fuera de control de esta práctica destructiva.
Los especialistas advierten que, si se continúa con la sobrepesca, para el año 2048 no existirá ninguna especie de pez en el mar. La pesca ilegal y la de arrastre suman a este problema, en el que se pone en peligro la posibilidad de restablecimiento de la biodiversidad marina y el equilibrio de la ecología.
Dentro de las posibles soluciones sostenibles existe la creación de un sistema de alerta internacional, promovido por la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), el cual establecería la vigilancia de pescaderías del mundo para determinar sus prácticas. También la creación experimental de arrecifes artificiales, el consumo responsable del pescado y la aplicación de métodos especiales, no destructivos y controlados.
Uso de fertilizantes químicos y métodos artificiales de cultivo
El problema del uso de fertilizantes químicos —denominados “agroquímicos”— pasó a ser parte esencial de la agricultura después de la Segunda Guerra Mundial, cuando emergió en Estados Unidos la llamada “Revolución Verde”.
El fin era aumentar exponencialmente la capacidad productiva de los suelos, empleando este tipo de productos que son nocivos para la salud del hombre y del ambiente, y a los que se suman los métodos artificiales de cultivo. Estas actividades contaminan las aguas e incrementan la cantidad de plancton en el mar, impidiendo a las plantas acuáticas hacer fotosíntesis y producir oxígeno.
Las técnicas de agricultura de precisión y planificar los riegos y cultivos que prosperan en temporadas de lluvia o sequía son parte de las estrategias para minimizar el impacto nocivo del uso de fertilizantes químicos.
Empobrecimiento genético vegetal
La sobrexplotación de las especies vegetales, la deforestación y la degradación de los ecosistemas ha causado el empobrecimiento genético de las plantas. En los bosques tropicales, donde se concentran los ecosistemas más complejos y ricos del mundo, la destrucción acelerada y la intervención genética intensiva han llevado a un empobrecimiento del ADN de las plantas.
La variación genética dentro de las especies es importante como escudo de protección ante plagas y enfermedades. Son indispensables para la supervivencia de muchas especies vegetales. Una forma de proteger el patrimonio vegetal es mediante la mejora vegetal y cruces dirigidos que fortalezcan las especies. Esto no implica la manipulación genética que conlleva a la existencia de alimentos transgénicos, los cuales perjudican la biodiversidad.
Ciclos de fósforo y nitrógeno
Los vertidos de fertilizantes nitrogenados y aguas residuales desde los hogares, comercios e industrias representan una cadena sin fin de consecuencias para las reservas de agua, pues aumenta el nitrógeno y el fósforo y contamina el recurso hídrico.
Esto incrementa la aparición de microorganismos, como las algas, que utilizan grandes cantidades de oxígeno y limitan el paso de la luz solar hacia las plantas marinas que ejercen función de fotosíntesis y oxigenación de las aguas, por lo que muere la fauna.
Entre las soluciones está el uso de fertilizantes y productos de la limpieza orgánicos, que sean biodegradables.
Agotamiento de los suelos
Los suelos pueden agotarse y dejar de ser fértiles cuando las tierras son sobreexplotadas con monocultivos. La agricultura de un solo tipo de cultivo acaba a la larga con los nutrientes de la tierra, ya que impide que el suelo se reponga. Esto genera sequía, aumenta las infestaciones de insectos y la erosión.
Entre las formas de reducir el agotamiento de los suelos se encuentran: rotar los cultivos, el uso de fertilizantes y abonos orgánicos y la irrigación adecuada. No deben plantarse cultivos de la misma familia año tras año, sino alternar las especies vegetales.
Generación de desecho radiactivo
Los desechos radioactivos son los residuos relacionados con los procesos nucleares llevados a cabo en plantas y reactores que trabajan con fisión nuclear u otros sistemas. En estas plantas se produce energía y armamento nuclear. También se incluyen las industrias que fabrican equipos para radioterapia y medicina nuclear.
Se trata de elementos químicos que tienen diversos grados de riesgo. Existen los de radioactividad nula, los de actividad baja y media (cuya desintegración se produce en menos de 30 años) y alta (que pueden tardar más de 30 años). Algunos residuos nucleares emiten calor y son muy activos durante 150 años (es el caso del uranio), mientras que el plutonio puede semidesintegrarse en unos 6.600 años. En cuanto al neptunio, unos 2.130.000 de años.
La alta peligrosidad de los residuos radioactivos obliga a extremar las medidas para su transporte en contenedores y su almacenaje en depósitos centralizados. Existe otra opción, como es el almacenamiento profundo bajo tierra, pero aún está por verse su efectividad durante períodos extremadamente extensos.
Problemas de salud pública
Algunos problemas ambientales impactan sobre la salud pública. La contaminación con vertidos insalubres, el humo, la acumulación de desechos, plaguicidas, hidrocarburos y los ruidos pueden ser causantes de enfermedades.
La alta densidad poblacional en las ciudades, producto del desplazamiento de millones de personas desde localidades con menos oportunidades, genera problemáticas de tipo ambiental debido a la mayor demanda que hay de recursos (agua, alimentos), bienes (viviendas, edificios) y servicios (luz, gas, transporte, aguas residuales). Todas estas necesidades aumentan los problemas de salud pública debido a la contaminación del aire, agua, suelo y medio ambiente psicosocial y sociocultural.
Dentro de las problemáticas del medio ambiente, establecer controles sanitarios y promover una mayor higiene y conciencia ambiental en los ciudadanos son parte de la solución.
Ingeniería genética
El impacto de las técnicas de ingeniería genética en la agricultura y en la biodiversidad aún está por verse, pues es relativamente reciente. La ingeniería genética implica la introducción de genes puntuales en el ADN de un determinado cultivo.
Su objetivo es aumentar el rendimiento de las siembras, controlar las plagas y optimizar los nutrientes. Preocupa que estos cultivos transgénicos transfieran sus genes a especies silvestres (plantas, suelos, insectos) y que terminen desatando otros problemas naturales, como la pérdida de biodiversidad.
Algunos temen que las plagas en contacto con cultivos modificados puedan volverse más resistentes a los métodos de control con plaguicidas. Por esta razón, se recomienda mantener bajo control y observación esta técnica.
Resistencia bacteriana a los antibióticos
Los antibióticos permiten combatir las infecciones bacterianas en los seres vivos. Si se utilizan correctamente, pueden salvar vidas. El problema es que el abuso de estos medicamentos puede llevar a desarrollar resistencia bacteriana, que no es otra cosa que la mutación de las bacterias hasta hacerse resistentes a un antibiótico.
Los gérmenes resistentes pueden crecer, reproducirse y propagarse a otras personas. En los hospitales y centros de salud se las conoce como bacterias nosocomiales, y quienes las adquieren pueden verse en grave peligro.
Se recomienda no ingerir antibióticos si se tiene gripe o resfriado, terminar el tratamiento para evitar que las bacterias sobrevivan y vuelvan a infectar, y no automedicarse.
Generación de basura espacial
La basura espacial es un tipo de chatarra que orbita la Tierra. Incluye restos de satélites y cohetes viejos, desechos de explosiones, polvo y partículas de pintura. Según el programa de la NASA de Restos Orbitales, existen 18.000 peligrosos escombros alrededor del planeta.
La basura espacial es hoy una preocupación que se incluye en los problemas ambientales de la humanidad, ya que puede causar colisiones con cohetes tripulados y en los satélites que son importantes para las comunicaciones en tierra.
Para solucionar este problema que está tomando mayores dimensiones, la agencia espacial rusa propuso crear un aparato para recoger esta basura. Está proyectado finalizarlo en el 2025. Mientras tanto, se han establecido acuerdos internacionales para reducir el lanzamiento de más basura al espacio.
Problemas ambientales exclusivos de la Ciudad
Las áreas urbanas concentran una mayor cantidad de personas, viviendas e instalaciones comerciales e industriales en espacios más reducidos. Las ciudades son imanes para muchas personas que buscan más oportunidades de mejorar su calidad de vida, siendo más notoria la superpoblación en países y regiones donde existen altos niveles de pobreza y desigualdad social. Ante este panorama, cabe preguntarse cuáles son los problemas del medio ambiente más notorios en las ciudades.
Los siguientes problemas sobre el medio ambiente son exclusivos de las ciudades, ya sean grandes o pequeñas, y son responsables de desmejorar la calidad de vida de los ciudadanos.
Congestión de tráfico
El exceso de vehículos y los gases contaminantes que despiden los tubos de escape son parte de los problemas que caracterizan la ecología urbana. Las urbes atestadas de vehículos contaminan con monóxido de carbono (CO), hidrocarburos y vapores el aire que es respirado por los habitantes.
De todos los contaminantes, el CO es el más peligroso, pues no se puede ver ni oler. Solo el 0,5% de CO en el aire puede matar a una persona en unos 15 minutos, y menos de esa cantidad (el 0,04%) es responsable de dolores de cabeza y de enfermedades, si las personas pasan varias horas expuestas. Otros contaminantes son los hidrocarburos (HC), resultantes de la gasolina sin quemar y de los vapores de los aceites. Estos irritan los ojos, las vías respiratorias y hasta provocan problemas en la piel.
Caminar, utilizar la bicicleta y los transportes públicos masivos y eficientes que impliquen un menor uso de coches particulares son mecanismos para reducir drásticamente el estrés ambiental causado por un gran número de vehículos concentrados en los espacios urbanos. Reducir el congestionamiento vial es uno de los pilares del concepto de «ciudades inteligentes».
Emplear coches con energías alternativas y mantener en buen estado los vehículos son formas de reducir el problema.
Insuficiencia de zonas verdes
Las urbes más antiguas han crecido, en su mayoría, sin planificación urbanística y sin preocupación por la protección de los bosques y espacios verdes. Arrasar con las superficies naturales para edificar casas, viviendas, edificios, zonas comerciales e industriales es una práctica que aún hoy persiste.
Los árboles garantizan un mayor confort climático, purifican el aire y, cuando son altos, las copas de las especies arbóreas crean, con ayuda del viento, batientes que mueven las corrientes de aire y refrescan el clima. Los árboles también ayudan a retener la radiación solar, evitando el calentamiento excesivo de los espacios públicos.
Acumulación de basura y de aguas residuales
En las ciudades, uno de los grandes problemas es la acumulación de residuos orgánicos e inorgánicos, y el vertido de aguas cloacales y residuales. Cada habitante genera al año toneladas de basura y millones de litros de aguas residuales que terminan contaminando el ambiente.
Cuando las ciudades no tienen formas eficientes y sostenibles de gestionar estos desechos, el resultado es la contaminación ambiental, enfermedades y plagas. Las plantas de tratamiento de agua, el reciclaje y el aprovechamiento de los residuos orgánicos (como abono, por ejemplo) son maneras de atacar el problema.
Contaminación acústica
El ruido de las ciudades puede alterar la salud de los urbanitas. Exponerse a niveles altos de ruido es lo que se denomina contaminación acústica.
Los motores de los coches, las bocinas, el ruido de las fábricas, comercios y centros de entretenimiento pueden generar altos decibelios, que afectan los oídos e incluso llegar a causar sordera, problemas cardíacos, agresividad e insomnio.
Aplicar sanciones a los ciudadanos que generen ruidos molestos y multar a los conductores y responsables de vehículos, fábricas y locales que no se ajusten a los niveles de decibelios son formas de paliar el problema.
Contaminación visual
Los anuncios brillantes, los carteles publicitarios y los avisos de venta en los locales pueden ser muy llamativos; todos ellos forman parte de lo que se denomina «basura visual». La contaminación visual puede afectar al cerebro y generar un estado permanente de alerta o nerviosismo. El resultado es un mayor estrés y cefalea.
Hay ciudades que aplican normativas que garantizan un equilibrio visual en los espacios públicos. En Europa, en varias ciudades con cascos urbanos protegidos, hay leyes estrictas para evitar la proliferación de la «basura visual».
En resumidas cuentas, a diferencia de décadas anteriores, el tema medioambiental ha pasado a un primer plano. El cambio del clima, el calentamiento global y la contaminación están a la orden del día y son temas constantes en las noticias. Las consecuencias sobre el hombre y el desarrollo de la vida, sin contar las secuelas en todo el entorno, obligan a tomar medidas desde distintos espacios.
Excelente artículo! Felicitaciones! Es muy completa la información, incluyendo incluso las impliicaciones de modificación genética. Vivo en Bogotá, ciudda que sufre casi todo lo que describen en el artículo.
Ojalá punliquen más artículos similares!