La misteriosa magia vudú: qué es y qué efectos tiene esta práctica prohibida y mística

Cuando se habla de magia vudú o de brujería vudú, las personas suelen relacionarla con algo oscuro y tenebroso, magia negra, para ser exactos. Sin embargo, y aunque quizás existe la magia negra africana, el vudú no tiene nada que ver con lo que generalmente se cree. Es probable que todo se trate de una creencia infundada por la cultura popular y las películas de terror, pero para caminar un poco más hacia la luz, a continuación definimos el significado de vudú y lo que realmente hay detrás de este mundo movido por la brujería con muñecas (según las creencias).

¿Qué es la magia vudú?

Siempre existen las dudas de si el vudú africano o haitianos es algo real, y la verdad es que sí lo es; de hecho, también se practica el vudú en Brasil y en República Dominicana, por ejemplo. Dicho esto, hay que romper esa idea de que todo se trata de un muñeco vudú negro lleno de alfileres.

El vudú, también conocido como vudú haitiano, en realidad es una de las dos religiones estatales de Haití, pues la otra que domina es el catolicismo, pero ambas conviven. Por otro lado, el vudú como religión es muy diferente a la magia practica por un sacerdote o brujo vudú, y esto quiere decir que una persona puede ser miembro de la religión vudú y nunca intentar hacer magia o relacionarse con rituales budú. 

También es necesario resaltar que el vudú africano y haitiano comparten características básicas con otras religiones indígenas africanas, con el catolicismo y algo del Islam, pero al final del el día parte cristianismo. El vudú en África, como una de las religiones dominantes, no contempla una adoración demoníaca, es decir, no existe ni siquiera el Diablo (Lucifer) ni el infierno y sus demonios.

El vudú es una religión monoteísta y espiritual, así que los que se rigen por la cabeza vudú tienen su Dios, el Creador, pero también adoran un grupo de espíritus similares a los santos que forman parte del catolicismo. 

¿Dónde se practica más la brujería vudú?

Desde un punto de vista del desconocimiento, es normal que las personas puedan preguntarse qué es vudú realmente, cómo se hacen los trabajos budú o hasta dónde se extienden las raíces de esta religión incomprendida que se ha eclipsado por interrogantes como «¿Cómo trabajar un muñeco vudú?

Hasta en las redes sociales las personas bromean con frases como «quién tenga mi muñeco vudú, por favor que me deje en paz» haciendo alusión a los infortunios de la vida. Pero la cuestión es que el vudú no se trata de buscar colores de alfileres para vudú improvisado, no. Es una religión con muchos años de antigüedad y más adelante lo explicamos.

Dicho esto, actualmente la religión vudú se practica en diferentes países, además de Haití. Muchas personas en República Dominicana, Cuba y Puerto Rico conviven con esta religión y el catolicismo, y lo mismo pasa en Brasil y en Estados Unidos, en ciudades como Boston, Miami, Nueva York, Nueva Orleans y Oakland.

¿Quiénes realizan la magia vudú?

Quienes están calificados para practicar los «hechizos vudú» son los llamados Sumos Sacerdotes. Como es bien sabido, las películas y los cuentos creepypasta se han encargado de que todo lo que gire alrededor del vudú se centre en muertos vivientes, en muñecos para brujería y en hechizos y brebajes misteriosos. 

Bien, eso es lo que no es vudú. De acuerdo a Robi Gilmore, un Sumo Sacerdote de Nueva Orleans, que entrevistó la revista Country Roads, todo lo que se describe erróneamente en el cine y la televisión solo pinta a la religión como supersticiosa y malvada, y también como un tipo de magia negra con muñecas de brujería oscura.: abundan las imágenes de zombis y sacrificios. 

“Nosotros no hacemos ‘magia negra’ en el vudú», dijo Gilmore, quien aclaró lo qué significa un muñeco con alfileres: una baratija que nada tiene que ver con el vudú. “Solo queremos adorar a Dios, honrar el Espíritu y ayudar a los pobres… Eso es todo lo que queremos hacer en vudú”, expresó.

Efectos

De acuerdo a los creyentes de que existe la brujería vudú oscura, trabajar con hechizos de cualquier tipo impacta negativamente en la vida de las personas afectadas, pero también afecta a quien lanza el hechizo o maldición.

Algunas de las descripciones sugieren que las personas afectadas pueden sufrir alteraciones mentales que pueden conducirlas hasta el suicidio. También se dice que pueden sufrir accidentes graves o mortales, que puede ser el recipiente de la muerte para que tome su alma y consuma su vida lentamente. 

Asimismo, las consecuencias pueden derivar en el sufrimiento de enfermedades graves como cáncer o diabetes avanzada, pero también señalan cuadros de depresión incurables.

La realidad del vudú

Todo lo anteriormente dicho no tiene una base científica o médica que la respalde, pero muchas personas eligen creer que esto realmente pasa. Por su parte, otro Sumo Sacerdote llamado Jean Emmanuel se dedicó a responder varias preguntas en Quora y explicó que las personas que practican el vudú no desean hacerle daño a nadie, al contrario, se dedican a curar sus males y enfermedades.

«La mayor parte de mi trabajo como Sumo Sacerdote está relacionado con la sanación física, emocional y espiritual (…) Paso mis días ayudando a curar a los clientes de dolencias físicas como diabetes, enfermedades cardíacas u obesidad», dijo Emmanuel, quién subrayó que para muchos de sus clientes, es su «médico de cabecera y consejero espiritual».

Asimismo, aseguró que también ha sanado a personas que sienten que tienen el corazón roto o que han perdido a una persona que aman. «A veces elimino una maldición de un individuo que tiene mala suerte, después de una vida de extrema desgracia», aseguró.

Historia de la magia vudú

Cuando se abre la interrogante de qué es un muñeco vudú, generalmente se hace una relación con magia negra y el vudú africano y haitiano, pero todo tiene una razón de ser. A continuación, un breve resumen de la historia del vudú.

El inicio

La historia del vudú como religión nació en los tiempos de esclavitud. Los esclavos combinaron sus tradiciones y creencias de África occidental con el catolicismo romano que les fue que les fue impuesto por quienes los compraban; a este proceso se llamó sincretismo. 

Además, en los años 1600, existió una ley que prohibía la práctica de las religiones africanas e imponía el cristianismo como única ideología de fe. En este contexto, la Iglesia Católica aprovecho el momento para cristianizar a los esclavos africanos, y es por ello que en la actualidad los practicantes del vudú tienen la asociación de sus espíritus con algunos santos católicos.

Tal es el caso de Ogun, el espíritu nigeriano de los herreros, la caza y la guerra, que se convirtió en Ogou, un líder militar que los encaminó a la libertad y es sinónimo de la batalla contra la opresión. 

Demonización del vudú

A pesar de que la esclavitud haitiana terminó a principios del siglo XIX, quienes pertenecían a la religión del vudú solían ser perseguidos por las autoridades que demonizaban su religión y esto tuvo mucho que ver con un libro de 1889 titulado Haití, o la República Negra, que hablaba sobre el vudú como un acto satánico o «brujería vudú» que consistía sacrificios humanos, canibalismo y otras atrocidades que nada tenían que ver con el vudú, pero que encendieron las llamas de la intolerancia y el miedo a la religión. 

Hoy en día sigue existiendo mucho tabú sobre el vudú y la mayoría de los cristianos consideran que es un acto de ocultismo, magia negra y satanismo. De hecho, también lo utilizan como una referencia para describir algo que es inexplicable o desconocido. 

La revolución haitiana

La historia del vudú tiene una fábula que la fortalece y tuvo lugar en la noche del 14 de agosto de 1791, cuando los esclavos de algunas plantaciones huyeron hacia el bosque de Bois Caïman, lo que antes fue la colonia francesa Saint-Domingue. Allí todos reunidos con la sacerdotisa Cécile Fatiman, escucharon de su boca profética que se avecinaba una revolución, al cual estaría a cargo de Jean François, Georges Biassou y Jeannot Bullet.

Dicho esto, realizaron un sacrificio animal para beber su sangre mientras juraban destruir a quienes los esclavizaron. El cielo y sus dioses los oyeron, se formaron las nubes, llegó la tormenta y cayó un rayó que marcó el inicio de la primera república negra de América: Haití.

Acto seguido, se puso en marcha el fin de la trata de esclavos en el Atlántico y comenzó Revolución Haitiana (1791-1804), que fue una insurrección en la que fueron expulsados los  colonos blancos y los haitianos negros quedaron fuera de los límites de la esclavitud. Gracias a este movimiento revolucionario el vudú se expandió por territorio estadounidense como una herencia del África y el Caribe. 

¿Qué hay detrás de las prácticas del vudú?

Si bien hemos dicho que la mayoría de los prejuicios y estereotipos que hay sobre el vudú están falsamente infundados, hay un punto en específico que es necesario para el funcionamiento de la religión.

Posesión espiritual

Una de las principales razones por las cuales el vudú se ha llamado “brujería vudú” o “magia vudú”, es por el hecho de que en sus rituales se trabaja con la posesión espiritual. De acuerdo con las tradiciones de esta religión, existe un Dios Supremo llamado Bondye, un nombre derivador del francés, específicamente de la frase bon Dieu, que significa «buen Dios», y todos los practicantes del vudú buscan conectar con este ser poderoso, pero para lograrlo deben depender otros espíritus para comunicarse con este Dios.

Dichos espíritus o dioses, clasificados por jerarquías se conocen como loa o lwa en Haití. No obstante, las familias y distintas comunidades practicantes del vudú cuentan con sus propias deidades, con las cuales se conectan y se comunican con Dios. Para ellos, ser canalizados (poseídos) por sus dioses mediante rituales es sinónimo de orgullo. Es fortuna, protección y proyección del futuro. 

Oralidad

A diferencia de otras religiones, el vudú es tradicionalmente oral y no cuenta con un texto sagrado principal, un libro de oraciones (como la Biblia católica) que sostenga un conjunto de rituales y creencias. Todo se transmite de forma oral, de generación en generación, y esto hace que las prácticas puedan variar en diferentes comunidades que hacen vida con el vudú.

Rituales

Como hemos dicho anteriormente, el vudú es una religión que se sostiene con rituales, bailes y conexiones con las deidades. La cantidad de rituales y cómo los llevan a cabo varían dependiendo de la comunidad y el país en donde se practica la religión; vale mencionar que las afectaciones en la cotidianidad y la vida de las personas es algo que no se puede medir. 

Experiencias únicas

Cada experiencia es personal cuando se trata de los rituales. Las personas experimentan de forma distinta la conexión o posesión con la deidad suprema y sus espíritus, por lo que no hay forma de encasillar una experiencia en la práctica del vudú.

Tipos de prácticas vudú

Antes explicamos el origen del vudú y, entre tanta información, hablamos de que el vudú como religión se estableció gracias a las raíces de África y Haití. En esta sección explicamos en qué se diferencian o se parecen ambas prácticas de esta religión antigua.

Vudú haitiano

De acuerdo a los registros históricos, el vudú se originó en los reinos africanos de Fon y Kongo (ahora el sur de Benín) hace más de 6,000 años, y el significado de la palabra “vudú” para ellos es “sagrado”, “deidad” o “espíritu”. Quienes se encargan de dar los mensajes del Iwa son las sacerdotisas o “mambo”, que se traduce como “madre” o “encanto mágico”.

El vudú africano puede variar en su práctica dependiendo del lugar en donde exista la comunidad que rinda honor al “buen Dios”, pero hay factores claves que la definen, además del politeísmo y la posesión espiritual. Algunas de las características del vudú africano son:

• Adoración de los antepasados
• Objetos bendecidos como protección mágica
• Sacrificios de animales para honrar, agradecer o pedir un favor a su Dios
• Bailes ceremoniales con disfraces y máscaras
• Música con tambores
• Adivinación con semillas o piedras
• Uso de colores, plantas y alimentos específicos para honrar a su Iwa

Vudú africano

Por otro lado, el vudú africano nació en los tiempos de colonización española. Cuando Cristóbal Colón iba haciendo de las suyas en busca de riquezas por las islas del Caribe, en 1492, desembarcó en Ayiti, o «Tierra de las Montañas», como la llamaban sus habitantes indígenas taínos. Colón le cambió el nombre a esta tierra y la llamó Hispaniola (Pequeña España), que años más tarde se convirtió en dos países: Haití y República Dominicana.

En este entonces, los colonos españoles tenían orden de cristianizar a los esclavos y para ello debían bautizarlos. Así fue como también el vudú se mezcló con las creencias de la Iglesia Católica y los esclavos tomaron prestados muchos elementos del catolicismo para proteger su camino espiritual, esto explica por qué los nombres de los santos católicos también son los nombres de los Iwa.

Por ejemplo, San Pedro, quien es guardián del reino de los cielos tiene su versión en el vudú como Papa Legba, la deidad que cuida el mundo de los espíritus. Otros datos curiosos sobre el vudú: 

• Las fiestas religiosas católicas también coinciden con las celebraciones vudú, como es el caso de la celebración de las Gedes, que son personificaciones de familiares muertos, y tienen lugar el Día de Todos los Santos y el Día de los Muertos
• Las cruces cristianas corresponden a una encrucijada, que significa la elección del camino a seguir en el espectro espiritual del los practicantes el vudú
• Los himnos y oraciones católicos también forman parte de los rituales o los servicios vudú

Luego de esta lección de historia, esperamos que esta religión ya no sea vista como una magia vudú oscura o una “brujería vudú”. Con todo este repaso por el significado y el nacimiento de esta creencia, es momento de olvidar preguntas como “¿Qué es un muñeco vudú?” y empezar a desmitificar todo el tabú que existe alrededor del vudú.